Pátzcuaro, un emblemático municipio de Michoacán conocido por su belleza colonial y su tradición cultural, se enfrenta a una dura realidad: la creciente ola de desapariciones forzadas que azota a la comunidad.
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A lo largo de los últimos años, el número de personas desaparecidas en este pueblo mágico ha ido en aumento, afectando tanto a residentes como a visitantes.
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Los secuestros y las desapariciones se han convertido en una constante que afecta a familias enteras, sumiéndolas en la desesperación y el dolor. Las víctimas y sus familias denuncian la falta de apoyo de las autoridades y la indiferencia ante sus reclamos.
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No son hechos aislados: aumentan las desapariciones forzadas en Pátzcuaro
El presidente municipal de Pátzcuaro, Michoacán, Julio Alberto Arreola Vázquez, afirmó que el secuestro del empresario Tariácuri Hernández Rodríguez fue un "hecho aislado". Sin embargo, madres de otras víctimas de privación ilegal de la libertad desmienten esta declaración y hacen pública la desaparición de sus hijos.
Los familiares y amigos de las víctimas denuncian que lo único “mágico” que tiene el pueblo de Pátzcuaro es que las personas desaparecen.
Durante el fin de semana largo de noviembre, el Colectivo Buscando Tus Pasos A.C. registró al menos 10 personas privadas de su libertad en Pátzcuaro, a manos de grupos criminales.
Son jóvenes, jornaleros, y padres de familia; son hijos, hermanos, y seres humanos de los cuales no se tiene noticia alguna.
“Me han quitado la mitad de mi corazón”, reclama madre de desaparecido
Uno de los desaparecidos durante ese fin de semana es Miguel Ángel López Evaristo, de 20 años. Su madre, Maricela Evaristo Juárez, relató que él se encontraba en casa de una vecina en la colonia Vasco de Quiroga cuando fue llevado, y desde ese momento comenzó la búsqueda: “No duermo; a veces como, a veces no, porque no sé si mi hijo está alimentado o en qué condiciones se encuentra”.
“Es un amor”, dice Marisela sobre su hijo, quien era padre de una niña de 8 meses, la cual sufre profundamente por no tenerlo en sus brazos, ya que “su hija era su vida”, expresó.
Marisela lo describe como un hombre siempre atento y responsable con su hija, su esposa, sus hermanos y ella misma.
En entrevista con La Silla Rota, explicó que Miguel trabajaba como albañil y uno de sus sueños era viajar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
Marisela, cansada de la indiferencia de las autoridades, explicó que ha iniciado una lucha interminable en la que los padres de las víctimas son ignorados, lo que dificulta aún más la posibilidad de encontrar a sus seres queridos.
“Por eso pido a quienes se llevaron a mi hijo que me lo regresen. No busco culpables, solo quiero que me lo devuelvan, porque me hace mucha falta”, dijo entre lágrimas.
Se lo llevaron y dejaron a la niña ahí
Samanta y Danna Paola buscan a su papá, José Manuel Cisneros Gómez, de 47 años, quien también fue desaparecido el 17 de noviembre. Según su familia, José Manuel fue secuestrado por sujetos armados en presencia de su hija menor, de 5 años, quien vio cómo lo golpeaban y lo llevaban, por lo que tuvo que ser auxiliada por una vecina.
Desde entonces, la niña no para de llorar, diciendo que extraña mucho a su papá, relató Samantha, una de las hijas mayores. Describió a su padre como un hombre cariñoso y responsable.
José Manuel vivía en San Luis Potosí y viajaba a Pátzcuaro unas dos veces al mes para ver a sus hijas, ya que se había separado de su esposa. En los últimos tiempos, convivía más con la hija menor.
Una de las ilusiones de su papá era comprar un tráiler para generar sus propios ingresos y mejorar su calidad de vida.
Samantha, junto con su hermana Danna Paola, pidió a los responsables de la desaparición de su padre que lo liberen, ya que siempre fue un hombre ejemplar que nunca se metió en problemas.
“Ellos (los criminales) también tienen familia. Que piensen en sus padres, en sus hermanos, en sus hijos, porque estamos desesperados. Es una angustia que no nos deja tranquilos”, señalaron.
Nos llevan junto con ellos
Juan Carlos Bello Iturbe, de 28 años, desapareció el 2 de septiembre en Pátzcuaro. Como las demás víctimas, su paradero sigue siendo desconocido.
Juan Carlos era padre de una niña de 6 años. Trabajaba como guardia de seguridad en un hotel por las noches y durante el día era empleado en una hojalatería.
Rosa María Iturbe Aguilar, madre de Juan Carlos, relató que sujetos armados se lo llevaron de su trabajo, junto con otras cuatro personas. “Lo secuestraron junto con ellos. Fueron cinco en total”, detalló.
A través de mensajes de texto, le informaron que Juan Carlos supuestamente estaba con unas mujeres y que se comunicaría más tarde, pero nunca volvieron a saber de él.
Según la información que recabaron, a Juan Carlos lo secuestraron porque fue testigo del secuestro de otras personas.
Rosa María, angustiada por la falta de noticias, explicó que su hija llora constantemente por su papá y que le dice que quiere ir a buscarlo.
No hay motivo para que se lo llevaran
Abundio Alva Ávila busca a su hermano José Luis, de 63 años, quien vivía solo y a quien él ayudaba con sus gastos. José Luis trabajaba como ayudante en un puesto de verduras y era querido por su familia, vecinos y comerciantes del mercado municipal.
José Luis desapareció la noche del 17 de noviembre, cuando Pátzcuaro era noticia mundial por el secuestro de un empresario restaurantero en la comunidad de Tzurumutaro.
“A mi hermano lo llevaron de su casa. Creo que estaba dormido, porque vi sus zapatos y una camisa en la entrada, lo que sugiere que lo llevaron sin zapatos y sin camisa”, recordó Abundio, quien no comprende por qué le hicieron daño a su hermano, ya que siempre fue una persona tranquila.
Abundio denunció que al intentar presentar la denuncia ante la Fiscalía de Pátzcuaro, le rechazaron el trámite y lo enviaron a Morelia sin darle información sobre qué documentos necesitaba.
Violencia del Ministerio Público a familiares
Como Abundio, muchos familiares de las víctimas han denunciado maltrato, revictimización y falta de información por parte del Ministerio Público de Pátzcuaro, lo que dificulta dar seguimiento a las denuncias.
En una reunión reciente del 17 de diciembre con la Fiscalía, la Comisión de Búsqueda, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y autoridades municipales, los familiares de las víctimas expusieron la forma en que son tratados.
Julio Alberto Arreola Vázquez, presidente municipal, afirmó que su administración está trabajando para dar atención a las personas que atraviesan esta difícil situación.
Informó que buscan que la Guardia Nacional tenga un destacamento permanente en Pátzcuaro para reforzar la seguridad y que el Ministerio Público sea más empático al recibir denuncias.
El alcalde también mencionó que se están tomando medidas para que las denuncias se registren y se tramiten adecuadamente, y que las búsquedas continúen.
Según el Observatorio Nacional Ciudadano, con datos del INEGI, en octubre de 2024 se abrieron 107 carpetas de investigación en Pátzcuaro por delitos como secuestro, robo, violencia familiar, entre otros.
En Pátzcuaro operan el Cártel de Los Viagras, los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación.