En 1864, Julio Verne publicó su célebre novela Viaje al Centro de la Tierra, transportando a los lectores a un mundo subterráneo lleno de maravillas. Hoy, en México, es posible vivir una experiencia similar sin necesidad de la imaginación, pues en Puebla se encuentra la Cueva Tlamanictli, una de las formaciones subterráneas más impresionantes del país.
Ubicada en la Sierra Negra de Puebla, esta cueva alberga el asombroso Salón de la Muñeca Fea, una cavidad de aproximadamente 63 mil metros cuadrados, tan vasta que podría contener hasta seis veces el Estadio Azteca.
Su peculiar nombre proviene de una formación rocosa que, según exploradores y espeleólogos, se asemeja a una muñeca con rasgos irregulares. Además, se considera la cueva más grande no solo de México, sino también de América.
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Contexto: así es la gigantesca cueva de Puebla
Las profundidades de Tlamanictli resguardan formaciones geológicas únicas que han tardado miles de años en desarrollarse, convirtiéndola en un destino fascinante tanto para aventureros como para científicos. Además, su ubicación en la Sierra Negra la rodea de una biodiversidad excepcional y paisajes imponentes, lo que enriquece aún más la experiencia de exploración.
A pesar de lo que reportan algunos medios de comunicación, esta cueva no fue descubierta recientemente. Desde hace 25 años se conoce de su existencia y varias expediciones han ocurrido en el lugar para conocer más de este increíble fenómeno natural.
Así descubrieron el salón de la Muñeca Fea
En una crónica para el portal México Desconocido, el espeleólogo y experto explorador Gustavo Vela Turcott relata cómo, en 1999, tres exploradores del Grupo Espeleológico Alpino Belga (GSAB) caminaban por la montaña cerca de Huizmaloc, Puebla, cuando encontraron la entrada de una cueva de gran tamaño.
Sin saber qué los esperaba, descendieron poco a poco por una rampa hasta llegar a un pozo, donde instalaron una cuerda y rapelearon 15 metros. Siguieron bajando entre rocas y corrientes de agua, pero a los 300 metros de profundidad la cuerda se les acabó y tuvieron que regresar.
Intrigados, días después volvieron con más equipo. Bajaron aún más, sorteando cuatro pozos y varias rampas, hasta que las paredes parecían cerrarse… pero, de repente, la cueva se abrió de nuevo, revelando una cámara colosal. Para medir su inmensidad, uno de los exploradores lanzó un grito y quedaron atónitos al escuchar que el eco rebotó durante 13 segundos.
Habían descubierto lo que después llamarían el Salón de la Muñeca Fea, una bóveda descomunal cuyo tamaño apenas podían imaginar. La exploración quedó hasta ahí, pero la cueva quedó en la memoria de los aventureros.
La segunda expedición que lo cambió todo
Años después, en una nueva expedición encabezada por Vela Turcott y un equipo de especialistas nacionales e internacionales, decidieron volver con tecnología de escaneo láser para medir con precisión el gran salón.
Los resultados fueron sorprendentes: 400 metros de largo, 240 de ancho y 225 de altura, con un volumen de 5.9 millones de metros cúbicos. En su interior cabrían seis estadios Azteca, lo que lo posicionó como el cuarto salón subterráneo más grande del mundo.
A pesar de los intentos por encontrar un paso más profundo en la cueva, el equipo no halló una continuación. Sin embargo, lograron documentar y cartografiar este impresionante rincón subterráneo, un testimonio de las maravillas ocultas en la Sierra Negra de Puebla.
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Si te gustaría descubrir un mundo subterráneo como el de la literatura de Verne, la Cueva Tlamanictli es un escenario real que desafía la imaginación.