TUXTLA GUTIÉRREZ.- Adela Ramos Juárez, diputada federal panista, estaba en la lista de las opciones para encabezar la candidatura al gobierno por la coalición “Fuerza y Corazón por Chiapas”, pero el pasado 9 de enero fue “levantada” por hombres armados, quienes la torturaron y luego amenazaron de muerte “si decía algo”.
Este domingo, durante una rueda de prensa en Oaxaca, Xóchitl Gálvez, aspirante a la presidencia del país por el Fuerza y Corazón por México, integrado por los partidos PRI-PAN-PRD, reveló que se trataba de la candidata que “originalmente iría por Chiapas (a la gubernatura); fue levantada, fue violentada, de hecho, le quitaron muchos dientes de los trancazos…” dijo.
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Pese a ello, Gálvez no recordó quién era la legisladora agredida. Sin embargo, una fuente confió a La Silla Rota que se trata de Adela Ramos Juárez, quien el pasado martes 9 de enero, como al mediodía, regresaba de la Ciudad de México junto a su familia, y a la altura de la comunidad Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla, Chiapas, fueron interceptados por hombres armados.
De acuerdo con la información proporcionada, la legisladora no sólo perdió la camioneta, sino que a ella y a su hijo y nuera los secuestraron durante 12 horas, para luego dejarlos “tirados” en la carretera.
“Les quitaron la camioneta, le dijeron quién era ella, que era una bocona, y que le cortarían la lengua (sic) si hacía una denuncia, porque le quitaron su credencial de elector, les quitaron los teléfonos”, manifestó la informante a este portal de noticias nacional.
Incluso, agregó, Ramos Juárez advirtió en su momento que no hizo la denuncia porque temía que llegaran a su casa y le hicieran algo. “Está terrible, porque por 12 horas los golpearon, los amenazaron, una situación muy complicada”.
YA NO LE ENTRÓ A LA CONTIENDA
Adela Ramos Juárez, la pedagoga de 57 años de edad, sería una de las cuatro aspirantes a la gubernatura por Chiapas, además de Ana Elisa López Coello, María Isabel Ramos y Olga Luz Espinosa Morales, está última elegida para esa aspiración.
De acuerdo con otra fuente, si Ramos no quedaba como candidata para la gubernatura, el acuerdo es que iría a otro puesto de elección popular, pero ya no se inscribió por el miedo a ser asesinada.
Como se informó en su momento, la diputada federal renunció al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) debido a una serie de inconformidades que, incluso, denunció de forma pública, por lo que se fue al blanquiazul.
Entre algunas de sus molestias con la Cuarta Transformación, está el rechazo que manifestó a los libros de texto gratuitos, e inclusive se sumó a frenar su distribución en las escuelas.