Monterrey, Nuevo León – El gobernador de Nuevo León, Samuel García, no acudió a la entrega de su cuarto Informe de Actividades al Congreso local y envió en su lugar al secretario general de Gobierno, Miguel Ángel Flores. Diputados de PRI, PAN, PRD e independientes criticaron la ausencia del mandatario y señalaron que el estado enfrenta una crisis en movilidad, seguridad y servicios públicos.
Oposición critica ausencia y gestión del gobernador
La diputada independiente Rocío Montalvo, quien renunció hace meses a la bancada de Movimiento Ciudadano, cuestionó la ausencia de García y ironizó sobre el slogan “En tiempo y forma” con el que el Estado promociona el informe. Señaló que la crisis de movilidad sigue sin resolverse, y que ni el Gobernador, ni su Secretario de Gobierno, ni la Junta de Gobierno tienen claridad sobre la llegada y funcionamiento de los camiones adquiridos.
“Nos faltan más de mil 400 camiones por llegar, tenemos más de 800 fuera de servicio. Este discurso de tiempo y forma evidencia que no estamos cumpliendo”, señaló Montalvo. Por su parte, Lorena de la Garza, del PRI, acusó al mandatario de violar la Constitución al no acudir al Congreso y señaló que la Legislatura deberá convocar a una sesión solemne para garantizar la asistencia del Ejecutivo.
Claudia Caballero, del PAN, enumeró además la crisis en agua, drenaje, educación y contaminación, señalando que “en su Gobierno, la austeridad se quedó en discurso y la publicidad se volvió prioridad”. La diputada Perla Villarreal, del PRD, agregó que García sólo se preocupa por su imagen y likes, mientras que los ciudadanos piden diálogo y soluciones.
Partidos y bancada oficial defienden o cuestionan al gobernador
El Partido Verde se sumó a las críticas por la inseguridad, mientras que Morena afirmó que los logros del estado se deben a la coordinación con la Federación. En contraste, la bancada de Movimiento Ciudadano defendió al gobernador, destacando que mantiene un 85 por ciento de aprobación ciudadana en su cuarto año de gobierno.
Contexto: Desde su llegada al gobierno de Nuevo León, Samuel García ha enfrentado críticas por la gestión de la movilidad, la seguridad, los servicios públicos y la atención a la infraestructura urbana. Aunque ha impulsado programas con alta visibilidad mediática y mantiene cierto respaldo ciudadano, la oposición lo acusa de priorizar la publicidad y la autopromoción sobre soluciones efectivas para los problemas estructurales del estado.
La polémica por su ausencia en la entrega de su cuarto Informe de Actividades refleja las tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso local, así como la percepción de algunos sectores de que la rendición de cuentas ha sido insuficiente. Diputados del PRI, PAN, PRD e independientes han señalado que la gestión actual presenta crisis en transporte público, aumento de tarifas de agua y drenaje, descuido de escuelas y falta de coordinación ante emergencias.
En este contexto, la figura del gobernador se mantiene bajo escrutinio público y político, y su desempeño es evaluado tanto por los logros que la administración atribuye a la coordinación con instancias federales como por las críticas de la oposición y los ciudadanos que cuestionan la eficacia de sus políticas y la atención a problemas prioritarios del estado.