Una vez más, la indignación de la ciudadanía ante el aumento de violencia en Sinaloa se puso de manifiesto en la segunda marcha por la paz en Culiacán, en la cual los manifestantes exigieron la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya.
Al grito de “Fuera Rocha”, un contingente de más de 10 mil personas marchó desde Catedral hasta el templo de la lomita y de regreso. Las actividades de protesta incluyeron también una pega de carteles con la leyenda "Fuera Rocha” en las letras de Culiacán, así como en la entrada del Ayuntamiento de Culiacán.
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Las protestas, encendidas por la muerte de Antonio y sus hijos Gael y Alexander durante un ataque a balazos el domingo 19 de enero en el fraccionamiento Los Ángeles, al norte de la capital sinaloense.
Esos hechos generaron una protesta que tuvo lugar el pasado jueves, la cual concluyó con actos violentos en el interior de Palacio de Gobierno después de que el gobernador no saliera para confrontar la protesta.
La segunda marcha
En esta ocasión, la ciudadanía fue convocada a las 8:30 de la mañana en la explanada de Catedral para dar muestra del descontento ante la ola de violencia que se vive en los municipios del centro del estado, principalmente en Culiacán, desde el 9 septiembre de 2024, cuando inició una pugna entre “Los Mayos” y “Los Chapitos” para quedarse con el control del Cártel de Sinaloa.
Algunos manifestantes subieron la escalinata del templo de La Lomita. Mientras tanto, quienes se quedaron abajo quemaron un monigote del gobernador al grito de "Fuera Rocha"
Una mujer, madre de un desaparecido, tomó la voz para pedir un alto a la violencia y a la ola de desapariciones en Sinaloa.
“A este gobierno le faltan tres años. En tres años se va a acabar Culiacán, se va a acabar Sinaloa. Ya basta. He tenido mucha paciencia, me han endulzado el oído de una y mil maneras, Pero hoy estoy aquí en nombre de todos los desaparecidos de Sinaloa y no me voy a callar”, manifestó.
Señaló que son cientos de familias quienes aún esperan el regreso de sus hijos, quienes son inocentes en esta “narcoguerra” emprendida por los grupos delincuenciales.
Mientras la mujer hablaba, a su alrededor seguía el grito de protesta hacia el gobernador y su “narcogobierno”.
Mientras la gente marchaba de regreso, un conjunto de músicos de banda, también afectados por la violencia, tocaba “Sacaremos a ese buey de la barranca”, en referencia al mandatario.
Incluso hubo algunos que se detuvieron un momento a bailar y cantar mientras los músicos tocaban. Algunos dejaron monedas para apoyar a los músicos, quienes día a día toman las calles de Culiacán debido a la falta de trabajo producto de la violencia y el miedo.
No lo quemen
Ya en el ayuntamiento, los manifestantes pegaron los carteles de protesta en la fachada del inmueble. Mientras realizaban este acto de protesta, hubo un intento de quemar las puertas de la entrada, pero una mujer los detuvo.
Leticia Trujillo, esposa de Carlos Zavala, una víctima de desaparición, se plantó ante quienes buscaban quemar el inmueble y dijo que no era con más miedo como debía manifestarse la indignación.
“Uno vive con miedo a salir, a exigir sus derechos, y aparte que vienen con miedo, que les inviten más miedo por las desapariciones, más muertes, y encima venir a crear más violencia, pues como que no”, dijo para pedir que no se quemarán las puertas.
Con ella estaban sus hijos, quienes, entre lágrimas, insistieron que no se cometieran más actos violentos.
La marcha concluyó con la pega de carteles de “Fuera Rocha” frente a Catedral y el ayuntamiento, como una muestra más del descontento generalizado hacia el gobierno de Sinaloa.
Se cubrieron en su totalidad también las letras de Culiacán en la explanada de Catedral para retirarse.
Mañana tendrá lugar un homenaje a Gael y Alexander en la primaria Sócrates, dónde esté último estudiaba, y se cito a los manifestantes para que acudieran y continuar con una protesta pacífica.