Un grupo de migrantes intentó ingresar a Estados Unidos de manera masiva, pero fue rechazado en el puente internacional entre Matamoros, Tamaulipas, y Brownsville, Texas, donde se reforzaron las medidas de seguridad
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Tras el cierre de la aplicación CBP One y la desesperación provocada por la suspensión en el otorgamiento de visas, un grupo de aproximadamente 50 personas de origen colombiano intentó distraer a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza al intentar cruzar corriendo. Sin embargo, fueron rechazados con la instalación de vallas y la intervención de agentes de la Policía del Condado de Cameron.
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El incidente ocurrió en el llamado “puente nuevo” que conecta Matamoros con Brownsville, en el centro de ambas ciudades.
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“Venimos de muy lejos”, dicen los migrantes desesperados
Yoli Santacruz, quien llegó hace seis meses a Matamoros con su esposo y su hijo de seis años tras realizar el trámite a través de la aplicación CBP One, expresó su desesperación al enterarse de que Estados Unidos suspendió indefinidamente la entrega de visas.
“Venimos de muy lejos. Nos costó mucho llegar hasta acá, con mucho sufrimiento, hambre, calor extremo y un frío insoportable al que no estamos acostumbrados”, comentó.
Y añadió: “No sabemos nada. Nadie nos informa. Llegamos a la mitad del puente y los agentes de Estados Unidos nos dicen que no hay visas. Les mostramos que obtuvimos la cita por la aplicación, pero la respuesta sigue siendo la misma: no hay visas”.
Entre gritos y lágrimas, sostuvo: “Ya llegamos hasta aquí y no nos vamos a devolver. Vamos a cruzar como sea. Allá no tenemos nada, vendimos todo para poder venirnos. Solo tenemos algunos familiares allá”.
La situación en los albergues
En los albergues Senda de Vida en Reynosa hay aproximadamente 600 migrantes; en Matamoros, 400; y en Nuevo Laredo, el resto, para un total de 1,400 personas a lo largo de la frontera en Tamaulipas.
Los migrantes se encuentran desesperados, y algunos consideran cruzar el río Bravo a nado o ingresar de manera ilegal. Sin embargo, el caudal del río y las bajas temperaturas representan un alto riesgo.
Además, las autoridades han reforzado la vigilancia en la ribera del río Bravo para evitar que los migrantes se lancen al agua con la intención de cruzar.
A pesar de las temperaturas de hasta menos cuatro grados, los migrantes se niegan a retirarse de las inmediaciones de los puentes internacionales y permanecen cerca con la esperanza de que Estados Unidos reanude la entrega de visas humanitarias.
Aunque ya ha habido varios detenidos, las autoridades mexicanas solo se limitan a exhortar a los migrantes para que desistan de cruzar ilegalmente hacia el país vecino. Sin embargo, saben que los migrantes intentarán una y otra vez cruzar a Estados Unidos.