Michoacán.- Autoridades estatales, informaron que fueron hallados los cuerpos de cinco personas asesinadas a balazos y calcinadas, entre las localidades de San José Carpintero y Ojo de Agua, municipio de Zinapécuaro, Michoacán.
Lo informes, refieren que vecinos de ese poblado, reportaron desde la noche de ayer, múltiples ataques armados y con drones cargados de explosivos.
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Al realizar recorridos por esa zona ubicada a 52 kilómetros de la capital michoacana, las autoridades locales y estatales hallaron tres vehículos quemados, cuatro armas largas, cargadores y cartuchos útiles.
En ese punto, también encontraron los cuerpos de las cinco personas asesinadas a balazos y calcinadas. Autoridades locales y estatales, informaron que siguen los recorridos en las áreas aledañas al hallazgo, en busca de más evidencias de ese hecho criminal.
Esa zona es controlada por Alan Martínez Durán, El Primo, otrora líder del Cártel Jalisco Nueva Generación y hoy aliado con otros grupos delincuenciales de lo que fue el bloque autodenominado Cártel Unidos.
El 28 de marzo del 2021, Alan Martínez Durán, era el principal objetivo de sus entonces antagónicos de La Familia Michoacana, durante el ataque perpetrado en un palenque, en Zinapécuaro.
Ese hecho dejó 20 personas muertas, a manos del grupo delincuencial Los Correa, que operaba en alianza con Eduardo Hernández Vera, “Lalo Mantecas”, después asesinado por sus socios.
Tras la muerte de Lalo Mantecas, Los Correa, se aliaron finalmente con El Barbas, con quienes sostuvieron casi tres años de guerra, ataques y asesinatos.
Entre los homicidios que dejó ese antagonismo, está el del hermano menor de esa familia Correa, originaria del municipio de Ciudad Hidalgo, al que decapitaron.
En la colindancia de las regiones Morelia y Oriente, también ha arreciado la afrenta entre los grupos internos del CJNG encabezados por El Primo y por El Barbas.
Los informes señalan que mientras El Primo hizo una alianza con Cárteles Unidos, El Barbas sigue apoyado por Los Correa, lo cual ha hecho más cruento el campo de batalla.
Apenas el pasado 6 de enero, personal de la Guardia Nacional se enfrentó a tiros en el municipio de Zinapécuaro, con un grupo armado que viajaba en tres camionetas clonadas de esa misma corporación y una de la Fiscalía de Michoacán.
Áreas federales de seguridad, revelaron que las camionetas iban tripuladas por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Señalaron que el objetivo del comando era atacar a quien hasta hace un año fuera el lugarteniente de ese misma organización criminal: Alan Martínez Durán “El Primo”.
Además, de debilitar su estado de fuerza, fortalecido por los policías municipales de Zinapécuaro, presuntamente al servicio de El Primo.
El episodio de violencia recrudeció la mañana del pasado domingo, en la localidad de San Pedro.
El grupo criminal del CJNG, atacó varios domicilios, entre ellos, uno a pie de carretera, donde vive Yodán Eden Reyes Gómez, el subdirector de la Policía Municipal.
En ese inmueble, también habitan algunos otros elementos de esa corporación policial, quienes también son identificados por las áreas de inteligencia, al servicio de El Primo.
“Ese era el primer objetivo del grupo armado, que de acuerdo a los informes que tenemos, el segundo era Alan Martínez, quien alcanzó a huir”, dijo la fuente consultada.
Señaló, que por eso fue que esa célula del CJNG atacó primero a los policías municipales, quienes contuvieron la ofensiva, para evitar que esta llegara a su jefe, El Primo.
Indicó que, incluso, quienes pidieron apoyo de GN, fueron los policías municipales, lo que provocó posteriormente un enfrentamiento entre fuerzas federales y el grupo armado del CJNG.
Según los comunicados, luego de varios minutos de choque a tiros, las fuerzas federales abatieron a uno de los delincuentes y lesionaron a dos más.
Testigos refieren, que “hubo un chingo de muertos y heridos, pero los (policías) municipales se llevaron a unos armados y los del otro grupo (CJNG) se llevó los suyos”.
Esa versión de uno de los vecinos, cobró fuerza con las imágenes en poder de LA SILLA ROTA.
En las fotografías, se ve sangre en demasía, tanto en la carrocería e interior de los vehículos clonados y asegurados, como en varios metros del asfalto.
“Nomás se escuchaban los gritos de un lado y de otro, de que se subieran los muertos y heridos a las camionetas y a las patrullas, porque sí eran muchos”, contó un vecino.