La autopista 150D, que comunica a la Ciudad de México con Veracruz, cruzando una parte del Estado de México y Puebla, es un foco rojo para los empresarios de la zona centro del país debido a los constantes robos que sufren los transportistas que trasladan su mercancía.
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Puebla ocupa el primer lugar a nivel nacional en robo a transportistas, y esta autopista es considerada una de las más peligrosas del país. De enero a noviembre de 2024, la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) contabilizó 2,062 robos a transportistas en las carreteras del estado, cifra que se acerca a los 2,589 registrados en todo 2023, año en que este delito tuvo un aumento del 43.99 % con respecto a 2022. Es decir, tras casi duplicarse de 2022 a 2023, el descenso sería mínimo este año, ya que el promedio mensual de asaltos a transportistas es de 187 casos.
¿Dónde venden lo robado en la autopista Puebla-Veracruz?
No solo los robos de mercancía en carreteras preocupan a los empresarios; también se registra un aumento en la venta de productos robados, principalmente en los municipios de San Martín Texmelucan y Esperanza, en Puebla, según reveló Carlos Sosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Puebla.
Los empresarios consideran que las autoridades saben dónde se lleva a cabo este ilícito, por lo que esperan que las nuevas administraciones, tanto federales como estatales, colaboren en una estrategia que ayude a inhibir la venta de productos robados. Estos no solo se comercian en tianguis, sino que también son ofrecidos a los empresarios de la región.
Alrededor de tres cuartas partes de los robos registrados en la autopista México-Puebla-Veracruz son contra transportistas que trasladan mercancía, y el resto contra vehículos particulares, según datos de la Canacintra. Además, el tipo de mercancía robada se ha diversificado: antes eran productos fáciles de comercializar, como autopartes, pero recientemente se ha incrementado el robo de materias primas como resinas, productos químicos o materiales destinados al reciclaje, como diversos tipos de plásticos.
“Más que pensar en cuánto se pierde, deberíamos pensar cuántas empresas no llegan a la región debido a los robos”, señaló Carlos Sosa, presidente de Canacintra Puebla, quien enfatizó que este delito inhibe la inversión en la entidad.
Estrategias de prevención
Para combatir este delito, las empresas han implementado estrategias como el envío de sus tráileres en caravana, lo que facilita el monitoreo y disuade a las bandas criminales dedicadas al robo en carreteras. También trabajan en labores de inteligencia al identificar fechas, horarios y zonas con mayor incidencia de asaltos.
En el tramo de Esperanza a la caseta de San Marcos, en el Estado de México, entre tres y cuatro afiliados a la Canacintra son víctimas de asaltos cada semana, aunque el total de denuncias en esa vialidad alcanza hasta 1,500 al año. Por ello, los empresarios mantienen diálogo con autoridades federales, en particular con la Guardia Nacional, aunque consideran que este problema es cada vez más difícil de resolver, ya que muchas comunidades basan una parte de su economía en este ilícito.
Otro problema que enfrentan los empresarios cuyos transportes son asaltados es que, si bien la autopista 150D es una vía federal, los ladrones huyen por carreteras estatales y cruzan distintos municipios. Esto hace necesaria la coordinación entre los cuerpos de seguridad de los tres órdenes de gobierno para detenerlos y recuperar la mercancía robada.