Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- A la par de las elecciones del domingo 2 de junio, integrantes del grupo delincuencial El Karma, originario de la comunidad Sañojá, Río Grande, ingresó al municipio de Tila y comenzó a saquear e incendiar viviendas, automóviles y todo lo que encontraba a su paso.
También, según el relato de algunos testigos, asesinaron a varias personas, e incluso a dos familias completas, una de ellas la de la maestra Guadalupe “N”, y abusaron sexualmente de varias mujeres, incluidas niñas.
Este jueves 5 de junio, a las afueras del Congreso del Estado, Susana Sánchez, cuyos padres, de 75 años de edad, tuvieron que escapar y refugiarse en otro lugar porque el martes en la madrugada los sicarios les quemaron su casa, relató que ha buscado ayuda, pero no ha recibido una respuesta.
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Inclusive, envió un oficio a las autoridades federales para que los ayuden en esta situación, debido a que, desde hace tiempo, a los pobladores de esa localidad, ubicada en la región Norte-Selva de la geografía chiapaneca, comenzó el “cobro de piso”.
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Lo que en este momento le aflige, dijo, es que desde el miércoles por la tarde perdió comunicación con sus seres queridos, refirió que, hasta donde se enteraron, “El Karma” quemó más de una decena de domicilios, y asesinó “a muchas personas, hay otras más heridas, y no pueden ser sacadas para recibir atención médica”.
Luego de varios días de sufrir hechos violentos, este viernes ingresaron a Tila alrededor de 500 elementos de diferentes corporaciones, entre éstas de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Policía Estatal.
Sin embargo, cientos de pobladores ya tenían preparadas sus cosas para salir del pueblo y buscar refugio en otros lugares, por lo que aprovecharon la seguridad para escapar ya sea en transporte público o en sus automóviles particulares.
Por el momento, en Yajalón, municipio cercano, fueron adecuados algunos espacios para recibir a las familias desplazadas, uno en el Cedeco y una cancha de futbol rápido. Mientras tanto, autoridades municipales solicitan el apoyo de la ciudadanía para que les lleven víveres, desde agua embotellada, papel y toallas higiénicas, pañales, azúcar, avena, frijol, entre otros.
“El Quemado”
En cartulinas que portaban otros pobladores originarios de Tila, se advierte que el líder de “El Karma” es José del Carmen, alias “El Quemado”, quien ordena este tipo de acciones violentas y, para ello, tienen un acuerdo con otro grupo violento conocido como “los autónomos”.
Según Susana y otras víctimas directas e indirectas, los asesinos se visten con ropa tipo militar. Además, advierten que éstos tienen una estrecha relación con el actual alcalde verde-ecologista de Tila, quien ya lleva 18 años en el poder, “porque entra él, sigue él, luego entra como presidenta su mujer, y así se la llevan”.
Otras fuentes mencionaron que es el propio presidente municipal quien le financia las armas de fuego a los grupos criminales.
Tras advertir que en Tila no se efectuaron elecciones, como sucede desde el 2018, Josefina (cuyo nombre original fue cambiado por seguridad), lamenta que el grupo de Sañojá haya matado con saña a una familia; de hecho, mostró la foto, en una cartulina, de cómo los cuerpos quedaron apilados en la entrada de una vivienda.
La masacre que la Fiscalía oculta
En medio del llanto, advirtió que, a Jared “N”, un adolescente de 16 años de edad, lo mataron por defender a su padre, “pero mataron a toda su familia, a una niñita; han matado a mucha gente y no nos llega la ayuda”.
Advirtió que la gente continúa con el sufrimiento, pues los sicarios siguen con los recorridos en el pueblo, con sus armas, como una forma de intimidar.
“Ese grupo de Sañojá, ayudado por ‘los autónomos’, sólo ha causado daño al pueblo; desde hace años lo están acabando, y la gente no se sale porque tienen su patrimonio”.
A pesar de que los actos violentos de “El Karma” y “Los autónomos” empezó desde el domingo pasado, la Fiscalía General del Estado de Chiapas aún no ha informado qué ocurre allí.
En su caso, dijo Josefina, quien está acompañada por otras 20 familias desplazadas, huyó de Tila desde hace tres meses porque tenía temor de que, en cualquier momento, les hicieran daño.
“Esa agrupación (‘El Karma’) cobra piso, le pide dinero a los de las tiendas, y por eso la gente ya no quiere ni trabajar, es un pueblo chico, no sale para pagar piso”, reveló la mujer, quien afirmó que varios familiares aún permanecen en Tila, pero se sienten inseguros y, además, el alimento comenzó a escasear y no hay manera de conseguir algo para comer.
Lo que desean los familiares de víctimas y de ciudadanos que viven en Tila pero que están atrapados, es que ingrese la fuerza pública, misma que, según Susana, sí estaba hasta el domingo pasado, poco antes de que iniciara “la masacre”.
De nueva cuenta, Susana Sánchez alertó que, según sus conocidos que viven en Tila, “El Karma” está en las calles en búsqueda de más gente para asesinarla. “Gobernador, por favor, actúe, en su conciencia va a quedar todas las muertes…”
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, con sede en San Cristóbal de Las Casas, hay una gran cantidad de familias que ya se desplazó y que, de seguro, se sumarán más.
Gobierno: con miedo y sin voluntad
“En una ocasión el mismo fiscal indígena me dijo que no actuarían, que esperarían un gobierno que sí tuviera los pantalones, porque no entrarían a Tila, así me lo dijo”, confesó Luis Alonso Abarca González, director de ese organismo no gubernamental.
Es tan grave la omisión, agregó en entrevista, que hay varias órdenes de aprehensión pero que no serán ejecutadas tampoco, debido a que “esa es la orden”.
Abarca recordó que, desde hace tiempo, habían alertado que gente, vestida de militar y armada, amedrentaba a la población, “esta situación se pudo evitar desde 2017 o 2018, incluso con este gobierno en 2020 después de los hechos graves que pasaron ahí”.
Lo peor de todo, puntualizó, es que la gente sigue atrapada en esa municipalidad, sin comida e incluso ni agua, y que no puede salir porque podría ser asesinada.
“Lo que pasa ahí es muy grave, incluso se configuran situaciones que se pueden llevar a instancias internacionales por crímenes de ‘lesa humanidad’”.
Con base en la información histórica, la problemática en Tila comenzó con la disputa de más de 200 hectáreas de tierra, pero fue en el 2015 cuando la situación se salió de control.
Tras un fallo, el ejido ganó o recuperó esa cantidad de tierra; sin embargo, cientos de pobladores habían comprado un patrimonio a ejidatarios y fincado sus hogares ahí. Por lo tanto, la opción que quedaba era un cumplimiento sustituto de sentencia y que el gobierno pagara una reintegración y otra cantidad de dinero.
En el “estire y afloje”, el gobierno se niega a pagar, la situación se descontrola, comienza la quema de la Presidencia y otras cuestiones para encubrir algunas autoridades, entre ellas al alcalde Limberg.
Según Luis González Abarca, hay carpetas de investigación contra asesinos de Sañojá, quienes también, en el año 2020, desollaron a dos personas, “pero el gobierno los protegió; esa gente de ese lugar ya tenía vínculos con la delincuencia organizada”.
Está convencido, afirmó, que si “El Karma” actuó de esa manera es porque tiene el aval de alguien poderoso, con la finalidad de tener el control total del territorio, en una dinámica similar a la de “El Maíz”, en la región Sierra-Fronteriza de Chiapas, que trabaja para un cártel.