Las extremas temperaturas que se han registrado en México comienzan a afectar, no solo el hábitat del país, también a las especies animales que ya mueren por el calor. Hasta el pasado 22 de mayo son unos 146 monos saraguatos o aulladores los que habrían fallecido en el sureste mexicano, en un área que comprende cinco municipios de Tabasco y dos de Chiapas.
Sin embargo, según especialistas, podrían ser hasta el doble o el triple la cifra de muertes, ya que hay áreas de Campeche y Quintana Roo donde también hay monos, pero no reportes de sus condiciones.
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La situación de crisis es descrita por el biólogo Juan Carlos Sánchez Olmos, director de Conservación sin Fronteras, quien dice que la hipótesis que ha tomado más fuerza como causante de la muerte masiva de los monos es el calor de este año, que sumado a la deforestación, ha causado que los animales caigan fulminantemente.
No obstante, hasta el momento las autoridades no han realizado una necropsia que establezca las verdaderas causas de la muerte de los monos, porque no han desplegado personal para recoger los cadáveres en buen estado que permitan conocer las causas de la muerte, indica el experto.
Olmos ha estado atento a la crisis y en contacto, a distancia, con integrantes de la Organización Cobius, pendientes del tema desde que empezó, por eso cree que a las muertes se debe sumar la orfandad de crías de monos, algunos de los cuales han sido recogidos por gente de la zona, que se los queda como mascotas.
El director de Conservación Sin Fronteras observa que la atención a los primates aulladores también ha sido descuidada por parte de algunos voluntarios. Como aún no se sabe de qué han muerto, una de las hipótesis es que sea una epizootia, el equivalente a una epidemia humana. Entonces, estar tan cerca de algunos sobrevivientes o unos cadáveres podría ser peligroso.
“En estos momentos no se puede descartar nada. Todos tenemos una formación académica y 20 y hasta 30 años de trabajo con animales; biólogos, médicos veterinarios y antropólogos”.
No es la primera vez, pero ahora son más
No es la primera vez que los monos aulladores yacen tirados, moribundos o incluso ya fallecidos. Hace unos 15 años ocurrió algo similar, pero no en tal cantidad, rememora Olmos, que como biólogo se especializa en primates.
Una de las características de los monos es que no son animales solitarios, sino que viven en grupo e, incluso, son llamados tropas. Por eso es por lo que, cuando aparecen, muertos son varios. Cuando a principios de mayo aparecieron los primeros fallecimientos, no se les dio importancia porque fueron casos aislados.
“Pero comenzamos a preocuparnos al ver a dos o tres tropas. Es masivo”, lamenta Olmos.
Además del extremo calor que se ha sentido en su hábitat, este se ve más afectado en el mes de mayo, cuando comienzan las quemas para la agricultura.
“Cuando pasa eso se van, pero si desmontaron les quitan el alimento, el agua y las rutas de escape; entonces, lo único que les quedó fue tratar de bajar de los árboles y no les dio tiempo de desplazarse y les dio el golpe de calor”.
Aunque Olmos remarca que no debe descartarse nada sobre la causa de la muerte de los monos, en el caso de la hipótesis de un químico que les pudo haber hecho daño, sería raro que no hubiera afectado a otra especie.
“Si mueren monos, se mueren las aves, solo encontraron monos; yo no le he dado peso a esa hipótesis”.
Pero, además, el químico presuntamente fue esparcido solo en el municipio de Juárez, Chiapas. En cambio, el golpe de calor sí ocurrió en toda la zona. He allí la urgencia de realizar una necropsia.
“Abres los cadáveres, de lo que sospeches, mandas prueba a laboratorio de diagnóstico para refutar lo que afirmas. Tenemos solo una necropsia, porque Tabasco es muy grande, cuando reportan un animal, no se acaba de morir. Si lleva varias horas y van por él, se presentan varios cambios post mortem.
Reacciona Semarnat tarde
Sobre el papel de las autoridades, Olmos comparte que le han dicho que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha hecho poco porque los agarró desprevenidos y no tienen el control. Aunque la dirección de Vida Silvestre tiene una representación en cada estado, ha dado poco apoyo.
“Lo que esperábamos de Vida Silvestre era el apoyo logístico, nosotros somos una organización no gubernamental, no tenemos recursos para la gasolina ni vehículos para recoger a los animales, Semarnat sí los tiene”.
Quien sí ha estado ayudando ha sido la encargada de despacho de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa). Olmos recalca que no se trata solamente de animales muertos, sino que es importante conocer la causa de su fallecimiento, toda vez que por su parecido con los humanos, lo que los afecta a ellos puede afectarnos a nosotros en el futuro.
La Silla Rota buscó una entrevista con algún representante de la Semarnat, pero al cierre de esta edición no había respuesta.
De acuerdo con un comunicado publicado el 23 de mayo, se ha dado atención mediante brigadas de especialistas en materia de vida silvestre, bajo un acuerdo de colaboración entre la dependencia y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
También la oficina de representación de la Profepa ha hecho recorridos, junto con las unidades de Protección Civil municipales y estatales de los sitios reportados por la sociedad civil.
Además, con la Comisión Nacional Forestal se ha dado atención a los reportes de incendios y en los últimos 3 días previos, al 23, no se habían registrado siniestros en el núcleo de la afectación.
“Conforme a los protocolos de sanidad animal, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria atiende el procesamiento de muestras tomadas en territorio a los ejemplares mono aullador negro y saraguato de manto, con el objetivo de esclarecer las causas que originaron la probable muerte de dichos ejemplares de vida silvestre, en los Estados de Tabasco y Chiapas”.
El 20 de mayo, en otro comunicado, la Semarnat se refirió a las posibles causa de la muerte de los monos aulladores y saraguatos.
“Hasta el momento, se comparten diversas hipótesis sobre la razón de estas muertes, como golpes de calor, deshidratación, desnutrición o fumigación de plantíos con agrotóxicos, por lo que también se realizarán estudios para determinar la causa”, se lee en el comunicado.