Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Una encuesta, efectuada por la asociación civil sin fines de lucro “Foro para el Desarrollo Sustentable”, advirtió que, hasta el momento, el número de desplazados del municipio de Tila, Chiapas, es de 6,865 personas, aunque la cifra se duplicaría.
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Como se informó en La Silla Rota, cientos de familias tuvieron que huir de esa localidad, ubicada en la región Norte-Selva de la entidad, luego de que un grupo armado, conocido como los “autónomos”, incendiara el pasado 7 de junio casas y vehículos; lesionara y asesinara a personas y abusara sexualmente de mujeres y niñas.
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Por ello, la referida AC, con cerca de dos décadas de acompañar a poblaciones indígenas víctimas de desplazamiento forzado, entrevistó a cerca de 873 personas, consideradas cabezas de familia, para brindar datos más cercanos a la realidad.
De acuerdo con la información obtenida, cerca de 1,439 personas desplazadas se vieron en la necesidad de separarse de sus familias que están en las mismas condiciones. De hecho, se estima que el número total de afectados por el desplazamiento es mayor a los 12,000 pobladores.
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De acuerdo con el número que arrojó la encuesta, el 66 por ciento de los desplazados se concentra en el municipio vecino de Yajalón; el 20% en Petalcingo y El Limar, Tila; otro 4% se fue a Sabanilla; una cifra igual a la anterior a Ocosingo.
Asimismo, las víctimas de violencia buscaron refugio en Salto de Agua (2%), Palenque (2%), San Cristóbal de Las Casas (2%), Tuxtla Gutiérrez (2), Tumbalá (1%) y otras localidades de la geografía chiapaneca. Quienes se fueron a otras entidades representan el 3%. De hecho, el 69% del total considera que están en un alto nivel de riesgo.
Entre las necesidades más apremiantes que tienen los afectados, alrededor de 2,856 requieren de alimentos; 2,352 agua potable; 2,123 servicio de salud; 2,121 buscan un alojamiento seguro; 2,380 ropa personal y de cama; 2,124 atención psicológica; 1328 necesitan reponer documentos personales, entre otros.
Otro de los datos que brinda el estudio del “Foro para el Desarrollo Sustentable” es que el 64% de los desplazados habla la lengua ch’ol; además, estima que la mayoría no sólo huyó de la cabecera municipal de Tila, sino de otras poblaciones como Misijá, Unión Juárez, Nueva Generación Chulum Chico y Usipá.
Evidencia del terror
Uno de los sobrevivientes a los hechos violentos, quien pidió el anonimato, explicó que uno de sus familiares, de nombre Edilberto Damián Hernández Gutiérrez, fue asesinado el 4 de junio en Tila.
“Fue atacado en su domicilio donde estaba con su hija, esposa y su nieto de 11 años. Gracias a Dios, su esposa y nieto pudieron huir, “él recibió un impacto de bala que le perforó el intestino; estuvo tres días herido, se le llamó muchas veces al 911 (número de emergencia) y no recibíamos la atención medica que él necesitaba”, detalló.
Tres días después, una vez que ingresaron a Tila las fuerzas policiacas y militares, el maestro Ediblerto fue llevado a un hospital de Yajalón, donde no pudieron hacer nada, por lo que los trasladaron a San Cristóbal de Las Casas, en donde pereció debido a la infección que le provocó la bala alojada ya por casi 72 horas en su cuerpo.
Aseveró: “A esta familia le destruyeron su casa, le robaron el dinero que tenía y hasta ahora no hay respuesta de ninguna autoridad, ni ayuda para esta familia; los abandonaron a su suerte, junto al hermano del fallecido, quien también fue atacado por este grupo de delincuentes asesinos llamados Fuerzas Armadas de Tila (FAT)”.
Entre otros detalles, advirtió que Rubicel Hernández Gutiérrez, junto a su hijo, fueron brutalmente golpeados, mientras que su esposa e hija fueron víctimas de abuso sexual por parte de varios hombres armados.
Peligro latente
De esas 873 “cabezas de familia” que contestaron la encuesta, el 39% respondió que uno de los peligros que amenazan a su familia son los asesinatos, el 20% dijo que la quema de sus casas, el 9% el reclutamiento forzado, otro número igual al anterior las violaciones sexuales; el 3% piensa que el secuestro, el 9% el cobro de piso, el 14% la inseguridad, el 6% el despojo de sus propiedades, entre otros.
Entre otros detalles, reveló que el 41% de los desplazados desconoce cuáles son las autoridades encargadas de la ayuda humanitaria, la seguridad de ellos y de la protección de sus bienes; asimismo, el 82% que, hasta la fecha, no hay acciones o estrategias para atender este desplazamiento masivo.
Permea la incertidumbre
En otras de las preguntas, el 66% contestó que le gustaría quedarse donde están hasta que existan las condiciones necesarias para su retorno; el 20% prefiere quedarse en donde está en estos momentos; el 13% no sabe qué hacer y el 0.4% ya tiene identificada una nueva ubicación.
En cuanto a la ayuda humanitaria, el 34% dijo que el principal apoyo lo reciben de la gente de la comunidad (46%), del Ayuntamiento de Yajalón (34) y de amigos, familiares y conocidos (19%). Destacó que el 9% de la sociedad civil, 6% lo reciben de la Secretaría de la Defensa Nacional y el 4% de iglesias y templos.
Mientras que del gobierno estatal y del Ayuntamiento de Tila, de donde son originarios, sólo reciben el 3% y 2%, respectivamente, contestaron.
Además, EL 57% contestó que, al escapar de la violencia, dejaron ganado, colmenas, animales de granja y aves de corral; el 23% dijo que abandonaron sus huertos frutales, parcelas, cultivos, potreros, milpa y cafetales. El 51% contestó que abandonó mascotas y animales de compañía, mientras que el 3% plantas de jardinería.
Como parte de la presentación de su encuesta, la AC “Foro para el Desarrollo Sustentable” advirtió que, es una obligación del Estado mexicano, brindarles protección a las personas en calidad de desplazamiento, y por ende se les respete sus derechos económicos, humanos, culturales, entre otros.
Ante este panorama, también dejó en claro que en la actualidad no existen condiciones para que las cientos de familias retornen a Tila.
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas, sostuvo una reunión con la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad, donde dijo que las familias del municipio de Tila están retomando a sus hogares, pues según él están realizando trabajos de seguridad.
Sin embargo, algunos habitantes detallaron a La Silla Rota que la opción que actualmente están pensando es abandonar todas sus cosas y mejor rentar en un sitio más seguro, para así evitar que vuelvan a ser violentados.