8M: así marcharon mujeres en los estados para conmemorar el día

 Ya entrada la noche concluyó la marcha del M8 donde miles de mujeres salieron a las calles y cerraron con pintas y quema de pancartas frente al palacio de gobierno estatal. Las mujeres partieron desde la Explanada de Los Héroes frente al palacio estatal, caminaron por Zaragoza, Padre Mier, Cuauhtémoc, Ocampo, Zuazua y nuevamente la Gran Plaza donde lanzaron consignas contra el gobierno de Samuel García y criticaron a su esposa Mariana Rodríguez por recomendar a la población adquiera un purificador de aire por 25 mil pesos.

Abarrotada la explanada con varios miles de mujeres de pronto encendieron las pancartas que iluminaron la oscuridad de la noche. Algunas mujeres treparon a los monumentos públicos en la Gran Plaza.

Ya oscura la noche quemaron las pancartas ante el algarabío, y pasadas las 20:00 la gran mayoría se había retirado y solamente quedaban pequeños grupos, incluidas las del bloque negro.

La marcha había iniciado a las 17:00 horas y en ese mismo momento unas 500 mujeres con discapacidad física diversa incluidas en silla de ruedas, salieron de la Plaza de Colegio Civil hacia la Gran Plaza donde media hora después dieron concluida su protesta.

La protesta que reunió a cientos de mujeres en las calles de Oaxaca por el 8M fue silenciada con gases lacrimógenos. Elementos antimotines lanzaron bombas de gas pimienta desde Palacio de Gobierno para dispersar la marcha, que incluía a mujeres con infancias.

Tras la marcha, las manifestantes se mantuvieron congregadas en la plancha del Zócalo y la Alameda de León, con un grupo frente a la Catedral y otro frente a Palacio de Gobierno, donde lograron derribar las cercas metálicas que resguardaban los inmuebles. Integrantes del bloque negro encendieron fogatas frente a las puertas de ambos edificios, mientras otros contingentes, como madres víctimas de violencia vicaria, madres autónomas, familiares y amistades de víctimas de feminicidio, así como mujeres que marcharon con sus hijas e hijos, permanecían en las plazas exigiendo justicia.

Los primeros disparos de gas lacrimógeno fueron lanzados desde Palacio de Gobierno, lo que generó que las personas en el lugar corrieran confundidas. Posteriormente, otros disparos provinieron del Hotel Marqués del Valle, lo que obligó a evacuar tanto el Zócalo como la Alameda, con algunas manifestantes acompañadas de bebés, niñas, niños y adolescentes.

De Palacio de Gobierno salieron elementos antimotines acompañados de bomberos, quienes apagaron las fogatas tanto de Palacio como de la Catedral. Al mismo tiempo, el encargado del operativo amenazaba con detener a las manifestantes que aún permanecían en el lugar.

Un grupo de mujeres reclamó a los policías por su actuación contra la marcha del 8M y por ser omisos frente a las agresiones diarias que enfrentan, recordando que, desde la Declaratoria de Alerta por Violencia de Género en Oaxaca, 719 niñas y mujeres han sido víctimas de asesinatos violentos.

 

Unas 8 mil mujeres juarenses tomaron las calles para exigir una vida libre de violencia. El contingente, encabezado por madres de víctimas de feminicidio y desaparición forzada, partió del Monumento a Benito Juárez y recorrió el Centro Histórico al grito de “¡Ni una más, ni una asesinada más!”.

Al llegar al túnel de la avenida 16 de Septiembre, bengalas de humo púrpuras y verdes pintaron el camino. Cerca del cruce internacional, las manifestantes llenaron la Avenida Juárez, donde el contingente de madres desaparecidas compartió sus historias y leyó un pronunciamiento.

Las mujeres reiteraron su derecho a vivir seguras y libres, denunciando la indiferencia de las autoridades ante los feminicidios. La movilización concluyó con la consigna “¡Ni una más!” y saldo blanco.

Este 8 de marzo, colectivos feministas, víctimas de violencia vicaria, sobrevivientes de feminicidio y familiares de desaparecidos tomaron las calles de Puebla para exigir justicia. La protesta se centró frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Fiscalía Especializada de Género, donde se realizaron grafitis, se pegaron boletines de personas desaparecidas y se expusieron fotos de agresores.

La marcha estuvo marcada por la presencia de infancias, quienes, acompañadas de sus madres y abuelas, alzaron la voz en un escenario que no les corresponde. En Puebla, la violencia contra la niñez ha sido alarmante este 2025, con nombres como Génesis, Rebeca y Lluvia, víctimas de feminicidio, y Juan y René, de suicidio y homicidio infantil.

La movilización también incluyó a trabajadoras sexuales que exigieron mejores condiciones laborales, y el clamor por justicia para la activista Cecilia Monzón, asesinada en 2022. Al final, el Bloque Negro radical rompió los vidrios de la FGE en protesta por la impunidad.

La marcha de este 8M en Puebla dejó una poderosa imagen: infancias y mujeres marchando juntas, exigiendo justicia para un futuro sin miedo.

Según la Red Nacional de Refugios, el 70% de las mujeres en Chiapas, especialmente de zonas indígenas y rurales, ha sido víctima de violencia de género, “mientras que los mecanismos de justicia y protección siguen siendo deficientes”.

Durante una marcha hacia el centro de Tuxtla Gutiérrez por el Día Internacional de la Mujer, distintas agrupaciones feministas exigieron justicia con consignas como: “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!” y “¡Verga violadora, a la licuadora!”.

Además, el grupo “Madres en Resistencia” montó una exposición fotográfica en el Parque Central, recordando a sus familiares víctimas de feminicidio o desaparición. Adriana Gómez, madre de Jade Guadalupe Yuing Gómez, víctima de feminicidio, señaló: “Hoy es una conmemoración a las mujeres luchadoras que dieron su vida para tratar de cambiar el sistema corrupto que hemos tenido; no es una fiesta, sino que sólo buscamos justicia, verdad y memoria”.

Isabel Torres, madre de Cassandra Arias Torres, desaparecida en Berriozábal, pidió que se esclarezca la verdad y destacó: “Queremos que salga la verdad, y que quede claro que las feministas de acá no nos representan”.

 

Este sábado, alrededor de 30 mil mujeres marcharon por el Día Internacional de la Mujer, partiendo de la Glorieta de Los Niños Héroes y la Glorieta Minerva hacia la Plaza de Armas, donde se encuentra la Antimonumenta.

Durante el recorrido, algunas mujeres con pasamontañas y armadas con martillos dañaron los cristales de la rectoría de la Universidad de Guadalajara. Al continuar hacia el centro histórico, causaron daños en cinco sucursales bancarias, incluyendo un Bancoppel cerca de la Catedral Metropolitana, donde dos personas resultaron lesionadas por vidrios rotos.

Frente a la Universidad de Guadalajara, pidieron esclarecer la muerte de Astrid y su hijo, asesinados a martillazos por su expareja, prófugo de la justicia. Mientras tanto, una valla humana se formó en las afueras de la catedral para evitar daños al edificio. Durante la marcha, las manifestantes exigieron el fin de los ataques contra las mujeres, como violaciones, feminicidios y la discriminación laboral.

4o mini

 

Integrantes de la Agrupación de Mujeres Organizadas por las y los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León y Tamaulipas (AMORES) se reunieron para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y exigir justicia por las desaparecidas y asesinadas. 

Realizaron una protesta pacífica frente al palacio de gobierno estatal, donde manifestaron: “A nosotras, mujeres que buscamos a nuestros seres queridos desaparecidos, se nos niega la verdad y se nos condena a una vida de dolor e incertidumbre. No saber dónde están afecta nuestro bienestar físico, emocional, mental y económico, el nuestro y el de nuestras familias. Vivimos con la angustia constante de no saber la verdad: sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay paz”.

Exigieron justicia y acción inmediata del gobierno, destacando la necesidad de alertas móviles para la búsqueda de mujeres desaparecidas y protección para las madres buscadoras. “Hoy nos manifestamos porque no queremos que ninguna mujer más tenga que salir a buscar a una persona amada. Porque anhelamos un país donde las mujeres vivan con dignidad, en paz y con derechos garantizados”, expresaron.

"Hija escucha, tú madre está en la lucha, porque vivas se las llevaron, vivas las queremos", fueron algunas de las consignas de AMORES durante su protesta.

 

En Puebla, un grupo de trabajadoras sexuales marchó para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y exigir el reconocimiento de su labor. Cubiertas con pañoletas y sombrillas rojas, caminaron por las calles del centro de la ciudad para pedir visibilidad y respeto, destacando que, además de realizar un trabajo, son mujeres que enfrentan violencia diaria y discriminación, tanto de la sociedad como de las autoridades.

Su principal demanda fue la regulación de su oficio, exigiendo que se eliminen las penas administrativas y la etiqueta de "prostitutas" que se les impone, y pidiendo que las autoridades legislen para proteger sus derechos.

Este 8 de marzo, miles de mujeres de Morelos marcharon por las calles de Cuernavaca para exigir que el gobierno estatal tome medidas urgentes contra la violencia feminicida, las desapariciones forzadas y los feminicidios. La movilización, que partió desde el sur de la ciudad, recorrió la avenida a Morelos hacia el centro histórico, donde diversas colectivas se unieron para alzar la voz en contra de la impunidad que prevalece en el estado.

Entre los contingentes, destacó por primera vez la presencia de mujeres con discapacidad y mujeres sordas, quienes denunciaron la invisibilidad que enfrentan y la falta de accesibilidad a servicios esenciales. Una de sus voceras afirmó que muchas no pueden ni siquiera acceder a la fiscalía para presentar una denuncia debido a la ausencia de rampas y el nulo apoyo institucional.

Otro de los contingentes más notables fue el de las activistas pro-aborto, encabezado por Miryam Vargas Flores, quienes aprovecharon su paso por la catedral de Cuernavaca para lanzar consignas desafiantes: "Si el obispo fuera mujer, el aborto sería ley", y "Hay que abortar, hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal". Con un pañuelo verde en el Zócalo de la ciudad, las manifestantes exigieron la legalización inmediata del aborto en Morelos, uno de los pocos estados que aún desoye la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La marcha también fue un llamado a la acción para garantizar los derechos humanos de las mujeres. "Es necesario que las políticas públicas se enfoquen desde una perspectiva feminista, implementando medidas efectivas para la prevención, atención y erradicación de la violencia feminicida", señalaron las participantes. Además, criticaron la militarización de las calles, especialmente la presencia de la Guardia Nacional, al considerarla una amenaza más para las mujeres en lugar de una solución.

Las cifras de violencia en Morelos son alarmantes: con un 69.6% de violencia feminicida, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, la entidad se mantiene como uno de los estados más peligrosos para las mujeres en México. Durante 2024, Morelos registró 50 feminicidios, y 2025 ha comenzado de la misma manera, con cuatro feminicidios ya reportados. Las colectivas locales, sin embargo, contabilizan 17 feminicidios en lo que va del año. En este contexto, las mujeres se comprometieron a seguir luchando hasta lograr una vida libre de violencia y opresión.

El colectivo feminista Unión de Mujeres se prepara para llevar a cabo una marcha en el Centro Histórico de Puebla, como parte de una manifestación para exigir justicia por el feminicidio de la activista y abogada Cecilia Monzón, quien fue asesinada en 2022.

A través de esta movilización, las integrantes del colectivo buscan visibilizar la lucha contra la violencia de género y demandar que las autoridades den un seguimiento adecuado al caso, señalando la importancia de esclarecer el crimen y llevar a los responsables ante la justicia.

La marcha contará con la participación de diversas organizaciones feministas y ciudadanas que exigen una respuesta firme por parte del gobierno para erradicar la violencia contra las mujeres en el estado y garantizar que crímenes como el de Cecilia no queden impunes.

 

Son las 11:00 de la mañana en esta ciudad fronteriza, y en la capilla de la Misión de Guadalupe ya se ha reunido un grupo de mujeres, en su mayoría vestidas de púrpura.

Todas comparten una pena que las embarga, una angustia tan profunda que sienten que les destroza el alma, y por ello buscan fuerzas en una entidad más poderosa.

Son madres de personas desaparecidas, quienes se reúnen mensualmente para celebrar una misa en este lugar, pero esta vez la ocasión tiene un simbolismo aún más significativo.

A las 2:00 de la tarde, partirán del Monumento a Benito Juárez hacia la Cruz de Clavos, frente al Puente Internacional Paso del Norte, para unirse a la manifestación por el 8 de marzo.

Sin embargo, por ahora están aquí, en un espacio de reflexión, recordando todo lo que han vivido y la larga lucha que han tenido que enfrentar, exigiendo justicia por sus hijos y familiares que desaparecieron y nunca regresaron.

Con su presencia, buscan hacer sentir su exigencia ante las autoridades, cuyas políticas, como ellas subrayan, las están matando.

Sueñan con un futuro en el que ninguna mujer forme parte de las oscuras cifras de desaparecidas, y por eso mantienen viva la consigna “¡Ni una más!”.

“Señor, en tus manos pongo a quienes no están con nosotros“, rezan durante la celebración.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los últimos 10 años al menos 8 mil 127 mujeres han sido víctimas de feminicidio, es decir, poco más de 800 anualmente.

Durante 2024, las entidades con el mayor número de casos de feminicidios fueron el Estado de México (73), Ciudad de México (65), Nuevo León (60), Veracruz (53), Morelos (50), Chihuahua (47) y Puebla (42).

En cuanto al tema económico-social, en México, la brecha salarial sigue siendo un obstáculo importante para la igualdad económica entre hombres y mujeres. Según diversos estudios, las trabajadoras mexicanas ganan entre 83 y 86 pesos por cada 100 pesos que reciben los hombres por el mismo trabajo.

Estos datos colocan a México en la posición 119 de 146 países en el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial en lo que respecta a desigualdad salarial.