DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Lidia enfrenta el desafío de ser mujer y paramédica de Cruz Roja en Culiacán

La joven, paramédica y operadora de radio de Cruz Roja, explicó que la institución ha tenido que implementar ajustes para continuar atendiendo a la comunidad

Este tipo de situaciones le permite a Lidia desplegar su empatía para ayudar a otras mujeres
Este tipo de situaciones le permite a Lidia desplegar su empatía para ayudar a otras mujeresCréditos: Ramón Aispuro
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Para Lidia López, paramédica de Cruz Roja en Culiacán, enfrentar la crisis de seguridad ha sido un desafío significativo en su vida, tanto en su rol como voluntaria de la benemérita institución como mujer residente de la ciudad. Desde el 9 de septiembre de 2024, la capital sinaloense ha experimentado una ola de violencia originada por el conflicto armado entre dos grupos criminales, lo que ha tenido un impacto colateral sobre los paramédicos de la ciudad.

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En lo que va del año, al menos dos ambulancias han sido robadas mientras se dirigían a atender incidentes relacionados con enfrentamientos. En su labor principal como operadora de radio, Lidia detalló a La Silla Rota que la violencia generada por el conflicto entre grupos criminales en Culiacán ha alterado significativamente su rutina diaria y ha incrementado su carga laboral.

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“Al principio disminuyeron los accidentes de vehículos y las llamadas para enfermos, pero con el paso de los días la forma de trabajar cambió demasiado, aumentaron los casos no solo de personas baleadas sino de todo tipo de atenciones. Todo nuestro trabajo cambió, pues al brindar atención a enfermos, los compañeros tenían que ir a colonias de alto riesgo”, explicó.

La paramédica añadió que, en casos donde los pacientes podían ser trasladados en vehículos particulares, se pedía a los familiares que los llevaran a zonas más seguras para luego realizar el traslado en ambulancia hacia las delegaciones de Cruz Roja en la ciudad.

“Nuestra forma de trabajar cambió demasiado, tanto con los servicios de baleados como con los de enfermos. Todo nuestro modo de trabajo cambió. Hay colonias que, aunque sea un enfermo, son colonias de alto riesgo en las que nuestros compañeros podrían tener algún incidente con personas externas a la situación”, explicó sobre la alternativa de pedir a los familiares que acerquen a los pacientes a zonas menos inseguras. 

Ayudar a otras mujeres

Lidia no solo ha tenido que lidiar con la violencia generada por el crimen organizado, sino que en su día a día también enfrenta situaciones en las que debe atender a mujeres vulneradas por sus parejas o familiares. En estos casos, las víctimas prefieren que una mujer les brinde la atención necesaria.

Muchas veces vamos a servicios muy fuertes, con menores o mujeres que han sido agredidas o se encuentran en labor de parto que muchas veces se sienten más confiadas en la atención de una mujer. En el momento de la exploración física, hay mujeres que han sido acosadas o han tenido algún incidente y no se sienten seguras de que un hombre las revise”, explicó.

Este tipo de situaciones le permite a Lidia desplegar su empatía para ayudar a otras mujeres, lo que, desde su rol en Cruz Roja, la convierte en una mujer activa dentro de la sociedad sinaloense.

Lidia también se enfrenta a los cuestionamientos de sus familiares y amigos debido a la naturaleza de su trabajo de alto riesgo. Muchos consideran que no debería dedicarse a esta profesión.

Yo soy de una complexión pequeña y siempre me han dicho para salir a los servicios que ‘imagínate que te toque tal o cual situación’. Pero para eso están otras personas conmigo, para apoyar, por lo que no creo que sea una limitante”, explicó.

Asimismo, subrayó que no solo se necesita fuerza física para ayudar a las personas necesitadas, sino también preparación y empatía.

Atención para todos, incluso a la distancia 

Como operadora, Lidia también atiende a personas por teléfono, ya que en ocasiones los paramédicos tardan en llegar. En esos momentos, ella asesora a los familiares de quienes requieren el servicio, guiándolos para que sean ellos quienes asistan a sus seres queridos mientras los paramédicos están en camino.

En las llamadas damos indicaciones médicas. Vienen con un enfermo en un vehículo y les decimos qué pueden hacer para que el paciente llegue en mejor estado (a Cruz Roja) en lo que llega la unidad”, comentó.

Este tipo de atención busca asegurar que, cuando los paramédicos finalmente lleguen al lugar, el paciente esté en las mejores condiciones posibles para recibir atención médica.

Ataques contra la Cruz Roja

En medio de la ola de violencia, el personal de Cruz Roja ha sido víctima de varias situaciones difíciles mientras brinda atención.

El 23 de enero, una ambulancia que trasladaba a un herido de bala fue interceptada por hombres armados, quienes asesinaron al paciente y robaron la unidad. Otro incidente similar ocurrió el 31 de enero, cuando paramédicos fueron atacados en la colonia Lombardo Toledano; una socorrista fue golpeada en la cabeza y su compañero fue atado y golpeado. El 20 de febrero, mientras atendían a un paciente en el ejido "El Treinta", sujetos armados robaron una ambulancia, la cual fue recuperada posteriormente.

A principios de año, la delegación centro de Cruz Roja Culiacán suspendió el servicio temporalmente debido a estos incidentes. Sin embargo, a pesar de ser víctimas de estos ataques, los paramédicos continúan brindando atención a la población.