El asesinato del estudiante normalista Yanqui Rhotan Gómez Peralta por parte de policías del estado de Guerrero y el desaseo con el que las autoridades estatales y federales han conducido el caso provocaron que los ánimos y las protestas en la entidad se encendieran y los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa revivieron un infierno que recuerda a lo ocurrido hace 10 años.
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Todo inició la la noche del jueves 7 de marzo cuando acompañado de dos amigos más, Yanqui Rhotan se dirigía a la terminal de autobuses de Chilpancingo para recoger a una amiga. En su trayecto, la camioneta en la que viajaban los normalistas, de acuerdo con las autoridades, fue identificada como robada, por lo que se les habría marcado el alto en un retén montado por la policía estatal.
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Sin que aún se conozcan a ciencia cierta los motivos reales que originaron la agresión, los uniformados dispararon contra ellos dando como resultado la muerte del joven de 23 años mientras que sus dos compañeros resultaron heridos.
Las contradicciones en el caso del normalista asesinado
La primera versión de las más altas autoridades de Guerrero fue que al marcarles el alto a los jóvenes éstos no se detuvieron y que incluso dispararon contra los uniformados, quienes habrían repelido la agresión. No obstante, con el paso de los días, esta versión se fue diluyendo e incluso el propio presidente Andrés Manuel López Obrador la desmintió al asegurar que hubo abuso por parte de los policías.
Otra versión difundida los primeros días de los hechos la dio el director del Centro de Defensas de los Derechos de las Víctimas de Violencia, el padre Filiberto, quien aseguró que los jóvenes se habrían estacionado a comprar cigarros cuando la policía llegó en actitud agresiva.
De acuerdo con la versión del sacerdote, Yanqui Rothan se asustó por la presencia de los uniformados y quiso poner en marcha el vehículo, al mismo momento, uno de sus acompañantes se agachó y cuando se reincorporó vio a su compañero herido con un disparo en la cabeza. "A todas luces fue una ejecución extrajudicial", escribió el sacerdote a través de su cuenta de X.
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Fue el secretario de Seguridad Pública de Guerrero, Rolando Solano Rivera y el secretario de Gobierno estatal, Ludwing Marcial Reynoso, quienes en una primera versión explicaron que los hechos se registraron en el punto conocido como el Viejo Libramiento a Tixtla y para evitar que las protestas se salieran de control dijeron que no se trató de un ataque "directamente contra ninguna institución, escuela o movimiento social-político, fue un hecho netamente delictivo”.
La noticia de la muerte del estudiante normalista corrió por las redes sociales y encendió aún más los ánimos de los normalistas, quienes este año conmemorarán una década de la desaparición de 43 estudiantes, hecho que pese a las promesas oficiales a la fecha no se ha esclarecido del todo.
Tras el asesinato de Yanqui Rhotan, decenas de estudiantes de la normal bloquearon la Autopista del Sol a la altura de Chilpancingo con la exigencia de que se haga justicia y en demanda de que renuncie la gobernadora Evelyn Salgado.
De igual forma los jóvenes a bordo de tres autobuses y dos camionetas, retuvieron una patrulla de la Policía Estatal que estaba frente al cuartel de la Policía Preventiva Municipal y la incendiaron. La indignación creció porque los jóvenes aseguraron que la policía había sembrado un arma y drogas al interior de la camioneta en la que viajaba Yanqui y sus amigos.
De hecho, la madre del joven dio a conocer que de acuerdo con las pruebas oficiales de balística y de sustancias ilegales, los jóvenes no dispararon y no consumieron estupefacientes. La Fiscalía General de Guerrero anunció entonces que iniciaba una investigación para determinar las responsabilidades correspondientes y anunció que sus diligencias serían enviadas a la Fiscalía General de la República. La Comisión Nacional de Derechos Humanos también informó que abriría una investigación del caso.
Mientras tanto Yanqui Rhotan fue despedido por sus compañeros normalistas y sepultado en el municipio de Tixtla, de donde era originario.
Se encienden los ánimos
Las primeras versiones encontradas sobre el homicidio del joven llevaron a decenas de normalistas a realizar protestas la misma noche del sepelio de Yanqui. Por lo menos un centenar de ellos interceptaron a personal de la Guardia Nacional, quemaron dos patrullas y retuvieron a dos agentes federales en la carretera Chilpancingo–Tixtla. Imágenes que circularon en redes sociales mostraban a los jóvenes rodeando a los elementos de la Guardia Nacional y los obligan a acompañarlos al entronque con el nuevo libramiento, donde prendieron fuego a los vehículos.
Para el domingo, la Federación Campesina Socialista de México sostuvo un diálogo con el secretario de gobierno guerrerense, Ludwing Marcial Reynoso y con el director del gobierno estatal, Francisco Cisneros. El diálogo celebrado en la capital del estado, no pasó de 20 minutos. Ese mismo día trascendió la detención del policía estatal que habría disparado contra los normalistas y que diera muerte a Yanki Rhotan.
No fue sino hasta el lunes cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador atizó el fuego al informar en su conferencia mañanera, contrario a las versiones del gobierno guerrerense, que Yanqui Rothan Gómez, nunca disparó y que en el caso hubo un abuso de autoridad.
"Lamento mucho mucho lo que pasó en Chilpancingo, con el joven asesinado, que ya se atrajo la investigación. Se va a castigar a los responsables y envío mi pésame a los familiares de este joven, a sus amigos y no vamos a permitir la impunidad”, dijo.
La tarde de ese mismo lunes alumnos de la Normal de Ayotzinapa bloquearon la Autopista del Sol como medida de presión para el esclarecimiento de la muerte del estudiante.
La madre de Yanqui Khotan, Lilia Gómez, aseguró ese mismo día en una entrevista para Milenio que hasta ese día –tres días después del crimen—que la FGR no la había contactado aún y mucho menos la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. La mujer lamentó que hasta ese momento los policías responsables del asesinado de su hijo solo se encontraran bajo resguardo y no hayan sido detenidos, además de que ella no había tenido acceso aún a la carpeta de investigación
Se enciende la mecha otra vez
La mañana de este martes, una vez más el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera reveló un dato que encendió los ánimos y provocó una reacción airada de los estudiantes de Ayotzinapa. El mandatario dio a conocer que el policía que asesinó a Yanqui Rhotan había huido pese a que se encontraba bajo arresto administrativo. La fuga se habría dado cuando se hacía el traslado para entregarlo la FGR.
“Ayer el presunto responsable del asesinato del joven de la normal de Ayotzinapa se fugó, el policía. Y se está haciendo la investigación, desde luego la búsqueda y se van a fincar responsabilidades, pero es parte de esta descomposición que estamos enfrentando”, señaló.
La revelación del presidente exacerbó los ánimos de los normalistas quienes salieron a las calles y se dirigieron a la sede de la Fiscalía Estatal de Guerrero, lanzando bombas molotov y petardos al tiempo que incendiaron más de una decena de vehículos. La dependencia informó que en los hechos al menos una veintena de uniformados resultaron heridos.
En su descargo, la Fiscalía guerrerense aseguró mediante un comunicado que a ese dependencia ninguna autoridad presentó a ningún involucrado en el asesinato de Yanqui Rhotan.
“Durante el desarrollo de las investigaciones ninguna autoridad puso a disposición de esta Fiscalía General del Estado a los Policías Estatales involucrados en los lamentables hechos donde perdió la vida un estudiante de la Escuela Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa”.