Para muchos, movilizarse responde a una convicción de lucha magisterial; para otros, la constancia sindical es el principal incentivo que impulsa a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca a trasladarse a la Ciudad de México.
Antes de la reforma educativa de 2017, participar en las movilizaciones era prácticamente una obligación dentro del gremio.
Hoy, aunque la presión ya no es tan evidente, la constancia sindical sigue siendo una herramienta clave: puede abrir la puerta para obtener una adscripción en escuelas ubicadas en la capital del estado o sus alrededores, o bien convertirse en un factor de castigo que derive en asignaciones en comunidades alejadas y de difícil acceso.
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Aunque la Sección 22 de maestros convocó a una participación masiva en la movilización por la abrogación de la reforma educativa y de la Ley del ISSSTE —es decir, al 100 por ciento de la plantilla docente—, hubo escuelas que solo enviaron una representación y cooperaron económicamente para solventar los gastos de quienes acudieron al plantón.
Antes de que la Sección 22 perdiera el control administrativo de las plazas, el pase de lista en los plantones servía para premiar a los participantes con horas clase. Ya no funciona de esa forma, pero sigue teniendo peso en los cambios de adscripción. Una constancia sindical, expedida por el plantel educativo donde se labora, debe acreditar al menos un 80 por ciento de participación en las movilizaciones.
Para colaborar con los gastos, quienes no asistieron al plantón han pagado entre 400 y 600 pesos por día, como apoyo para quienes permanecen en la Ciudad de México.
Ese dinero cubre comida, sanitario y un lugar para bañarse. Por eso, los 400 o 600 pesos no representan una ganancia, sino una forma de sostenerse durante la movilización. “Si por ejemplo, alguien ya se quiere regresar porque ya no tiene dinero, tú le puedes decir: ‘Quédate, te mando mil pesos y anótame dos días como si yo hubiera estado’. Entonces esa persona se queda, y tú apareces como participante”, compartió una fuente interna.
Rezago educativo: Oaxaca retrocede 12 posiciones en seis años
En medio de los intereses gremiales y personales, este 22 de mayo se cumplen cinco días hábiles sin clases en las 10 mil 870 escuelas de Oaxaca, con afectación para 800 mil estudiantes de educación básica.
El rezago educativo sigue siendo la principal consecuencia del abandono de las aulas. De 2016 a 2022, Oaxaca registró un retroceso en materia educativa al pasar del lugar 18 al sexto nacional. Esta posición refleja el número de niñas, niños y adolescentes que no asisten a la escuela ni cuentan con educación básica obligatoria. El dato más reciente corresponde a 2022, cuando la entidad presentó uno de los mayores niveles de rezago en el país.
El blog de datos de incidencia política de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en su apartado Rezago Educativo en la Infancia y Adolescencia de México 2016-2022, detalla que en 2018 Oaxaca se ubicaba en la posición 18, con un 10.5 por ciento del estudiantado de 0 a 17 años (125 mil 322 niñas, niños y adolescentes) fuera del sistema educativo y sin educación básica obligatoria. Seis años después, en 2022, la entidad se colocó en el sexto lugar, con un 13.1 por ciento, es decir, 152 mil 214 infancias en rezago.
La evolución de Oaxaca en el ranking nacional muestra un incremento paulatino en el porcentaje de niñas, niños y adolescentes en rezago: 10.5 por ciento en 2016, 12.9 en 2018, 12.7 en 2020 y 13.1 en 2022.
Hasta 2022, las entidades con peores indicadores en esta materia eran Chiapas, Michoacán y Jalisco. A nivel nacional, entre 2020 y 2022, el rezago educativo en la población de 3 a 17 años disminuyó de 12.3 a 11.6 por ciento.
El Diario Oficial de la Federación establece que una persona de entre 3 y 17 años nacida a partir de 1998 se encuentra en rezago educativo si no cuenta con la educación obligatoria —que abarca hasta el nivel medio superior— y no asiste a la escuela.
Paro magisterial, un torbellino de preocupaciones para madres autónomas
La suspensión de clases derivada del paro magisterial representa un verdadero torbellino de angustia para las madres autónomas, quienes deben enfrentar solas la responsabilidad del cuidado, sustento y protección de sus hijas e hijos, sin redes de apoyo ni respaldo institucional.
“Cuando nos dicen que viene un paro de labores, vemos un torbellino. El juez o la jueza no te preguntan si puedes. Tú tienes que buscar cómo resolver, trabajar, cuidar, resolver todo, porque el papá no se hace responsable. Todo esto nos impacta demasiado”, comparte Fabiola Ramírez, madre autónoma y enfermera.
En su caso, el paro de labores educativas implica dejar solo en casa a su hijo de 13 años durante más de ocho horas cada día que dura la suspensión. Aunque se trata de un adolescente, señala que esta etapa exige vigilancia constante, especialmente en un contexto donde el acceso a internet y redes sociales puede representar riesgos adicionales.
“Una mente que no está ocupada es una mente en peligro. Por más que pongas candados, si no hay una supervisión, el riesgo está ahí”.
Quienes cuentan con mayores recursos económicos han adoptado estrategias para evitar días perdidos, como la contratación de clases particulares de regularización.
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La constancia sindical continúa siendo el principal motor de la movilización de los maestros de la CNTE de Oaxaca en la Ciudad de México, mientras la suspensión de clases impacta a miles de estudiantes y genera retos para muchas madres que deben asumir el cuidado de sus hijos sin apoyos.
Las protestas de la CNTE en CDMX
Durante la semana del 15 al 22 de mayo de 2025, integrantes de la CNTE realizaron múltiples bloqueos en Paseo de la Reforma, una de las principales avenidas de la Ciudad de México, como parte de su paro nacional indefinido.
Este jueves, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, dijo que el gobierno ofreció reducir la edad de jubilación para los maestros, de 60 años, como estipula la Ley del ISSSTE, a 58 años en caso de maestros, y 56 en el de maestras, pero adelantó que no es posible conceder el aumento salarial de 100 por ciento que piden los maestros.
"No se puede dar, por ejemplo, lo que ellos piden, un 100% de incremento salarial. Es un 10% que ya se dio el día 15 de mayo", dijo en la Cámara de Diputados.
El 16 de mayo, los maestros cerraron la circulación en ambas direcciones de Paseo de la Reforma, especialmente en la intersección con Circuito Interior y la Estela de Luz, afectando de manera significativa el tránsito vehicular y el servicio de transporte público, incluida la Línea 7 del Metrobús.
El 21 de mayo, la CNTE volvió a bloquear Paseo de la Reforma, desde Chapultepec hasta la zona del Metro Hidalgo, además del cruce con Bucareli. Estas acciones formaron parte de una jornada de protestas que también incluyó bloqueos en los accesos a Palacio Nacional, modificando la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, y otras vialidades importantes.
Los bloqueos en Paseo de la Reforma fueron intermitentes y se sumaron a movilizaciones en puntos estratégicos de la ciudad, como Insurgentes, Juárez y Circuito Interior, generando afectaciones al tránsito y al transporte público.
Estas protestas se enmarcan en las demandas de la CNTE, que incluyen la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, la abrogación de la Reforma Educativa de 2019, un aumento salarial del 100% al sueldo base, así como justicia social y democracia sindical.