Oaxaca, Oaxaca-Desde hace tres décadas Concepción porta con orgullo el uniforme de la policía vial. Su llegada a la corporación fue el 1 de julio de 1993, año en que su pareja de vida falleció. Con dos hijos a su cuidado no tenía muchas opciones.
De joven era una ilusión ser uniformada, como madre, se volvió una necesidad. Aún con los retos que representó su labor a lo largo de los 33 años de servicio Concepción afirma sin chistar: “si volviera a nacer, volvería a ser policía”.
Por los años de servicio ella se encuentra dentro de los primeros 200 elementos que serán beneficiados de la reforma a la Ley de Pensiones para los Integrantes de las Instituciones Policiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca realizada en septiembre de 2025 por el Congreso Local.
Te podría interesar
Con la aprobación de la reforma a la Ley de Pensiones para policías, se estableció que la edad de jubilación fuera a los 50 años completado los 20 de servicio. Además, se incrementa el porcentaje máximo de pensión del 75 al 100 por ciento.
De acuerdo con datos oficiales, actualmente son 529 elementos listos para poderse pensionar de los 7 mil existentes en las distintas corporaciones de Seguridad Pública. En la policía estatal 2 mil 400 elementos activos, 500 considerados en situación “vulnerable” los cuales se irán retirando de manera escalonada.
Se prevé que a inicio de 2026 sean 200 los primeros que se retiren para no colapsar el fondo de pensiones. Previo a la reforma de 2025 sólo se aportaba el 4 por ciento al fondo de pensiones, dos del elemento y dos del gobierno del estado. Para los próximos años de manera gradual los elementos aportarán hasta el 9 por ciento, a razón de un incremento de un 1 por ciento anual, mientras que el gobierno del estado aportará el 2 por ciento anual hasta llegar al 21 por ciento.
“Yo me siento muy satisfecha de haber cumplido con el trabajo y haber podido sacar adelante a mis hijos. Supe guiarlos, no tienen vicios, son responsables en su trabajo”, relata.
A un paso de la jubilación, recuerda que una de las labores que más disfrutaba era controlar la vialidad. Ayudar a que las personas cruzaran las calles de manera segura siempre fue una gran satisfacción, pues, aunque el trabajo de los elementos viales llega a pasar desapercibido, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Por otro lado, uno de los momentos más difíciles, recuerda, fue en el 2006 durante el conflicto magisterial. Además de las largas jornadas toda aquella persona uniformada por el hecho de estarlo era vulnerable a una agresión.
No todos sus compañeros han corrido con la misma suerte, comparte Camerino Alonso Ramos Pacheco, policía vial estatal que tiene 32 años de servicio. En los últimos años de su servicio ha atestiguado la manera en la que algunos de sus compañeros se han ido sin poder tener acceso a una pensión.
Camerino también está a la espera de la jubilación, aunque asegura estar contento con la labor que realiza, anhela poder ir a casa a descansar y realizar todos aquellos pendientes que hay en el hogar.
Fue en 1993 cuando entró a la corporación, tenía 23 años. Lo hizo impulsado por usar el uniforme y la necesidad de trabajo. “Yo quería ser policía. Cuando estudiaba la primaria veía a los soldados en vía pública. Me llamaba la atención. A los 16 años me enlisté en el ejército, estuve tres años y después entré a la policía estatal, después a la dirección de tránsito del estado”, recuerda.
Un trabajo como el que Camerino realiza está lleno de matices, por un lado, hay una labor de servicio a la ciudadanía, pero también el riesgo en momentos críticos como cuando estuvo a punto de ser quemado entre el conflicto magisterial y popular durante la liberación del crucero de Viguera. Pensó que no lo contaría.
“Vimos la muerte, porque nos tiraban bombas molotov, muchos compañeros salieron lesionados, quemaron muchas patrullas, también un camión que venía cargado de pollos. Ya nos habían rodeado, pero lograron rescatarnos”, relata.
Entre la enfermedad y el deber
Karina Barón Ortiz, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, señala que debido a lo difícil del trabajo un porcentaje de los elementos que están próximos a jubilarse tienen secuelas de balas, algunos más están enfermos. Hay también elementos de edad avanzada que no han dejado de laborar porque no tenían un retiro.
“También hay bomberos así. Algunos policías estatales que ya no están trabajando, pero que tampoco se han retirado. Custodios de penales que pocas veces vemos. Todas esas personas de avanzada edad que ya tienen más de 20 años de servicio ya se pueden ir a casa a disfrutar de sus familias”, señaló.
Barón Ortiz, quien coordinó las mesas de negociación en la construcción de la reforma a la Ley de Pensiones para los Integrantes de las Instituciones Policiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca explicó que con la aprobación realizada por el Congreso de Oaxaca permite la dignificación de la labor y que se comience a hacer el relevo generacional.
lrc