Olivia Martínez, de 28 años de edad, trabajaba en las cabinas del DERI en Puebla (Dirección de Emergencia y Respuesta Inmediata), pero después de tres años de vivir acoso laboral de parte de sus superioras, de la directora Alejandra Cedillo May y la Jefa operativa inmediata Jazmín Martínez Ildefonso, finalmente decidió contar todo lo que vivió.
“Una vez me habló la directora, me habló por teléfono, y yo iba con un labial rojo, entonces me habló y me gritó y me dijo que dejara de maquillarme como prostituta”, recordó Olivia Martínez en entrevista con La Silla Rota.
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Como ella al menos 20 elementos del DERI han buscado la baja debido al constante hostigamiento, y según la entrevistada ya hay al menos cuatro denuncias interpuestas en contra de las superioras. De la misma forma, Martínez junto con otras tres compañeras ya iniciaron la demanda y la dirigieron a la Secretaría de Igualdad Sustantiva el 17 de diciembre de 2024.
“Lo que lleva entre esta administración y la administración pasada han sido como 20 elementos de la zona que se han dado de baja, por lo mismo de que, pues, los atosigan, los ponen a hacer cosas que no, o sea, todo el tiempo están sobre uno”, comentó la entrevistada.
A parte, Olivia Martínez experimentó acoso de parte de un sujeto de nombre Samuel que la abrazaba y besaba en los cachetes sin su consentimiento. También tenía que lidiar con cubrir horas extras no remuneradas, salir a cuidar a compañeras del trabajo que estaban enfermas, la vigilaban, así como perseguían al baño o en sus descansos, la humillaban en frente de todos y le decían que era “lo peor del DERI”.
Sin embargo, Olivia Martínez persistió en su trabajo, a pesar de que su salud física y emocional comenzaron a cobrarle factura.
Empezó a sufrir de ansiedad y experimentar ataques por toda la presión del trabajo, las jornadas excesivas que sobrepasaban las 12 horas y el acoso que llegó a ser también virtual.
La obligaron a firmar su renuncia
A principios de enero, Olivia Martínez fue obligada a renunciar a su trabajo. La directora, Alejandra Cedillo, la citó a las 17:00 horas, cuando las oficinas ya estaban vacías, con el pretexto de discutir el reciente cambio de departamento que le habían asignado. Aunque a Olivia le pareció extraño, acudió a la reunión, donde la esperaban tres personas desconocidas que la presionaron para firmar su renuncia.
“Me dijo, ‘pues sabes cómo son las cosas, así que tú sabes’ y pues, sí me paniqueé un poco, la verdad, porque pues estaba sola, era ese señor y otros dos señores afuera y dije, pues aquí, aunque grite, o sea, nadie me va a hacer caso, pues esas oficinas están vacías, estaba el edificio completamente pues vacío y pues y a tuve que firmar mi renuncia”, señaló la entrevistada.
Ahora, Olivia Martínez busca que las autoridades le den celeridad a su denuncia, y que, además, le paguen su liquidación, o en su defecto la reincorporen a su trabajo debido a que renunció porque la presionaron.
Más casos de violencia laboral en el DERI
Así como Olivia Martínez, hay varios casos de acoso laboral de otros miembros del DERI que sufrieron malos tratos y una compañera incluso abortó dentro de las oficinas. También, hubo el caso de otra chica que fue atropellada, pero debido a que no presentaba lesiones de gravedad, entonces no tenía el derecho a pedir incapacidad.
“Hace un año y medio, más o menos, una chica de nosotros tuvo un aborto adentro de la sala, y lo único que le dijo la jefa Jasmín fue que pues estaba en sus días y que no pasaba nada, no, o sea, al final de cuentas una compañera y una jefa de policía de zona se la tuvieron que llevar en una patrulla allí, porque la mujer se estaba desangrando, o sea, ahí en la sala, ya la señora, esta Jasmín, no le importa nada, o sea, no le importan nunca los temas médicos de nosotros, a una compañera le atropelló un camión y nada más le dijo, ‘muéstrame tus rodillas, yo no te veo que tengas ninguna lesión’ que no es porque tienen incapacidad, si no tienen nada, y nos hacen pagar nuestras incapacidades”, relató la entrevistada.