El Congreso de Puebla reformó esta jueves 5 de junio la Ley de Arbolado y Áreas Verdes Urbanas para permitir el encalado de árboles, una práctica que el propio gobernador Alejandro Armenta realiza en faenas comunitarias, pero que estaba prohibida por la legislación vigente desde julio de 2024.
La modificación fue solicitada directamente por el mandatario luego de la polémica generada por un cuestionamiento público. El pasado 25 de mayo, un reportero del medio poblano Contramáscaras preguntó al gobernador por qué su administración había encalado los árboles de la Calzada Zaragoza, pese a la prohibición legal. Armenta respondió con un desafío: “¿Tienes argumentos técnicos o científicos para decir que el caleo daña los árboles?”.
Días después, el gobernador argumentó tener 29 años de experiencia en reforestación y aseguró que el encalado tiene respaldo científico. Calificó la prohibición como un “error legislativo” que afectaba el saneamiento de los árboles, pidió disculpas al periodista y solicitó al Congreso corregir la ley.
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Contexto: el encalado de árboles es una práctica que consiste en aplicar cal en la base del tronco, generalmente hasta una altura de medio metro. Tradicionalmente se ha usado en zonas rurales o agrícolas para proteger a los árboles de plagas, hongos y del exceso de radiación solar, especialmente en especies frutales. La capa blanca ayuda a reflejar el sol, prevenir grietas en la corteza y evitar que insectos asciendan por el tronco.
Sin embargo, su uso en entornos urbanos es altamente cuestionado. Especialistas advierten que puede afectar la respiración del árbol, alterar el pH del suelo y bloquear funciones naturales de la corteza. Además, no todos los árboles lo requieren, y su aplicación generalizada responde más a fines estéticos que a beneficios reales. Por ello, muchas normas ambientales han limitado o prohibido su uso, salvo en casos técnicamente justificados.
Derogan ley tras presión de Armenta
Este 5 de junio, con 34 votos a favor y cinco abstenciones, el Congreso derogó la prohibición del encalado. La reforma será enviada a la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial para que defina los lineamientos técnicos sobre qué árboles pueden ser tratados con cal.
“No se abre de manera indiscriminada; sólo eliminamos el candado tan restrictivo que impuso la anterior legislatura”, explicó Laura Artemisa García Chávez, presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso.
Críticas desde la sociedad civil
Tras el anuncio de la modificación a la Ley de Arbolado y Áreas Verdes Urbanas, la organización agenda Ciudadana por los Árboles y las Áreas Verdes publicó un comunicado donde manifestó su preocupación “ante la implementación del encalado de árboles en la capital, como una práctica institucionalizada”.
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La organización aclaró que el beneficio del encalado sólo es para algunas especies de árboles frutales, pero se han documentado sus efectos dañinos como la clorosis o las modificaciones a las propiedades del suelo.
¿Para qué se hace el encalado?
Estas son las razones más comunes:
- Control de plagas: La cal puede actuar como barrera contra insectos que suben por el tronco, como hormigas, escarabajos y barrenadores.
- Protección solar: En climas muy calurosos, ayuda a reflejar la radiación solar y evita el “golpe de sol” que puede agrietar la corteza.
- Prevención de hongos: En teoría, el encalado puede reducir la humedad en la base del árbol y dificultar el desarrollo de hongos.
¿Por qué es polémico?
- No es adecuado para todos los árboles, especialmente urbanos o nativos.
- Puede afectar la respiración de la corteza, bloquear poros y alterar la fotosíntesis en especies que tienen tejidos fotosintéticos en el tronco.
- Modifica el pH del suelo, afectando microorganismos y nutrientes.
- Evidencia científica limitada: Muchos expertos consideran que sus beneficios son mínimos o nulos en espacios urbanos y que su aplicación generalizada es más estética que técnica.
JCVP