TUXTLA GUTIÉRREZ. - Luego de estar en un rancho del municipio de Chiapa de Corzo, donde habían disfrutado de un día familiar, Gabriel Hernández Jiménez y su yerno Ladislao de Jesús Velasco Gómez salieron en su vehículo y, desde la noche del 30 de julio pasado, no se sabe nada de ellos.
En entrevista con La Silla Rota, Olga, prima hermana de Gabriel, recuerda que la incertidumbre aumentó luego de que su sobrino intentara marcarles y no le respondieran la llamada, ni los mensajes de texto.
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“El miércoles por la noche (31 de julio) se preocuparon más, porque no contestaban, y así hasta esta fecha”, explica la declarante, quien lamenta que el sábado pasado la esposa de Ladislao recibió una llamada de extorsión, en la que le exigían dinero a cambio de la vida de su esposo.
Según la cónyuge del desaparecido, cuenta Olga, la persona que le habló era un supuesto judicial de nombre Efraín, quien le mencionó que si quería saber dónde estaba Ladislao tenía que depositarle dinero, a cambio de un video donde se ve que él está vivo, “pero ya no le volvieron a marcar”.
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Fiscalía no ha dado avances
Lo que más les aflige, acepta, es que la Fiscalía de Desaparecidos no les da mayor información sobre algunos avances que se tengan. Incluso, recuerda que el viernes cuando hicieron la denuncia, les pusieron trabas.
“Mi sobrina acudió a esa instancia, y le dijeron que como ya era fin de semana, y como ya era tarde, no podían hacer nada. Le prometieron que le proporcionarían las cámaras (videos) de Chiapa de Corzo, como de cuatro puntos por donde pudieron pasar, pero resulta que tampoco le dieron nada. Nos quedamos con los brazos cruzados”, afirma.
Lo único que tienen, de acuerdo con ella, es un video de una vivienda particular, en donde se observa que Gabriel y Ladislao iban en un automóvil de la marca Virtus azul marino, modelo 2024, de la compañía Volkswagen. Pero ya no hay más pistas.
Este jueves, los familiares de ambas personas efectuarán una marcha en esta ciudad capital chiapaneca, con la intención de presionar a las autoridades para que agilicen las investigaciones, debido a que, a una semana de su desaparición, no tienen más datos.
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“Mi primo no ha hecho nada, es una buena persona, él se dedica a la construcción, junto a sus hermanos que son constructores; y su yerno vende autos usados; sólo pedimos que nos lo regresen con bien”.
Olga advierte que, en la misma semana pasada, uno de sus vecinos, César Cantú Escobar y su hijo fueron “levantados” por gente armada, aunque por fortuna, este martes fueron regresados con vida, aunque no se sabe en qué condiciones.