Los cárteles de la droga que operan en Quintana Roo han hecho de Bacalar un área de paso y trasiego para narcóticos a través de aeronaves que proceden Centro y Sudamérica y aterrizan en pistas clandestinas, cada vez más recurrentes.
La mercancía, ilícita, no solamente es para surtir a los grupos delictivos de México, también tiene como destino los Estados Unidos.
Las comunidades del municipio que colindan con Campeche no tienen mucha riqueza, si acaso la pasividad de la zona y la poca población que en ellas queda, tesoro suficiente para los grupos criminales que construyen pistas de aterrizaje y utilizan de manera ilegal para acercar su droga a la zona turística de Quintana Roo.
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A las 07:00 horas del 13 de junio, una lluvia de disparos alertó a los habitantes de El Gallito, un ejido que poco a poco se ha ido quedando sin gente. Hace años el crimen se apoderó de los negocios hasta de venta de cerveza, han cerrado tiendas y escuelas. Algunos pobladores llamaron a los servicios de emergencia, las balas no cesaban y de momento incendiaron un coche.
El enfrentamiento se dio entre una célula del Cártel de Sinaloa –medios locales refieren a la familia de Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, como la encargada de los negocios en la zona– y el Cártel de Caborca, aquel que aún lidera José Gil Caro Quintero y que controla el mercado de la droga en la zona turística de Tulum, Cancún y Bacalar.
El fuego cruzado duró más de dos horas. En El Gallito suspendieron clases en las únicas escuelas de la zona: el jardín de niños, la escuela primaria y el módulo de Telesecundaria al que asisten menores de las comunidades de Nuevo Canan, Miguel Alemán, Río Verde, David Gustavo, Cedralito, Zamora y Melchor Ocampo.
Fue hasta mediodía que elementos del Ejército mexicano llegaron al lugar en un operativo encabezado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero son elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Guardia Nacional los que se mantienen haciendo guardias para proteger a la población de El Gallito.
Medios locales, que lograron hablar con los pobladores, dijeron que fueron miembros del Cártel de Caborca los que llegaron a atacar a la familia Coronel, que controla la zona, y quienes repelieron la agresión por más de 2 horas. El saldo fue de una persona fallecida, según reportaron medios locales, por arma blanca; 4 vehículos quemados y 9 viviendas rafaguedas.
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Los vuelos cargados de coca
Desde hace una década, la zona poniente del municipio de Bacalar permanece asediada por los aterrizajes que el narco hace en pistas de aterrizaje clandestinas. La región es un llano, lo que la hace pertinente para construir pistas, donde avionetas reconstruidas (para soportar hasta 2 toneladas de droga) llegan de Sudamérica.
En 2004, una avioneta con registro en Colombia aterrizó en la población de Reforma, a 20 kilómetros de Bacalar, con cocaína. La operación estuvo a cargo del Cártel de Caborca, que fundó en Rafael Caro Quintero. Desde entonces, según el diario Maya sin fronteras, “cualquier pista ubicada en zona rural era motivo de denuncia por parte de vecinos”.
Luego se desató la fiebre de la narcoactividad y cualquier pista ubicada en zona rural era motivo de denuncia por parte de vecinos, como el caso de Cocoyol, en la ribera del Río Hondo, donde las pistas de operación de aeronaves fumigadoras fueron confundidas con narco-pistas y hasta un cementerio de aeronaves vinculadas con el crimen organizado.
A finales de abril de 2020, elementos de la Sedena aseguraron una avioneta que presuntamente había sido utilizada para transportar más de una tonelada de cocaína, procedente de Sudamérica. La aeronave estaba abandonada muy cerca de la comunidad de Reforma, en el municipio de Bacalar, junto con bidones de gasolina.
Notas periodísticas de medios locales hacen constantes referencias a que los grupos criminales utilizan gasolina para incendiar las aeronaves y no dejar huella de su paso por la zona, una vez que son identificados por las autoridades.
En enero de ese mismo año, una avioneta aterrizó y fue abandonada en la carretera Vía Corta a Mérida, durante la madrugada, cuando militares se dieron cuenta del aterrizaje ilegal, por lo que un convoy del Ejército acudió a interceptar a la aeronave, lo que generó un enfrentamiento.
En el lugar fueron aseguradas la avioneta (modificada para soportar una tonelada de peso) 2 camionetas, 201 paquetes de droga, 2 armas largas y bidones de gasolina. Falleció un general del Ejército, fueron heridos un cabo y un comandante, se detuvo a 2 criminales.
Medios locales como Por Esto! Han documentado que desde hace meses, cuando el líder de la familia Coronel que opera en EL Gallito dejó los acuerdos con el Cártel de Caborca sobre cómo habrían de dividirse la operación de la región, fue que comenzaron los ataques, asaltos a tiendas y negocios, así como secuestros en la zona.
“La carretera de la muerte”
La carretera Miguel Alemán – Bacalar es otro de los atractivos que el narco ve en la zona poniente del municipio, a pesar de que ha quedado en el olvido por parte de las autoridades. La pista está inservible y es muy difícil de transitar, es además la única forma de conectar la zona de los aterrizajes con Bacalar, por lo que las autoridades tardan en llegar cuando se les da aviso de un sobrevuelo ilegal.
De acuerdo con una publicación de El Sol de Quintana Roo, fechada el 16 de mayo de 2020, “en la carretera que conduce a Miguel Alemán se pueden observar las huellas que dejan las aeronaves al descender” y los señalamientos de tránsito en toda la pista muestran impactos de bala de alto calibre.
“Curiosamente de la comunidad de El Cedralito a El Gallito la carretera no fue reparada y presenta enormes baches, por lo que se tiene que circular a vuelta de rueda, pero la que se asemeja a una pista de aterrizaje luce en óptimas condiciones”.
Fotografías publicadas por Espacio ciudadano Quintana Roo, en 2017, muestran cómo desde esa época el camino presentaba baches y zanjas, ningún alumbrado público. Los habitantes de esas comunidades la bautizaron como “La carretera de la muerte”.
En entrevista para ese medio, en 2017, Verónica Pat Hoil, integrante del Comité Estatal del Movimiento Antorchista en Quintana Roo, aseguró que ninguna autoridad se había comprometido a atender la mala situación de la carretera.
“La zona de Reforma a Miguel Alemán las condiciones están muy críticas, la carretera de Bacalar-Reforma hay caminos abiertos, están en pésimas condiciones”, dijo.