Los estados fronterizos de México se preparan para enfrentar un posible incremento en las deportaciones tras el inicio el próximo lunes del segundo mandato de Donald Trump, quien ha prometido la mayor expulsión de migrantes en la historia reciente.
Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas han activado estrategias para aumentar la capacidad de albergues y centros de apoyo, con Tijuana anticipando la llegada de hasta 10 mil deportados y declarando emergencia municipal.
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En tanto que Sonora ha habilitado cerca de 9 mil 800 espacios en sus municipios, mientras que Tamaulipas prepara albergues en sus ciudades principales para recibir hasta 40 mil migrantes.
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En el interior del país, estados como Hidalgo también implementan medidas preventivas. Con un presupuesto inicial de 8 millones de pesos, la entidad busca apoyar a los deportados con capital para emprendimientos y prevé solicitar recursos adicionales en caso de una crisis mayor.
A nivel federal, la colaboración con el Instituto Nacional de Migración y otras dependencias apunta a garantizar el retorno de los deportados a sus comunidades de origen. Las acciones conjuntas buscan evitar un colapso humanitario en la frontera y brindar un soporte integral ante las posibles repercusiones de las políticas migratorias estadounidenses.
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Tijuana, Baja California, se prepara para la emergencia
El Ayuntamiento de Tijuana adoptó medidas preventivas ante la posibilidad de que al menos 10 mil personas sean deportadas de Estados Unidos con la llegada de Trump a la presidencia. El gobierno local aprobó una declaratoria de emergencia y asignó recursos jurídicos y económicos necesarios para enfrentar esta situación.
El acuerdo facultó al secretario de Gobierno Municipal, Arnulfo Guerrero León, a firmar los documentos y realizar las adquisiciones necesarias para atender la contingencia. Además, se otorgó a la Tesorería la capacidad de hacer ajustes presupuestales y crear nuevas partidas, si es necesario.
Sonora y su frontera con Arizona, uno de los puntos clave
Sonora, con su frontera con Arizona y el punto de entrada en Nogales, está preparando 9 mil 800 espacios en albergues, especialmente en los municipios fronterizos como Nogales, Sonoyta, Agua Prieta y San Luis Río Colorado. Las autoridades estatales están trabajando en estrecha colaboración con las federales para asegurar los recursos necesarios y ampliar la infraestructura para enfrentar la posible llegada de deportados.
El gobernador Alfonso Durazo Montaño destacó los esfuerzos conjuntos con las autoridades federales y estadounidenses para actualizar y expandir la infraestructura necesaria para atender la situación. El canciller Juan Ramón de la Fuente también visitó la capital de Sonora en una gira por estados fronterizos y ciudades de Estados Unidos con gran población mexicana.
Tamaulipas, un estado clave para la migración
Aunque la presencia de migrantes en la zona norte de Tamaulipas no ha aumentado significativamente, el Gobierno estatal ha tomado medidas preventivas, como la instalación de nuevos albergues en el sur del estado. Se han habilitado refugios en ciudades como Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, y se están preparando otros en Ciudad Victoria, Altamira, Madero y Tampico para atender a hasta 40 mil migrantes en caso de una deportación masiva.
La coordinación con la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración (INM) tiene como objetivo evitar que los migrantes queden varados en las ciudades fronterizas y asegurar su retorno a sus lugares de origen. El Instituto Tamaulipeco del Migrante también apoyará a los deportados con el pago del transporte para su regreso.
Hidalgo se prepara para repatriaciones
En Hidalgo, el director de Atención al Migrante, Manuel Enrique Aranda Montero, aseguró que el estado está preparado para recibir a las personas repatriadas. Con un presupuesto aproximado de 8 millones de pesos, el estado tiene programas para apoyar a los migrantes con capital para iniciar negocios. En caso de que las deportaciones se incrementen de manera significativa, se solicitará un recurso extraordinario al gobierno estatal.
Hidalgo también promueve el programa "Invierte en ti, invierte en Hidalgo", que busca apoyar a los migrantes que están en Estados Unidos para crear empresas en el estado y reducir el riesgo de fracaso empresarial, ayudándoles a prepararse para cualquier contingencia, como la que podría derivarse de una deportación masiva.
Advierten de crisis humanitaria por deportaciones
La posible deportación masiva de migrantes que promete ejecutar Donald Trump en su segundo mandato plantea un desafío para México, especialmente para los estados fronterizos. La preocupación por el impacto económico, social y humanitario de este fenómeno es palpable, ya que no solo afectaría a los migrantes mexicanos, sino que también podría desbordar los recursos destinados a su atención y generar una crisis migratoria en las regiones fronterizas.
Ante este panorama, los gobiernos locales han comenzado a implementar medidas preventivas y coordinadas con las autoridades federales para hacer frente a la situación. La capacidad de respuesta y la implementación de programas de apoyo económico y social serán claves para mitigar los efectos de esta política de deportación masiva y garantizar la dignidad y seguridad de los migrantes.
Chihuahua: deportaciones, frío y nevadas
En Chihuahua, las personas deportadas podrían enfrentar un reto adicional debido a las intensas nevadas y las bajas temperaturas que caracterizan la región, lo que agrava la situación humanitaria para quienes no cuentan con la ropa adecuada para enfrentar este clima tan extremo.
Marco Bonilla, presidente municipal de Chihuahua, señaló que la ciudad tiene actualmente capacidad para acoger a mil personas, aunque existe la posibilidad de ampliar esta infraestructura hasta 5 mil plazas, con el objetivo de proporcionarles cama, comida, abrigo, servicios de higiene y orientación migratoria, en colaboración con el gobierno federal.