GUADALAJARA, Jalisco.- El acuerdo alcanzado entre productores de maíz y el gobierno mexicano dejó insatisfacción luego de las negociaciones en relación con el precio del grano; tras 36 horas de bloqueos carreteros en una decena de estados, principalmente en Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
Según los agricultores, el precio fijo por tonelada de maíz no se mantuvo, sino que se dejó libre, lo que significa que su valor dependerá del dólar y de la bolsa de Chicago. El nuevo precio será de 5,200 pesos más 950 pesos de apoyo gubernamental tanto del gobierno federal como los estatales, lo que totaliza 6,150 pesos por tonelada. Sin embargo, denuncian que los apoyos prometidos rara vez llegan a los agricultores o siempre resultan insuficientes.
Productores entrevistados por La Silla Rota como Armando Ramírez integrante de la organización Maiceros y Campesinos Unidos de la Zona Ciénega de La Barca Jalisco y Michoacán consideran que lo logrado es limitado y precario y señalaron que el gobierno no abordó el problema de raíz.
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"En esta enfermedad que tiene el campo mexicano, de todo lo que nos está pasando, le pusieron un curita a la herida nada más, o sea, no curaron la herida del campo", apuntó
Los productores agrícolas denuncian que el campo ha sido abandonado por el gobierno. Además, lamentan que los empresarios tengan el gran poder en la fijación de precios y que el gobierno no intervenga para regularles. Expresaron preocupación por el futuro del campo, anticiparon una posible disminución en la producción de maíz, la venta de tierras e implementos, y la migración de los agricultores.
Los agricultores consideran que lo concretado en las negociaciones fue "muy poco" y que el acuerdo no satisface sus expectativas. La única garantía que tienen es la minuta firmada en la negociación, esperan que al menos el gobierno cumpla con lo acordado. Advierten que, si las promesas no se cumplen, el movimiento de protesta podría reactivarse a nivel nacional.
Los agricultores denunciaron que detectaron un cambio en el discurso entre lo dicho en las negociaciones y lo declarado en la conferencia de “La Mañanera” por parte del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Julio Berdegué Sacristán.
“No estamos de acuerdo con lo que se difundió en la Mañanera el día de hoy. En la negociación del día de ayer no se limitaron a las toneladas por productor. No se mencionó nada de eso y el volumen que se pidió fue toda la cosecha del estado de Jalisco. Hablando de nosotros, igual en el estado de Guanajuato y de Michoacán. Entonces, señores, eso que está diciendo el secretario Julio Berdegué de hasta un millón cuatrocientas mil toneladas para El Bajío es una total mentira. También de la limitación de hasta doscientas toneladas por productor es una total mentira”, señaló el productor de Jalisco Pavel Guerrero quién junto con Antonio y Edgar estuvieron presentes en las negociaciones de los representantes de los productores de maíz, efectuadas en la Ciudad de México.
Denuncian abandono gubernamental del campo
El integrante de Campesinos Unidos de la Ciénega, Jesús Díaz, manifestó una profunda insatisfacción con los acuerdos alcanzados tras las recientes protestas, señalando que "no se queda conforme con el tema".
Los acuerdos logrados, que establecen un precio de 6,150 pesos por tonelada de maíz (5,200 del precio base más 950 de apoyo gubernamental), están lejos de los 7,200 pesos que buscaban los agricultores. Díaz advirtió que esta situación podría llevar a una disminución en la siembra de maíz y otros cultivos, como el trigo, en el próximo año. "Empezar a tomar medidas drásticas en ese sentido", sugirió, con la esperanza de que la escasez resultante eleve los precios y haga que la gente "entienda el mensaje que nosotros estamos dando que no es engañar a nadie, sino que es se entiende que el campo está en un total abandono".
La principal preocupación de Díaz radica en la percepción de que los empresarios, y no el gobierno, dictan las condiciones del mercado agrícola. "Una de las demandas es por qué el empresario tiene que decidir qué hacer con nuestros productos y cuánto hay que recibir. ¿Por qué el gobierno no pone una traba?", cuestionó. Afirmó que los empresarios no se sentaron en la mesa de negociación hasta el día 27, y que el gobierno se ha "sujetado más a lo que ellos decidan". Esta situación, según Díaz, evidencia una "colusión del mismo gobierno con los altos empresarios".
Díaz también lamentó la falta de regulación y almacenamiento para los productos agrícolas, lo que obliga a los campesinos a vender a los precios que los empresarios dictan. "No hay nadie que regule eso. O sea, el gobierno no mete la mano, los empresarios son los que dicen esto", enfatizó.
El integrante de Campesinos Unidos de la Ciénega atribuyó la crisis actual a décadas de abandono del campo por parte de todos los partidos políticos, intensificado en los últimos años. Recordó la desaparición de programas como el ingreso objetivo de ASERCA (Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios), que garantizaba precios y apoyos a los agricultores, y la reducción de Procampo a una "gota de nada" en forma de fertilizante. También criticó la eliminación de programas de apoyo a la ganadería y la falta de subsidios energéticos.
Finalmente, Díaz expresó una profunda preocupación por el futuro del campo mexicano, interpretando las políticas actuales como un intento de "ahorcar para que les vendas la tierra y desaparecer a todos los pequeños agricultores y hacer puros terratenientes". Advirtió que muchos agricultores se verán obligados a vender sus implementos y endeudarse para sobrevivir. "El futuro es que muchos están tendrán que vender implementos que con muchos sacrificios compraron", sentenció.
"El futuro es que muchos tendrán que vender implementos que con muchos sacrificios compraron implementos son las herramientas que se adquieren, los tractores para labrar la tierra y trabajar la tierra, desbrozadora, de rastrillos o lo que tú quieras, pues tendrás que empezar a malbaratar pues para medio salirle al tema o pagar deudas, que al final de cuentas pasara lo que siempre pasa: endeudarse."
Díaz criticó la desestabilización de la unidad entre los manifestantes y lamentó las molestias causadas a los ciudadanos, aunque destacó el apoyo brindado a personas de la tercera edad, niños y servicios de emergencia durante los bloqueos.
Díaz concluyó con una disculpa general a la ciudadanía por las molestias causadas, pero reiteró que los agricultores se ven "guiados a tomar medidas de este tipo" debido a la desesperación. Hizo un llamado a la sociedad a comprender que el campo es fundamental para la alimentación del país y que, sin una utilidad justa, los agricultores no pueden seguir produciendo, lo que impulsa la migración y agrava la situación.
Rechazan precio propuesto y advierten crisis en el campo
La decisión, tomada tras una reunión que se extendió hasta la madrugada de este miércoles, ha sido calificada de insuficiente por los agricultores, quienes argumentan que los apoyos prometidos "nunca llegan" y los trámites para obtenerlos son excesivamente complicados.
Según los productores, el costo por hectárea oscila entre 45,000 y 60,000 pesos. Con un rendimiento promedio de 10 toneladas por hectárea, el precio actual no les permite cubrir sus gastos de producción, lo que los lleva a "trabajar para perder". Los agricultores demandan un precio de 7200 pesos por tonelada, sin la necesidad de apoyos ni trámites adicionales.
La situación se agrava con los fenómenos meteorológicos adversos, como inundaciones y granizadas, que han afectado sus cultivos. Selene Pantoja, agricultora de La Barca mencionó que invirtió 53,000 pesos por hectárea y siete de sus hectáreas se inundaron, lo que significa que no alcanzará las 10 toneladas por hectárea. El apoyo gubernamental de 2000 pesos por hectárea inundada es considerado insignificante frente a las pérdidas.
La inviabilidad de cambiar a otros cultivos también fue destacada. La agricultura que cultiva maíz, jitomates, chiles y cebollas, relató que en abril de este año las cebollas se pagaron a 60 centavos el kilo, mientras que la inversión por hectárea de cebolla ronda los 80,000 pesos. Una experiencia similar vivió con los chiles el año pasado. La saturación del mercado con otros productos advierten que derivará en la caída generalizada de los precios, afectando a todos los agricultores.
Ante este panorama, los productores como Selene visualizan un futuro desalentador para el campo. Algunos consideran ya la posibilidad de rentar sus tierras o incluso abandonarlas, ya que la actividad agrícola ha dejado de ser un negocio rentable. La venta de maquinaria y la dependencia de créditos con altos intereses son algunas de las medidas que se ven obligados a tomar para subsistir.
Los agricultores como Pantoja hacen un llamado a la solidaridad de los consumidores, pidiéndoles que comprendan el proceso y el costo real de la producción de alimentos. Critican la política gubernamental de abandono del campo, sugiriendo que al gobierno le resulta más económico importar maíz que apoyar la producción nacional. La ineficacia de los programas de apoyo, como Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana), que ha sido calificada de "fraude" por algunos productores, agrava la crisis. Un caso mencionado es el de compañeros que, tras un año de haber entregado su maíz, aún no han recibido el apoyo prometido, perdiendo el dinero invertido en el almacenamiento y traslado.
La preocupación es que esta situación lleve a una escasez de productos alimentarios en el futuro, una consecuencia que, según los productores, el gobierno no está considerando al abandonar el campo y a sus trabajadores.
La reconversión no es solución y los apoyos son insuficientes
La insatisfacción de los productores se extiende a otros aspectos, como el apoyo gubernamental por desastres naturales. Armando Ramírez de la organización Maiceros y Campesinos de la Zona Ciénega de La Barca Jalisco y Michoacán, relató que de las 15 hectáreas de maíz que sembró, 5 se le inundaron, señaló que el gobierno ofreció 2,000 pesos por hectárea como apoyo, limitado a un máximo de 5 hectáreas. Esta cifra es considerada una "burla", ya que la inversión por hectárea ronda los 55,000 pesos. Además, el papeleo requerido para acceder a estos 2,000 pesos implica gastos de entre 600 y 700 pesos, dejando un apoyo real de solo 1,000 pesos.
Los productores también manifestaron que cambiar de cultivo no es una opción viable para la mayoría, debido a la necesidad de adaptar el cultivo al terreno, asegurar compradores y adquirir maquinaria específica para cada tipo de cosecha.
La zona Ciénega de La Barca, que incluye a los municipios de Jalisco y Michoacán, es una región maicera importante, reconocida por la calidad de su maíz para consumo humano. Los agricultores de esta zona, que incluye municipios como La Barca, Ocotlán, Zamora, Jiquilpan y Sahuayo, lamentan que su maíz de alta calidad se vea afectado por precios bajos, especialmente en comparación con el maíz transgénico importado, que a menudo se utiliza para consumo animal, pero es empleado por algunos industriales para la elaboración de tortillas.
La organización de agricultores Maiceros y Campesinos de la Zona Ciénega de La Barca Jalisco y Michoacán agrupa a miles de productores, incluyendo el segundo ejido más grande de México en Vista Hermosa, Michoacán. A pesar de la dedicación de años al cultivo de maíz, algunos productores, como el entrevistado, Armado Ramírez con 20 años de experiencia, consideran "tirar la toalla" ante la difícil situación.
lrc
