Ejidatarios del municipio de Muna, Yucatán, denunciaron irregularidades en el padrón del programa Sembrando Vida del gobierno federal. Aseguraron que personas empresarias y trabajadoras del gobierno federal, cuyos salarios no cumplen con las reglas de operación, están recibiendo este apoyo.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Te podría interesar
“Para entrar nos hicieron entrevistas; nos preguntaron si teníamos terreno y cuánto ganábamos. Sin embargo, hay gente con dinero, empresarios y empleados federales que están aquí. Vemos que llegan a las juntas en sus camionetas. Preguntamos a las personas encargadas por qué eran beneficiarios, pero no obtuvimos respuesta”, explicó Alberto, un ejidatario de Muna, cuyo nombre real se mantiene en reserva por temor a represalias.
Un ejemplo señalado por los denunciantes es el caso de Minelia del Socorro Bonilla Vázquez, trabajadora de la zona arqueológica de Uxmal. Según se confirmó con la administración del lugar, ella se encarga de los paseos escolares y está próxima a jubilarse.
De acuerdo con los lineamientos del gobierno federal, Sembrando Vida proporciona un apoyo económico mensual de 6,250 pesos, dirigido a personas cuyos ingresos estén por debajo de la línea de pobreza rural. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), esta línea de pobreza hasta 2024 era de 1,600.18 pesos mensuales por persona.
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
Sembrando Vida es para personas con necesidad, denuncian
Además, los criterios del programa establecen que se debe priorizar a “personas sujetas agrarias que habiten en municipios con rezago social”. Sin embargo, también se permite incluir a personas campesinas de municipios con rezago de medio a muy alto. En el caso de Muna, el último informe del CONEVAL lo clasifica como un municipio con rezago de muy bajo a medio.
Los ingenieros responsables de Sembrando Vida, y enlaces con los ejidatarios, son Ignacio Mejía Martínez y Antonio Jiménez Zaldívar. Según los testimonios, los ejidatarios les expresaron su inconformidad, pero la única respuesta recibida fue que, debido a las campañas electorales rumbo a la presidencia, no podían entrar en conflictos con nadie.
“Se supone que es un programa para las y los campesinos; queremos que se respete y que la gente rica no se quede con estos apoyos”, comentó Alfredo, otro de los ejidatarios.
También fue señalado Gabriel Villarreal, un empresario originario de Chihuahua que, según los testimonios, adquirió tierras para hacerse parte del ejido. Tras verificarse la información, se confirmó que es propietario de “Silos Muna”, una empresa dedicada a la producción de alimentos para ganado.
Señalan a Servidora de la Nación
Otro caso denunciado es el de Carminia Guadalupe Ojeda Tello, quien funge como Servidora de la Nación. En este caso, los ejidatarios señalaron que el beneficiario del programa es su esposo, quien no cumplió con los compromisos de reforestación en las tierras.
A esta queja se sumaron relatos de personas responsables de los pagos de programas federales, quienes acusaron a Ojeda Tello de ser prepotente y de haber retenido pagos a beneficiarios en represalia personal.
Antes de la publicación de este reporte, se intentó obtener la postura de la Secretaría del Bienestar, responsable de Sembrando Vida, pero no se obtuvo respuesta.
*Nota: Los nombres de las personas entrevistadas han sido modificados o resguardados para proteger su identidad y evitar represalias.