CHILPANCINGO. – El Puerto de Acapulco depende del turismo, pero tras el paso del huracán Otis los prestadores de servicio y comerciantes se han visto en aprietos, pues ante el poco o nulo arribo de viajeros no tienen a quien vender u ofrecer algún tour o algo parecido, sin embargo, esperan que el Abierto Mexicano de tenis les de algo de luz y pueden tener recuperación económica.
Este lunes 26 de febrero el llamado deporte blanco regresa a Acapulco y se extenderá hasta el 2 de marzo, aunque el panorama general es de reconstrucción aún se pueden ver edificios, restaurantes, hoteles y condominios devastados o en obra negra, pero esperan los acapulqueños que esto pueda traer algunos beneficios.
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Francisco Mejía Casteñón es concesionario y dueño de restaurante en la playa Revolcadero, tiene uno de los lugares más cercanos al torneo, pues está a sólo 5 minutos de la Arena GNP, él dijo al medio de noticias EFE que tras el paso de Otis han sido meses complicados, aunque acepta que este evento le dejará un consumo importante.
“Vienen aquí a refrescarse un rato a la playa y sí, nos dejan consumo también”, mencionó a EFE.
Tanto meseros, comerciantes, ayudantes y cocineros han decidido aprovechar esto y trabajar todo el día de viernes a lunes. Se calcula que en esta playa hay al menos 20 restaurantes en la costa, también hay otros vendedores de dulces, ropa, artesanías etcétera, todos están a la espera de los clientes y aunque no estén al 100 por ciento sus comercios trabajaran.
“A nosotros no nos beneficia”, la otra cara de la moneda
José Luis Olea Hernández es mesero desde hace ya muchos años, trabaja los fines de semana, aunque desde que pasó Otis los daños también fueron a su oficio, pues ahora es más difícil obtener ingresos, sobre todo por los daños estructurales que aún son visibles en edificios, hoteles y condominios.
José revela que el Abierto de Tenis no es beneficioso para todos, pues los turistas van directamente a ver los juegos y pocos van a la playa.
“A nosotros no nos beneficia, te voy a ser claro porque casi para acá ellos (los que acuden a los partidos del torneo) no vienen a hacer consumos”, explicó a EFE.
El restaurantero y el mesero coinciden que la recuperación del puerto no es algo que sucederá en días o meses, sino que tendrán que ser varios años para que Acapulco se vuelva a levantar y recuperar su imagen, por lo que el turismo que tenían ya se ha perdido y tardaran años en regresar.