Jalisco -El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, denunció públicamente la situación de ingobernabilidad que vive el municipio de Tequila, tras un intento de clausura a la planta de Cuervo 1800, una de las tequileras más emblemáticas del país.
Según explicó, personal de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Tequila ingresó a la planta para ordenar el apagado inmediato de las calderas, lo cual representó un riesgo de explosión. Ante la emergencia, se activaron protocolos de seguridad con apoyo de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos, así como de la Secretaría de Seguridad del estado.
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“Fue necesario intervenir para evitar un accidente mayor en una empresa que no había incurrido en irregularidades de fondo”, declaró el mandatario.
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Multas millonarias sin sustento legal
Durante la conferencia, Lemus detalló que el alcalde de Tequila, Diego Rivera Navarro, buscaba elevar el impuesto predial hasta 20 veces su valor original y exigir multas y recargos por un monto aproximado de 60 millones de pesos.
El conflicto escaló hasta requerir la intervención de la Subsecretaría de Gobernación federal, la cual, en videoconferencia con los gobiernos estatal y municipal, determinó que los cobros no tenían viabilidad legal. Como resultado, se retiraron todos los sellos de clausura colocados en la planta de Cuervo 1800.
“El tema es que se trataba de una extorsión disfrazada de inspección fiscal. Por fortuna, logramos frenarlo a tiempo”, afirmó Lemus.
Posible denuncia penal contra el alcalde
El gobernador dejó abierta la posibilidad de que Cuervo 1800 u otras empresas afectadas presenten denuncias penales por extorsión contra el presidente municipal.
“Si la empresa siente que hubo extorsión, tendrá que proceder legalmente. Hasta ahora no lo han hecho, pero tampoco lo han descartado”, advirtió.
Lemus también alertó sobre una crisis de gobernabilidad en Tequila, señalando que este tipo de abusos no se limitan a Cuervo 1800. Según dijo, al menos diez tequileras, hoteles y hasta el Museo del Tequila han sufrido actos similares durante la administración de Diego Rivera, quien cerró y remodeló el museo sin autorización del INAH.
“La balacera en la plaza pública, el cierre del museo, las extorsiones a empresas… Todo esto pinta un panorama preocupante”, concluyó.
