CHIAPAS

Ni seña, ni rastro: los 7 desaparecidos en Emiliano Zapata, municipio de Chiapas

Se realizó una marcha para exigir a las autoridades agilizar las investigaciones para dar con el paradero de siete personas desaparecidas

Créditos: Fotos y videos de Christian González
Escrito en ESTADOS el

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.- “Mi hermanito no iba a ir a ese viaje, pero escuchó que mis papás dijeron que, de regreso, pasarían a un balneario, y se les pegó de cola”, relata Kenya García Chulín, quien desde el pasado 23 de noviembre perdió contacto con su padre, madre y hermano de 12 años de edad.

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Este domingo, desde esta ciudad colonial, un grupo de personas marcha y, a la vez, exige a las autoridades agilizar las investigaciones para dar con el paradero de siete personas que ese día viajaron a Tuxtla Gutiérrez y luego se dirigieron hacia el municipio de Emiliano Zapata, conocido como 20 de Noviembre, en donde desaparecieron.

Kenya recuerda que sus progenitores fueron invitados por una conocida, identificada como Ciria Mariselda González Gabriel (también desapareció), para que la acompañaran a la capital chiapaneca para arreglar su camioneta y ya después seguir con el itinerario del paseo.

Para ello rentó una Urvan. En la misma se transportaban sus papás Luis García Hidalgo, Rosario del Carmen Chulín Hernández y su hermano Emmanuel García Chulín; además estaban Magdalena del Carmen Martínez Ballinas, Patricia Rodríguez Sántiz y Urbano Gaspar Aguilar Díaz.

Según ella, una vez que la camioneta fue reparada, avanzaron hacia 20 de Noviembre; ahí, confiesa, al parecer fueron interceptados por sujetos que se movilizaban en cinco camionetas blancas.

Lo que desconoce es que si las personas que plagiaron a sus seres queridos estaban armadas; lo único que recuerda, es que el sábado por la tarde ya no supo nada de ellos.

HALLAN LA CAMIONETA, PERO NO A LOS PLAGIADOS

Cuenta que los hijos de Mariselda se dirigieron a la ranchería San Isidro en donde hallaron la camioneta; asimismo, una persona les confesó que sí estuvieron en ese sitio, luego se fueron, y cuando volvieron ya los acompañaban las camionetas blancas.

“Ahí se prendieron los foquitos rojos, empecé a rezar, me preocupé mucho”, acepta la joven, quien refiere que la denuncia la presentó hasta el martes 26 de noviembre, debido a que en la Fiscalía de San Cristóbal le advirtieron que tenía que dejar pasar al menos 72 horas.

Entre otras recomendaciones, le mencionaron que tenía que viajar a Tuxtla Gutiérrez para levantar su denuncia, “pero ya pasaron casi ocho días, y sólo nos dicen que tenemos que esperar”.

Según ella, en el grupo donde viajaban sus familiares estaba un mecánico, quien repararía el vehículo. No obstante, afirma que, de ese grupo, sólo conocía a Mariselda y Patricia.

Está convencida, dice, que sus padres ni las demás personas plagiadas están metidas en cuestiones ilícitas, sino todo lo contrario, pues al menos sus familiares venden tacos en la vía pública y, en los últimos tiempos, hacen carnitas y chicharrón.

“Somos gente de bien, y puedo decir que doña Mariselda también”, externa Kenya, quien deja en claro que, desde hace 15 años, dejaron su natal Tabasco para mudarse a San Cristóbal de Las Casas. 

BÚSQUEDA COMPLICADA

Aclara que es difícil recorrer la zona en donde fueron vistos por última vez los siete desaparecidos, por lo que sólo le queda solicitar el apoyo de la sociedad en la misma San Cristóbal.

“Nos dijeron que es un lugar muy peligroso y que no nos podemos meter (en referencia a Emiliano Zapata), pero acá hemos tratado de informar a la gente, además de que, como mis papás eran muy conocidos, pues en algo ayuda eso”.

Kenya solicita a quienes se llevaron a su familia a que “se toquen el corazón”, y se apiaden de todos, principalmente de Emmanuel, quien apenas es un niño. “No sé si hicieron algo, pero lo que si tengo entendido es que fueron para hacer un favor”.

Dentro del grupo que se manifiesta este domingo en San Cristóbal de Las Casas está José, amigo de la familia García Chulín, quien afirma que Kenya es una joven que está sola, "la tenemos que acompañar porque somos seres humanos; ya hay muchas personas desaparecidas en Chiapas, queremos que el gobernador entrante nos ayude a encontrarlos".

Por su parte, Tania, hermana de Luis García Hidalgo, aclara que la gente que viajó a Tuxtla se dedica a trabajar de forma honrada, "son personas inocentes, que buscan el pan de cada día. Desafortunadamente la delincuencia no respeta nada".

Suplicó a Claudia Sheinbaum, presidenta del país, tomar cartas en el asunto y que voltee a ver este caso, sobre todo que vea la difícil situación que padece la geografía chiapaneca debido a la violencia.

"Que nos los regresen, porque a ellos se los llevaron, no se desaparecieron. Que regresen sanos, que nos devuelvan al niño".

Su hermano, dice, aceptó ayudar a Ciria Mariselda porque la conoce y, de cierta manera, tienen una amistad.

Luis Aguilar Díaz lamenta que los días transcurran y no haya noticias de su hermano Urbano Gaspar, de oficio mecánico, y lo peor de todo, advierte, es que no se puedan movilizar al sitio donde tienen el reporte de la desaparición, porque sería de mucho riesgo.

Según él, las autoridades sólo les han dado largas. "Sólo porque le iban a pagar unos centavos a donde se fue, ya no regresó".

Otras cuñadas de Gaspar advierten que sienten mucha desesperación, al grado de que no han podido conciliar el sueño.

"Nos preguntamos, ¿qué estará pasando? ¡Por querer ganar unos centavos...", afirma Teresa Aguilar, cuñada de Urbano Gaspar, hombre de 65 años de edad.

Ana Martínez sostiene una cartulina con la foto de su amiga Magdalena quien, cuenta, le dijo que estaba emocionada porque, aparte de que arreglarían la camioneta, se irían de paseo.

Le duele, dice, que su amiga no aparezca, pero lo que más le pesa es que, como ella no es hija o familiar de algún político, "no se mueve ni cielo, ni mar, ni tierra".

Lo único que la Fiscalía le dice a uno de los hermanos de Magdalena, apunta, es que la investigación "va por buen camino, pero hasta ahí".

De acuerdo con su versión, al parecer el paseo a las albercas ya no se realizaría, pues la camioneta que sería arreglada en Tuxtla, no quedó bien.

Este domingo, familiares y amigos caminaron por el Andador Guadalupano, hasta llegar a la Plaza Catedral, desde donde, de nueva cuenta, suplicaron por sus seres amados.