MÉRIDA

Indignación en Mérida por envenenamiento de 15 perros en la Central de Abastos

De acuerdo con imágenes de las cámaras de seguridad de la Central de Abastos, un hombre con una bolsa negra arrojó alimento envenenado en lo que parece ser el área de estacionamiento

Créditos: Especial
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YUCATAN.– La crueldad contra los animales en Yucatán alcanzó un nuevo nivel de alarma este día, cuando se reportó la muerte por envenenamiento de 15 perros en la Central de Abastos de Mérida, un lugar donde los locatarios cuidan, alimentan y esterilizan a los animales, además de colaborar con perros rescatados por organizaciones locales.

La noticia fue difundida por la organización Huellitas Franco y Fabio, que expresó su indignación en redes sociales: “Hoy fueron 15 perros en la Central de Abastos. ¿Fiscalía qué está pasando? ¿Hay algún avance con saber quiénes están haciendo estos crímenes?”. La asociación señaló que los perros eran cuidados diariamente y que este tipo de actos son “inadmisibles e injustificables”.

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Cómo ocurrieron los hechos

De acuerdo con imágenes de las cámaras de seguridad de la Central de Abastos, un hombre con una bolsa negra arrojó alimento envenenado en lo que parece ser el área de estacionamiento. Minutos después, los perros que se acercaron a comer el alimento fallecieron. Los cuerpos fueron encontrados en la madrugada por los locatarios, quienes dieron aviso inmediato a las autoridades.

Detención del responsable

Gracias a la evidencia registrada por las cámaras, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) implementó un operativo y logró detener a un hombre foráneo presuntamente contratado para cometer el acto. Raúl Escalante Aguilar, director de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Mérida, confirmó la detención y señaló que el caso quedó bajo la investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE). Además, la Comuna colaborará en las diligencias y presentará las denuncias correspondientes.

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Asimismo, el Ayuntamiento de Mérida, en un comunicado oficial, condenó enérgicamente los hechos, recordando que el maltrato animal está penado por las leyes federal, estatal y municipal. También reiteró su compromiso con el bienestar animal y la seguridad de la ciudad.

Reacciones en la comunidad

El caso generó una gran indignación en redes sociales, donde los cibernautas exigieron justicia y el castigo de los responsables, incluso convocaron a una marcha para exigir justicia. Usuarios recordaron otros incidentes recientes y destacaron la necesidad de fortalecer la protección de los animales en la ciudad, así como la rapidez de las autoridades para atender denuncias de maltrato.

Antecedentes recientes

Este incidente se suma a otros casos recientes de crueldad animal en Mérida. Por ejemplo, hace unas semanas, la FGE abrió una investigación sobre una perrita que fue encontrada con un disparo dentro de un bote de basura en la colonia Plan de Ayala Norte.

En ese caso, la Unidad de Protección Animal (UPA) y la Unidad Especializada en Delitos de Maltrato Animal Doméstico de la Fiscalía están recabando pruebas y entrevistas, mientras que el animal fue trasladado a la Clínica Veterinaria Municipal para recibir atención médica.

Una llamada a la acción

El Ayuntamiento y organizaciones civiles coinciden en que hechos como estos evidencian la urgente necesidad de reforzar la protección de los animales, fortalecer las sanciones y crear programas de prevención y educación ciudadana. Además, subrayan la importancia de que los ciudadanos denuncien actos de maltrato, contribuyendo a que las autoridades actúen de manera rápida y efectiva.

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Según el director de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Mérida, hasta el momento se han reportado al menos 38 casos de maltrato animal en la capital yucateca.

“Cada acto de crueldad que permitimos repercute en la seguridad y bienestar de toda la comunidad. No podemos permitir que este tipo de hechos se normalicen”, señaló Escalante Aguilar.

El caso de los 15 perros envenenados en la Central de Abastos es un recordatorio de que la protección animal requiere compromiso de autoridades y ciudadanos. La pronta detención del responsable es un paso, pero activistas y la sociedad exigen justicia efectiva y medidas preventivas para evitar que se repitan actos similares.

djh