TUXTLA GUTIÉRREZ.- Con mochilas, carreolas, algunos en bicicleta, otros con sus hijos a espaldas o en brazos, así partió desde anoche un grupo de casi 500 extranjeros, la mayoría de Venezuela, de esta ciudad capital hacia San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, donde esperan "engrosar" la caravana migrante que, desde hace una semana, salió de Suchiate, en la frontera con Guatemala.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Como a las 11 de la noche del sábado, el grupo se reunió a las afueras de la Subestación del Instituto Nacional de Migración (INM) y comenzó a caminar hacia la salida de esta capital tuxtleca, por el lado poniente, para dirigirse hacia el municipio de Berriozábal, ubicado como a 12 kilómetros, y luego avanzar a otra localidad, Ocozocoautla de Espinosa.
Te podría interesar
Pese a estar embarazada, Karen decidió salir con otros ocho integrantes de su familia, desde hace dos meses, de Trujillo, Venezuela, "golpeados" por la crisis económica.
Tras estar convencida de que las elecciones en su país serán a favor de la candidata María Corina Machado, manifiesta que, con la bendición de Dios, avanzarán hasta lograr su objetivo: llegar a los Estados Unidos.
Pese a que en la entrada-salida de Tuxtla, conocida como "La Pochota", hay un retén de elementos del Ejército y del INM, el grupo no fue molestado, y se enfiló por la carretera que los conduce a Berriozábal, a donde pretendían llegar como a las 7 de la mañana de este domingo.
Aunque la situación en esa región está complicada debido a la presencia de agrupaciones del crimen organizado que, desde hace varios meses, han protagozinado enfrentamientos, "levantones", ejecuciones y hasta robo con violencia de vehículos, sobre todo de camionetas.
Entre la pequeña caravana, otro migrante, también venezolano, refiere que lo único que le piden a las autoridades es que no los molesten cuando se suben a los autobuses de pasajeros, y los dejen avanzar.
"Tenemos días, meses caminando. No nos dejan comprar boletos en las terminales, y en cada puesto de Migración nos bajan", evidencia el entrevistado, quien lamentan que, ese tipo de instancias, les digan que "quedan a la suerte".
Acompañado por sus cuatro hijos (todos menores de edad) y su esposa, Yoel asegura que, con los 200 pesos que ganaba a la semana, no podía mantener a su familia, por ello no lo pensó mucho para salir del país aún gobernado por Nicolás Maduro.
Desde hace alrededor de tres semanas, recuerda, llegaron a la ciudad tuxtleca, pero ya se desesperaron porque no tienen suficiente dinero y se les ha complicado conseguir un empleo para subsistir.
Pese a ello, agradece la solidaridad de la sociedad, misma que les ha brindado alimentos y ropa, "porque venimos sin nada".
Incluso, les han regalado medicinas, debido a que su esposa, su hija y un hijo se enfermaron, "al mayor le pegó una amebiasis muy fuerte, a mi mujer dolor en los huesos, y mi niña fiebre y diarrea".
La caravana que nació en Suchiate el domingo pasado, se conforma por alrededor de 2,500 migrantes de alrededor de 10 nacionalidades, entre venezolanos, de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Colombia, entre otros.
Por el momento, ésta avanza hacia el municipio costeño de Mapastepec, para luego llegar a Arriaga. En principio, ese grupo superaba las 3,500 personas, pero una parte se dispersó en el trayecto.
Por ahora, la intención es llegar a la Ciudad de México, y desde ahí, dirigirse hacia la frontera norte para cruzar a Estados Unidos.