El 15 de enero de este año, la madre de Paula Josette Briceida Arizona, una joven de 23 años de edad, recibió el aviso del fallecimiento de su hija al interior del Centro Penitenciario 2, en Hermosillo, Sonora, a donde se dirigió para realizar una visita conyugal que no debió haberse realizado y de la que ya no volvió. A dos meses de la muerte de su hija, siguen sin quedar claras las circunstancias bajo las que Paula Josette perdió la vida.
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En un inicio, la muerte de Paula Josette a tan solo 3 horas después de haber ingresado a la prisión la noche del 14 de enero fue declarada como producto de un infarto fulminante por la Fiscalía de Sonora, sin embargo, su madre y sus abogados insisten, no sin justificación, en que su muerte debe ser investigada como feminicidio y homicidio, pues hay muchas irregularidades en la forma en la que el Centro Penitenciario y sus funcionarios actuaron en el caso.
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Por ello, la madre de Paula Josette exige a las autoridades que realicen una investigación correcta y que los responsables de la muerte de su hija sean llevados ante la justicia, pues acusa que las autoridades intentan dar carpetazo al caso y dejar sin respuesta y responsabilidad las irregularidades que se cometieron y que llevaron a la muerte de Paula.
- “Pensaron que Paula no tenía mamá y que nadie iba a gritar por ella, pero no voy a parar hasta que se haga justicia”, afirmó Briceida Arizona, madre de Paula Josette al diario El País.
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La muerte de Paula Josette
24 horas antes de que Briceida Arizona recibiera la llamada del Instituto Forense de Hermosillo, Sonora para que acudiera a identificar el cuerpo de su hija, Paula Josette, le había enviado un mensaje de whatsApp, esa fue la última vez que Briceida Arizona tuvo conocimiento de su hija viva. Desde entonces ha enfrentado la barrera de la burocracia que le han impedido saber con certeza que le pasó a su hija.
La noche del 14 de enero, Paula Josette, en compañía de otra mujer, se dirigió al penal para realizar una visita conyugal al preso identificado como Carlos Alexis Romero, sin embargo, la visita no bebió haberse efectuado, pues Paula no era ni su esposa ni su novia, peor, no llevaba identificación oficial, por lo que no debió habérsele dado acceso al penal. Las circunstancias por las que ella logró ingresar siguen sin ser aclaradas.
El ingreso de Paula al penal quedó registrado únicamente con su nombre en la lista de ingresos, pero no se sabe quién autorizo su entrada sin identificación. Paula entró a las 18:00 horas, tres horas después ya estaba muerta.
Las irregularidades en el caso continúan al investigar su relación el preso al que realizó una visita conyugal, pues Alexis, no era conocido de ella antes de que el ingresará a prisión, la conoció por Facebook y esa sería la primera vez que lo vería. Esto deja la incógnita de cómo un preso tuvo acceso a un celular o computadora para conectarse a redes sociales y conocer mujeres. Esto tampoco lo aclaró el penal.
Supuestamente Alexis alertó a los guardias del penal cuando ella se desmayó, por lo que al ser encontrada inconsciente por el personal de la cárcel, intentaron reanimarla con RCP, sin mucho éxito, por lo que la trasladaron al Hospital General de Hermosillo. Pese a ello, su registro de acceso al área de urgencias médicas se dio hasta las 22:42 horas, 7 minutos después fue declarada muerta.
Aunque se señaló como causa de muerte un infarto fulminante, su cuerpo presentó lesiones que indican que ella padeció violencia física antes de morir, alertó Adriana Rubio, coordinadora del área forense del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, al acusar que eso era motivo suficiente para que su muerte se investigará bajo sospecha de feminicidio u homicidio.
Entre los golpes, destacan moretones (equimosis) en las extremidades superiores e inferiores. “En criminalística, cuando vemos lesiones en brazos, antebrazos y manos, usualmente, son lesiones que clasificamos como lesiones de forcejeo, lucha, defensa y o sometimiento”, señala Rubio y agrega: “Con base en lo descrito, la coloración roja y violácea nos hace pensar que las equimosis se dieron antes de la muerte e incluso pueden estar relacionadas con la causa y forma de la muerte”.
Otras inconsistencias en el caso son:
- Que a su madre no se le permitió identificar el cuerpo de forma presencial, solo por fotografías
- No hay rastro de las pertenencias que llevaba cuando entró al hospital
- La Fiscalía de Sonora se ha negado a entregarle a su madre imágenes a color de la necropsia, pese a que tiene derecho a solicitarlas por ley
- Se le ha negado el acceso a su madre a las muestras biológicas que le tomaron al cuerpo durante la necropsia para que haga un peritaje independiente
- No investigó el área donde su hija estuvo en la prisión, ni el automóvil en el que fue trasladada al hospital
- Las cámaras del centro penitenciario no funcionaron esa noche
- El análisis toxicológico de Paula solo presenta rastros de clonazepam, sustancia que ella no consumía, según su madre, y que la doctora Silvia Cruz, experta en farmacobiología ha recalcado que no podría haber causado muerte por paro cardiaco.
“Hay diligencias que sí se hicieron, pero que no son exhaustivas, como por ejemplo la cualificación de las sustancias halladas en el examen toxicológico. La autoridad está faltando al principio de oportunidad de la debida diligencia”, comenta la doctora.
De momento, la Fiscalía ha imputado a siete personas por la muerte de la Paula Josette Arizona, sin embargo, todas están en libertad bajo fianza y amparados ante un posible delito de homicidio imprudente.
Los imputados son:
- El director de la prisión Fernando ‘N’
- El subcomandante de Seguridad, Christian Manuel ‘N’
- La trabajadora social del Cereso, Blanca ‘N’
- El conductor de la camioneta Víctor ‘N’
- El oficial penitenciario, Juan Pedro ‘N’
- El oficial penitenciario, Evangelina ‘N’.
VGB