Palenque, Chiapas.– Amenazas, acoso laboral y discriminación, forman parte de la realidad que viven docentes y estudiantes de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García (UBBJG) en su sede de Palenque, Chiapas, de acuerdo con documentos y audios obtenidos para este reportaje.
Lejos del discurso oficial que presume un modelo educativo basado en el humanismo, la comunidad académica enfrenta un ambiente de tensión e incertidumbre. A los señalamientos de acoso y maltrato laboral se suma la falta de profesores, los cambios constantes de horarios y la escasa comunicación con las autoridades universitarias.
Desde su creación, la universidad ha tenido una gestión inestable. En apenas seis años, cuatro personas han ocupado la coordinación académica —máxima autoridad del plantel—, tres de ellas en los últimos dos años. Este vaivén ha profundizado el descontento entre estudiantes y docentes, quienes denuncian que los cambios frecuentes impiden la continuidad de los programas educativos y afectan el desarrollo académico.
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La sede de Palenque fue una de las primeras en abrir sus puertas, en agosto de 2019, tras la emisión del decreto presidencial que dio origen a las Universidades del Bienestar Benito Juárez García un mes antes. Ahí se imparte la licenciatura en Patrimonio Histórico, Natural y Cultural, un programa que busca formar profesionales comprometidos con la preservación cultural del país.
Sin embargo, a seis años de su apertura, la promesa de una educación pública y humanista enfrenta su mayor reto: recuperar la confianza de una comunidad universitaria marcada por la inestabilidad, la desorganización y la falta de diálogo institucional.
Acoso laboral
Estudiantes y docentes han denunciado numerosas anomalías, cuyas pruebas documentales están en poder de La Silla Rota.
En el artículo 2° del Estatuto Académico de las UBBJG se establece que en la universidad no se admitirán actitudes, comportamientos o acciones de intolerancia, agresividad, exclusión, falta de respeto, acoso y discriminación. Sin embargo, en la sede de Palenque se ha vivido un ambiente hostil casi permanente en su corta historia.
En marzo de 2023, Ivette Fernández —responsable de informática y biblioteca— denunció ser víctima de hostigamiento laboral por parte de la coordinadora académica Anita Pérez Arcos. Era vigilada en exceso, no se le permitía ir al sanitario, desayunar o faltar por motivos de salud. También señala que los días 8 de marzo y 10 de mayo fue la única que laboró regularmente, pues el resto de sus compañeras tuvieron libres ambos días. Después de dos meses de intranquilidad presentó en mayo de 2023 una queja por estos hechos ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Luego de un breve litigio, la UBBJG y Fernández suscribieron un convenio de conciliación ante la autoridad laboral en el que la institución educativa se comprometió a indemnizar a la afectada.
Un mes después, en junio, un grupo de estudiantes se quejó con Pérez Arcos de haber sufrido desacreditación y hostigamiento debido a las diferencias personales que prevalecían entre el personal docente. “Consideramos desleal, poco ético y profesional que los altercados de los docentes sean motivo de desacreditar algunos trabajos y hasta de avergonzar a algunos equipos”, sostuvieron.
En agosto del mismo año, tres docentes dirigieron un escrito a Pérez Arcos en las que detallaban el acoso laboral que sufrían de parte del maestro Gilberto “N”, un profesor que, a decir de los quejosos, los insultaba, denigraba, humillaba, descalificaba y violentaba verbalmente. El mismo profesor fue acusado por los estudiantes ante Raquel Sosa de hostigar, manipular, difamar y agredirlos verbal y psicológicamente. En septiembre, ante la falta de solución, los estudiantes realizaron una marcha en Palenque para exigir la salida del maestro y lo lograron. El plantel permaneció cerrado durante un mes.
Otro caso llegó hasta la Fiscalía General del Estado cuando una estudiante denunció por amenazas a la coordinadora académica, quien la amagó con quitarle la beca "Jóvenes Escribiendo el Futuro”, sin contar con atribuciones para ello.
Carencia de personal docente
Una constante de la institución es la carencia de profesores. En febrero de 2022 se solicitó por escrito a Raquel Sosa, directora general de las UBBJG, contar con una plantilla docente completa y con estabilidad laboral.
Seis meses después, en agosto, un grupo de estudiantes le reiteró la falta de profesores. En ese momento —según su solicitud— no había personal docente para impartir al menos trece materias del plan de estudios, por lo que exigieron la “inmediata contratación de docentes y garantizar el derecho humano a la educación”.
En junio de 2023, los estudiantes aún exigían la contratación de docentes. Debido a la falta de maestros —escriben— fueron afectados algunos grupos que recibieron menos horas de clase.
Actualmente, la universidad cuenta con siete maestros (entre ellos el coordinador académico de la sede) para atender a 200 alumnos organizados en ocho grupos. “Entre todos logran cubrir la exigencia de horas”, comenta una persona consultada que solicitó el anonimato.
Nuevo coordinador, viejos problemas
En la actualidad, los conflictos persisten en la Universidad del Bienestar de Palenque. En septiembre de 2025 Josué Santiago Castro tomó posesión como nuevo coordinador académico del plantel.
A menos de un mes de su llegada al cargo los alumnos de primer ingreso manifestaron su inconformidad por cambios imprevistos en el horario escolar, los cuales no fueron comunicados mediante oficio o circular formal, sino vía WhatsApp. El hecho generó incertidumbre en el estudiantado sobre la hora en que debía tomar determinadas clases o que llegara a las siete de la mañana—muchos viajan desde comunidades lejanas— y no tener clase programada.
Una persona que solicitó el anonimato, comenta a La Silla Rota que la universidad atiende a padres y madres de familia, trabajadores, abuelas y personas que presentan alguna discapacidad. “El cambio de horarios atenta contra ellos de manera directa”, dice.
Alumnos de séptimo grado demandaron a Santiago Castro agilizar los trámites para iniciar sus prácticas profesionales. En respuesta a la solicitud se escucha en un audio que el coordinador dice, con tono alterado, que no firmaría ningún documento sin la autorización del Organismo Coordinador central, cuya sede está en Pátzcuaro, Michoacán, pues es “la autoridad que me paga, que me contrató”.
El 31 de octubre pasado, un grupo de 25 albañiles tomó y cerró el acceso a la universidad debido a la falta de pago durante dos semanas. De acuerdo con Rodolfo Córdova Hidalgo, padre de familia e integrante de la Comisión de Administración, instancia encargada de administrar la cuenta bancaria para el equipamiento y operación del plantel educativo, el responsable del altercado fue el coordinador Santiago Castro.
En entrevista con el medio local Punto Cero Chiapas, Córdova Hidalgo sostuvo que desde el cambio de coordinador se han generado diversos problemas. Agregó: “hoy vinimos a pagar a las 12 de la tarde, pero el coordinador nos quitó el teléfono con la banca electrónica y lo guardó en su maleta. Se negó a pagar en ese momento y dijo que se haría hasta las tres de la tarde. Los trabajadores están en su derecho de exigir su pago”.
El problema se superó cuando Raquel Sosa llamó por teléfono a Córdova Hidalgo. “Me habló la mera jefa, Raquel, tengo la llamada grabada. Que por favor viniera a pagar a los trabajadores y a eso vine. Me dijo la doctora que el profe Josué tiene que dar una disculpa pública a todos los que están aquí porque fue por él que se llevó a cabo todo este relajo”.
Pese a las condiciones de estudio y de trabajo expuestas, de la Universidad del Bienestar de Palenque han egresado 165 estudiantes, de los cuales se han titulado 79.
lrc
