Acapulco, Guerrero.- En Acapulco, más de 10 mil comerciantes ambulantes de la zona turística del puerto irrumpieron en las obras que realiza el Fondo Nacional para la Infraestructura Turística (Fonatur) y derribaron las vallas de madera que habían sido colocadas por la empresa constructora en el malecón, -como una forma de protesta ante el temor que sean desalojados de sus fuentes de empleo-.
El grupo de hombres y mujeres que vende productos a los turistas y gente local han señalado que tan pronto como se terminen las obras de remodelación en este municipio, ya no se les permitirá más vender sobre la vía pública, por lo que han estado realizando una serie de protestas y bloqueos en la zona turística de Acapulco.
La venta, su única fuente de empleo
Sobre esta situación, intentamos platicar con algunos de los afectados, pero tal parece que se les tiene prohibido hablar del tema. Fue el presidente de la organización que aglutina a todos los vendedores ambulantes, Jesús Zamora Cervantes, quién manifestó “que no está de acuerdo con las obras que Fonatur está realizando en este destino turístico”.
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Lo cierto es que pese a que los prestadores de servicios turísticos tiraron las vallas de madera que daba seguridad a la zona donde se realizan los trabajos de remodelación del malecón, no se interrumpieron las jornadas de trabajo de la empresa constructora.
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Sobre la banqueta, a unos pasos de la avenida costera Miguel Alemán, frente al Zócalo, se observa a una decena de empleados con chalecos realizar cortes al concreto a pesar de las recientes protestas de los prestadores de servicios turísticos.
Los que se dicen que van a ser desplazados de sus sitios de trabajo le hacen un llamado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para que no les quiten la única fuente de empleo que tienen, porque en este destino de playa no existe la industria ni fábricas como en otros estados del país.
Irregularidades en las obras
Según Zamora Cervantes, presidente de Infraestructura del Consejo Consultivo de Turismo de Acapulco, dijo que todos los comerciantes que hacen negocio en la zona Costera, pagan sus debidos pagos de impuestos al gobierno tanto del municipio como federal.
Asimismo señaló las irregularidades que se están presentando en las obras que realiza Fonatur en la zona del muelle, Zamora indica que no se tiene un estudio de impacto ambiental. Por otro lado, también mencionó el dirigente de comerciantes que, en el caso particular del Marinabús, es que no es un sistema de transporte para todo el público porque solo tiene dos puntos en sus recorridos.
La inconformidad del Marinabús, es que, de entrada, no tiene número matrícula, tampoco cuenta con los permisos que toda embarcación debe tener.
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No tiene matrícula, ni cuenta con los permisos, correspondientes, aún a pesar de que la Marina Armada de México sabe que toda embarcación lo debe tener. Sobre el costo del proyecto del Marinabus, dicen que costó 190 millones lo cual aseguran no los vale porque es un catamarán pintado a mano.
Cuando se le preguntó al dirigente sobre la anarquía en las playas solo expresó que los responsables de que eso pase es la SEMARNAT y PROFEPA. En cuanto al daño de afectación por el servicio Marinabús es que va a afectar a los que realizan recorridos en lanchas por la bahía y son al menos 79 cooperativas que deben ser renumeradas por dicha afectación que tiene que ver con sus ingresos.
En medio de todo esto, los prestadores de servicios turísticos dicen que Sebastián Ramírez, responsable de Fonatur, no ha informado sobre las obras y sus posibles afectaciones al sector de fuentes de empleo como el de los ambulantes.
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Contexto: Los más de 10 mil vendedores y prestadores de servicios en todo Acapulco sostienen que no están en contra de la inversión, pero siempre y cuando estas obras no afecten a los que viven y comen del turismo.
Finalmente han señalado que respaldan las iniciativas de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero afirman que sobre lo que está pasando en Acapulco con las obras de remodelación le están mintiendo.