CHETUMAL. - Adolfo Karam Beltrán, director de la ya desaparecida Policía Judicial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla, salió del penal de Cancún, Quintana Roo, donde permanecía acusado de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
La defensa logró el cambio de medidas cautelares por lo que ahora seguirá su proceso en libertad; fuentes ministeriales del estado de Puebla confirmaron que la noche del 6 de agosto salió del penal donde había pasado más de un año.
Aunque era buscado desde el 11 de abril del 2019, fecha en que un Juez Federal giró su orden de aprehensión a la par de las de Kamel Nacif Borge y el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, la Fiscalía General de la República (FGR) lo aprehendió el 13 de julio de 2023 en Boca del Río, Veracruz.
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Karam Beltrán presumiblemente recibió órdenes del entonces gobernador Mario Marín Torres para que coordinara el cumplimiento de una orden de aprehensión contra Lydia Cacho y él instruyó a personas bajo su mando para que la torturaran y humillaran por la publicación del libro “Los Demonios del Edén”.
En el libro, Lydia Cacho dio cuenta de la red de pederastia en la que estaba involucrado Jean Succar Kuri, en Cancún, Quintana Roo, quien organizaba fiestas a las que asistían políticos y empresarios pederastas.
Kamel Nacif libre por amparo
La detención y tortura de Lydia Cacho se dio por un acuerdo entre Mario Marín Torres y Kamel Nacif Borge, un empresario mexicano de origen libanés, conocido como “El rey de la mezclilla”, que también es acusado de secuestrar y torturar a la periodista.
A Kamel Nacif, como ahora a Adolfo Karam Beltrán, un amparo le permitió quedar en libertad; aunque esa misma petición la ha hecho el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, los jueces se la han negado. Marín fue detenido por el mismo delito el 3 de febrero de 2021 en Acapulco, Guerrero.
Otro involucrado en la trama, Jean Succar Kuri, también empresario libanés, fue detenido en Los Ángeles, en 2004, tras las denuncias hechas por menores de edad y luego por la periodista Lydia Cacho. Fue sentenciado en 2011 a más de 13 años de cárcel y una multa que rondaba los 900 mil pesos, la condena se amplió luego hasta los 112 años de prisión, para finalmente ser reducida a 94 años por varios delitos, entre ellos pederastia y pornografía infantil.
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En 2011 ingresó al penal de máxima seguridad del Altiplano, luego fue llevado al Cereso de Chetumal y posteriormente al Centro Federal de Readaptación Social 15, de Chiapas, por “representar un riesgo en la cárcel local”; y después trasladado a Cancún. Murió alrededor de las 13:00 horas del 14 de julio pasado en un hospital privado de Cancún a los 79 años de edad cumpliendo una sentencia de 94 años de prisión.