Puebla, Puebla -México vive una crisis por la gran cantidad de cuerpos sin vida que se encuentran sin identificar en las sedes de los Servicios Médicos Forenses (Semefo), por lo que varios estados han comenzado a cotejar las huellas dactilares de estas personas con la base de datos del Instituto Nacional Electoral (INE).
Son 11 las entidades que implementaron programas similares de identificación humana, pero destaca el caso de Puebla, que en menos de tres meses ha entregado 100 cuerpos que durante años permanecieron sin identidad. En entrevista con La Silla Rota, Rogelio Carpío Ríos, titular del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) de la Fiscalía del Estado Puebla (FGE), considera exitosos los resultados que han obtenido en tan poco tiempo, aunque la tarea ha sido difícil.
“En los 21 años que llevo como forense no habíamos hecho esto, 100 personas entregadas a sus a sus familiares es una cosa increíble y creo que somos pioneros a nivel nacional”, considera. “Todos los días vamos actualizando las cifras” dice Rogelio Carpio y agrega que sólo el día de la entrevista recibieron otras 16 identificaciones positivas.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) realizó convenios similares con otras entidades de México. Además de Puebla, está Colima, Morelos, Jalisco, Sinaloa, Sonora y Zacatecas. Estos son los estados que publican las fichas identidad de las personas fallecidas.
Una base de datos con miles de huellas
El programa comenzó a gestionarse desde abril de este año a través de un convenio con el Fondo de Población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que incluyó capacitación y la donación de equipo biométrico similar al que utilizan los bancos para digitalizar las huellas de sus clientes.
Cuando una persona fallecida no identificada llega al Servicio Médico Forense (Semefo) se realiza un procedimiento llamado archivo básico de identificación, donde se determina la causa de su muerte y se toman muestras genéticas, odontológicas y óseas, además de las huellas dactilares.
En varios casos, los cadáveres pasan mucho tiempo antes de que sean encontrados y llevados al Semefo, por lo que la guanteleta de las manos se pierde o se degrada dañando las huellas dactilares, pero hay un punto en el que se pueden salvar gracias a las técnicas desarrolladas por los forenses.
Para arrancar el programa, el Instituto de Ciencias Forenses de la Fiscalía de Puebla echó mano de su banco de huellas plasmadas en papel con registros que llegan hasta 2017. Se escaneó un primer lote de huellas dactilares que después se convirtieron al formato .wsc, el cual permite tener una imagen de mejor calidad que puede ser ampliada.
Las huellas digitalizadas se enviaron al Instituto Nacional Electoral (INE) para cotejarlas con el padrón electoral, el cual tiene un registro de 99 millones 616 mil 555 personas con corte a septiembre de 2025, una de las bases de datos personales más grandes del mundo.
El primer lote constó de 442 huellas dactilares, las cuales arrojaron 220 resultados positivos, es decir, 220 personas sin vida que recuperaron su identidad después de años de permanecer como no identificadas. Pero la información que entrega el INE no se limita al nombre, también incluye una fotografía, el lugar de nacimiento y la última dirección que registró la persona ante el Instituto.
En varios casos, tanto las direcciones como las fotos son viejas debido a que las personas no renuevan constantemente su credencial para votar; pero en la mayoría de los casos, con esos datos basta para que los familiares los encuentren.
Se podría optar por la vía de la identificación genética, pero los costos son muy elevados y también se incrementa el tiempo que tarda en darse un resultado positivo.
Contactar a los familiares
Una vez que se identificó a las personas, el principal reto era vincularse con los familiares, recuerda Rogelio Carpio, por lo que elaboraron un minisitio dentro del portal de la FGE con la dirección: https://fiscalia.puebla.gob.mx/incifo. Ahí, se despliega un carrusel con los nombres y fotografías de las personas identificadas.
En muchos casos, la gente no busca a sus familiares cuando estos se van de casa, comenta el director del Incifo, por lo que invitan a la ciudadanía a usar esta nueva herramienta para ubicarlos.
Rogelio Carpio comenta que han sido de gran ayuda las redes sociales, en particular Facebook, ya que varias personas han publicado capturas de pantalla de las fotografías del minisitio. Por ejemplo, el colectivo Voz de los Desaparecidos publicó una lista de 228 nombres identificados por el programa para ayudar a las familias buscadoras.
Hasta los primeros días de octubre, se habían realizado 133 entrevistas con familiares, con identificación positiva, dictámenes y proceso de exhumación. A las personas se les muestra una fotografía de cómo llegó su familiar al Semefo y se debe proceder con cuidado al explicarles el contexto en que falleció, porque el impacto es fuerte para las familias.
Cuando una persona identifica a alguno de los cuerpos, debe solicitar una cita en el Semefo e iniciar los trámites correspondientes para recibirlo. Este proceso es rápido, muestra de ello son los 100 cuerpos que se han liberado en tres meses.
Entregar un cuerpo en resguardo requiere de trámites ante diversas dependencias como la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Puebla (DPRIS), la Secretaría de Salud y el Ministerio Público, por lo que la FGE ha trabajado en agilizar los trámites como parte del programa.
En el panteón de La Piedad se encuentra el centro de resguardo donde hay cerca de mil restos de personas no identificadas. Se trata de una construcción vertical con nichos donde se resguardan cuerpos completos, en la mayoría de los casos, pero en otros sólo son partes del mismo, como una extremidad, o fetos que aparecen abandonados en las calles de la ciudad.
También hay otro grupo grande de cadáveres en la cámara fría del Semefo, pero ni siquiera la temperatura de entre 0 y -4° impide que el tiempo los descomponga, por lo que eventualmente deben trasladarlos al centro de resguardo. A inicios de 2025, entre estos dos sitios sumaban un total de mil 240 cuerpos sin identificar.
Una vez que la familia solicita la entrega del cuerpo, el Ministerio Público ordena la exhumación del cadáver, para entregarlo y realizar los servicios funerarios. Debido a la descomposición no es posible celebrar un velorio, por lo que el cuerpo se debe inhumar o cremar de inmediato en donde la familia determine.
De los 100 cuerpos entregados hasta el momento, 33 han salido de la cámara fría y 67 fueron exhumados. 67 de los identificados son del estado de Puebla. Nueve son de Veracruz, cinco de la Ciudad de México, cinco de Tlaxcala, cuatro del Estado de México, dos de Guerrero, dos de Oaxaca, dos de Chiapas, dos de Tabasco, uno de Morelos y uno de Michoacán.
Reencontrar a un ser querido
Recibir el cuerpo de su ser querido despierta sentimientos encontrados entre los familiares, por un lado se termina la incertidumbre de no saber qué le pasó; por otro lado es una experiencia dolorosa descubrir cómo terminó su vida.
“Sí hay dolor, sí hay tristeza, pero a la vez hay un cierto confort de saber que ya me lo llevo y sé que en algún lugar lo voy a ir a venerar”, comenta el director del Incifo. “Esa parte de andar buscando, ahí se apaga. Ahora viene el luto que ellos tienen que seguirle a su familiar”, cuenta Rogelio Carpio.
El titular del Instituto de Ciencias Forenses, comenta que han recibido muestras de agradecimiento de las familias que reciben por fin el cuerpo, aunque reconoce que no es un momento grato para ninguna de las dos partes.
El número 100
El cuerpo número 100 que se entregó el 2 de octubre pasado y correspondió a un joven en situación de calle que falleció en la ciudad de Puebla en 2021 y había sido buscado por sus familiares por cuatro años. A decir de las autoridades, lo que sigue es darle la mayor difusión posible al programa de identificación humana a fin de que más personas ingresen a buscar a sus familiares.
Las primeras huellas que se enviaron al INE corresponden a los cuerpos resguardados en las instalaciones de la ciudad de Puebla, pero la intención es ampliar el programa a todo el estado.
Se estima que en México hay más de 120 mil personas desaparecidas, de acuerdo al Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, (RNPED). Los cuerpos de varias de ellas se encuentran en los Semefos sin identificar por lo que este programa ayudaría a reducir esta cifra.
“Yo quiero que se vayan con sus familias, esa es la intención”, concluye Rogelio Carpio.
