MIGRACIÓN

Huyen de Trump y los atraca la Aduana

La familia León Solórzano fue despojada de su camioneta y 5 mil dólares por autoridades aduaneras mexicanas

Decidieron regresar a México debido al miedo a las políticas migratorias de Donald Trump
Decidieron regresar a México debido al miedo a las políticas migratorias de Donald Trump Créditos: Especial
Escrito en ESTADOS el

La migración es una de las problemáticas más complejas para muchas familias latinoamericanas. Quienes cruzan las fronteras en busca de una vida mejor no solo enfrentan desafíos al llegar a Estados Unidos, sino que también se encuentran con obstáculos al regresar a México, donde deben enfrentar nuevas dificultades para reintegrarse y reconstruir sus vidas.

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Tal es el caso de una humilde familia de migrantes mexicanos que fue despojada de una camioneta y cinco mil dólares, según denunciaron activistas sociales y los propios afectados ante los medios de comunicación.

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Todo comenzó el lunes 20 de enero a las 16:00 horas, cuando la pareja formada por Carlos Antonio León, de 25 años, y Sonia Solórzano, de 24, llegaron desde Phoenix, Arizona, literalmente huyendo de Donald Trump.

Carlos Antonio y Sonia salieron en marzo de 2024 de Uruapan, Michoacán, escapando de la violencia, dejando atrás la huerta que amorosamente cuidaban y que les proporcionaba sustento.

Los niños, Naomi y Coria, los acompañaron en esta aventura hacia una vida mejor en el país del Sueño Americano.

En pocas semanas solicitaron asilo político debido a la violencia y fueron aceptados en Estados Unidos, donde fueron recibidos por familiares en Phoenix, Arizona.

Como personas de trabajo, comenzaron a emplearse en la limpieza de viviendas, jardinería y otros trabajos informales.

En pocos meses y con la ayuda de la familia, lograron comprarse un carro y reunir algunas comodidades que nunca habían tenido en su vida.

Salieron de Estados Unidos por el miedo a Trump

Para fin de año, toda la familia temía a Donald Trump como si fuera el mismo diablo.

“Escuchar todos los días los discursos de odio contra los migrantes nos fue llenando de miedo”, dijo Sonia, por lo que decidieron regresar a México.

Ella comenta que el miedo de los migrantes es generalizado; todos temen las políticas del actual presidente de Estados Unidos.

Tuvimos miedo y decidimos regresarnos a México con lo poco que teníamos, pensando que si nos deportaban, llegaríamos sin nada en las manos”, comentó Sonia.

Sufren robo en la aduana 

La familia León Solórzano emprendió el regreso el 20 de enero, una hora antes de que Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos. Por algunos retrasos, llegaron a las 16:00 horas a la Garita Centro de Nogales, Sonora… a su amado México.

El carro venía sobrecargado con todo tipo de objetos necesarios para un mexicano experto en reparar cualquier cosa, además de las pertenencias personales y familiares.

Era un auto tipo pick-up, modelo 2008, Ford 150, que compraron a plazos por 4 mil dólares que consiguieron “haciendo yardas”, es decir, limpiando casas y cortando hierba.

Fue aquí donde comenzó su viacrucis. A las 16:00 horas los recibieron unos agentes encapuchados con pasamontañas y sin identificaciones visibles.

El pasamontañas y las chamarras se deben al frío clima de Nogales, con temperaturas actuales de hasta -4 grados.

Nos acusaron de estar traficando con un carro, que venía demasiado cargado y nos iban a revisar a fondo”, comentó Sonia, de apenas 24 años.

Les explicaron que venían huyendo de la deportación y que tenían asilo político en trámite, pero no los escucharon mucho.

Los acusaron de contrabando, ya que ningún mexicano puede introducir un carro estadounidense. “Nosotros no sabíamos las reglas y la gente nos dijo que con el título de propiedad del carro era suficiente”, explicó.

Sin papeles y con amenazas de encarcelarlos

Los oficiales de la Aduana, administrados por la Guardia Nacional o el Ejército, asustaron a la familia, diciéndoles que podrían ir a la cárcel y que deberían entregar el carro, además de una “mordida” de cinco mil dólares.

“Nos quitaron todo el dinero que traíamos, además del carro, con el que pensábamos poner un negocio”, comentó la mujer.

Vi cómo otro automovilista les daba dinero y lo dejaban pasar sin revisarlo”, dijo.

En pocos minutos, la familia fue despojada del carro, el dinero, y a cambio no les dieron siquiera un documento que comprobara la entrega del auto ni del efectivo.

Ni siquiera me dieron la dirección de dónde ir a preguntar por la camioneta”, comentó con tristeza.

Echados a la calle

Hombre y mujer, junto con los niños, fueron echados a la calle en medio del frío, tratándolos peor que a delincuentes.

La pareja fue obligada a bajar sus pertenencias del carro, que incluían unos cien kilos de ropa, herramientas, juguetes, bicicletas y utensilios de cocina.

Ahí nos dejaron en la calle con nuestras cosas”, dice la mujer con verdadera tristeza.

Los aduaneros, bien protegidos del frío, echaron a la calle a dos niños y sus padres cuando ya caía la tarde y el frío se intensificaba.

El apoyo de las organizaciones sociales

Miembros de organizaciones sociales fueron quienes detectaron a la familia con varios bultos en las afueras de la aduana.

Francisco Olachea y Angélica Macías, activistas por los derechos humanos de los migrantes, denunciaron el hecho a La Silla Rota.

Angélica administra un albergue, mientras que Francisco proporciona comida a los migrantes y los apoya con traslados.

Rita Danks, de la organización Arizonense Voices from the Border, también fue testigo del incidente y mostró su indignación por el comportamiento de las autoridades aduaneras mexicanas, calificándolo de “terrible”.

Los rescatamos fuera de la aduana, con todo tirado en la acera y sin dinero”, comentó Olachea, visiblemente indignado.

Explicó que, a través de varias organizaciones, lograron reunir dinero para comprarles boletos de viaje y también guardar sus pertenencias para enviarlas por paquetería.

Sonia Solórzano comentó que comenzarán de nuevo, pero esperan que les regresen su dinero y su carro, aunque no quieren perjudicar a nadie.

“Escapamos de la violencia y nos fue mal, escapamos de Donald Trump y nos reciben mal en nuestro propio país”, dijo, mientras viajaba de regreso a Michoacán en un autobús patrocinado por sus benefactores de Nogales.

Es importante señalar que las autoridades federales, por política local, no atienden a la prensa, por lo que no se tiene su versión de los hechos.