El número de familias que han abandonado en la última semana varias localidades del municipio de Chinicuila, Michoacán, ha aumentado debido a los constantes ataques armados y con explosivos perpetrados por una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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Según pobladores y autoridades comunitarias, ya se cumplió una semana de violencia, durante la cual la Guardia Nacional, a pesar de tener un cuartel en la zona, ha permanecido inactiva.
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La mañana de este jueves, habitantes de la localidad de Coahuayula sufrieron un nuevo ataque armado y con explosivos.
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Algunos pobladores relataron que, una vez más, vivieron el terror de los atentados perpetrados por la célula criminal que opera en esta región serrana del estado.
El ataque comenzó minutos después de las 7:00 a.m. y se prolongó durante casi una hora, sembrando el pánico entre niños, adultos mayores, mujeres y jóvenes.
Pobladores viven un infierno evitando los "dronazos" del CJNG
“Esa hora fue un infierno para nosotros, porque ya no sabemos dónde escondernos para evitar un dronazo o una bala”, expresó Lorenzo Naranjo, un jornalero de la localidad.
Lorenzo, quien también es padre de familia, narró que estaba a punto de salir para alimentar a sus vacas cuando comenzó a escuchar los estruendos de los fusiles de asalto. De inmediato, metió a su esposa y a sus hijos de 3, 5 y 7 años en uno de los baños de su casa para protegerlos.
“Pero parecía insuficiente, porque aquello sonaba como si un explosivo fuera a tragarnos. Imagínese, las bombas son tan potentes que a un vecino le atravesaron el concreto del techo de su casa... ¿qué podemos esperar nosotros, que solo tenemos techos de lámina?”, relató Lorenzo.
José Inés Solórzano, otro vecino de la comunidad, aseguró que los ataques ya llevan una semana, incluso con la presencia de fuerzas federales en la zona.
Pobladores critican inacción de la Guardia Nacional
“Esto ocurre todos los días. Nos bombardean y por eso mucha gente ya se ha ido, escapando como puede. Los de la Guardia Nacional, que tienen su cuartel aquí cerca, no hacen nada. Y no es posible que no se den cuenta, si hasta pasan por aquí”, denunció.
Tanto José Inés como Lorenzo explicaron que esa misma mañana lograron salir de Coahuayula con apenas algo de ropa, buscando salvar la vida de sus familias.
Por separado, mencionaron no saber qué hacer o a dónde ir, pues el cártel controla Chinicuila y los municipios aledaños como Coalcomán y Aguililla.
“Si corremos hacia Colima, la situación es igual. Solo nos queda ir hacia Coahuayana, aunque hace unas semanas mataron a unos militares en esa zona y no les hicieron nada a los responsables”, señaló José.
Lorenzo, quien en el pasado fue autoridad comunitaria, lamentó el asesinato de los militares emboscados por el CJNG mientras patrullaban en las cercanías.
“Imagínese, si eso le hicieron a los soldados a unos minutos de donde está la Guardia Nacional, ¿qué podemos esperar nosotros?”, cuestionó.
En fotografías compartidas por los habitantes, se observan los daños que dejaron los explosivos en techos de concreto reforzado con varillas. En otras imágenes se ven orificios provocados por balas de fusiles de asalto, incluidos disparos de Barrett calibre .50, en paredes, ventanas y techumbres.
Un video muestra algunos momentos en los que el grupo criminal descarga sus armas de grueso calibre contra la comunidad.
Exigen intervención de las autoridades federales
Desde mayo del año pasado, diversos organismos de derechos humanos solicitaron la intervención inmediata de las autoridades federales.
Entre estas peticiones, destaca un documento emitido por la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT).
Violencia azota a Michoacán
La región Sierra Costa de Michoacán está asolada por la violencia. Entre los hechos recientes destacan los ataques a Ostula y Coahuayana, el asesinato de defensores comunitarios como Antonio Regis (Ostula) y Eustacio Alcalá (San Juan Huitzontla), así como la desaparición forzada de José Gabriel Pelayo (Coahuayula), Antonio Valencia (Aquila) y Ricardo Lagunes, defensor de derechos humanos.
En Coahuayula habitan aproximadamente 200 personas, entre las que preocupa especialmente la seguridad de niños, niñas, adolescentes y adultos mayores.