La Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó este sábado que la clínica “Neuropsycology: Clinic Marilyn Cote”, ubicada en el consultorio 1706 de la Torre II, piso 17 de las Torres Médicas de Angelópolis en Puebla, fue suspendida desde el pasado 7 de noviembre.
En dicha fecha, La Silla Rota dio a conocer las denuncias contra la pseudo psiquiatra Marilyn Cote, las cuales fueron la causa por la que la Secretaría de Salud de Puebla, a través de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) decidió clausurar definitivamente dicho establecimiento.
Al realizar visitas de verificación al lugar, la DPRIS constató que la clínica no contaba con:
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- Aviso de funcionamiento
- Licencia sanitaria
- Certificación académica del personal
Dado que estos documentos son necesarios para su operación, la clínica incurrió en irregularidades graves, por lo que se procedió a colocarle los sellos de clausura.
La Cofepris apoya a la autoridad estatal para que se proceda con la clausura definitiva de la clínica y se imponga una sanción económica, además de tramitarse una denuncia contra la pseudo psiquiatra Marilyn Cote, por usurpación de funciones.
El precio de denunciar a Marilyn Cote: pacientes enfrentan acoso por alzar la voz
“Yo creo que por eso esta persona ha llegado tan lejos. Porque conoce cada uno de sus pacientes, cómo manipularlos. Entonces, pues la mayoría no va a denunciar”, comentó en entrevista con La Silla Rota Carolina, quien en el 2020 llevó a su hija Regina de en ese entonces 8 años a terapia con la pseudo psiquiatra Marilyn Cote.
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Marilyn Cote ha laborado durante años como psiquiatra en Puebla a pesar de tener un perfil de psicóloga y abogada. Recientemente, el 7 de noviembre la Secretaría de Salud cerró el consultorio de Cote, debido a que no contaba con la licencia sanitaria, título y tampoco cédula profesional para operar como psiquiatra.
Además, la aplicación para buscar a especialistas de la salud como Doctoralia y la empresa “Fitfty Doctors” se acaban de deslindar de ella. En el primer caso, por estar dada de alta de plataforma e incluso a ver ganado un premio en Doctoralia y en el segundo, por usar recetas médicas membretadas con “Fifty Doctors” cuando nunca hubo un convenio.
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Marilyn Cote ha tenido una mala reputación desde hace por lo menos cuatro años atrás, sin embargo, nadie se había atrevido a señalarla por su mala praxis, hasta que un día Carolina llevó al consultorio a su hija Regina, debido a que acababa de fallecer su abuelo paterno y Carolina quería que su hija tuviera un proceso de duelo sano. Los familiares paternos recomendaron a la Marilyn y en la primera sesión, Carolina se quedó en la sala de espera.
Al salir su hija, le comentó que la especialista le había hecho dibujar a su familia mientras Cote revisaba su celular. No le dijo nada a Regina. En la segunda sesión, le permitieron entrar al consultorio a Carolina, y Marilyn le dijo que su hija no tenía nada y que respecto a un examen de coeficiente intelectual que le había solicitado Carolina le aplicara a Regina, ésta le dijo “lo que sí es que no le haga a usted creer que es tan inteligente, porque no lo es”.
“Porque yo le había preguntado si se le podía hacer un examen de coeficiente intelectual, aprovechando pues eso, o si me podía ella, o sea, si me podía recomendar a alguien para hacerle un test para explotar más sus habilidades, porque la niña saca puro 10 en la escuela. Y ella me dijo enfrente de mi hija, pues no, no le hagas creer, porque la verdad ni es tan inteligente como tú crees”, explicó Carolina.
Estas palabras que Marilyn le dijo Carolina sobre su hija le molestaron significativamente y después de ver varias inconsistencias en la forma en que trató a su hija, decidió investigar más sobre ella. Sería el mismo terapeuta de Carolina quien le comentaría que Marilyn era “una estafadora”, pues varios de los pacientes que atendía provenía de ser atendidos por ella.
“A la semana, más o menos, yo fui con mi terapeuta, con el que yo iba. Bueno, con el que voy todavía. Y le comento que pues estaba llevando a mi hija con esta persona. Y pues él casi, bueno, casi pegó un brinco de la silla y me dijo, ´¿cómo crees? Esa señora es una estafadora. Tiene un trastorno narcisista. Y te voy a pasar toda la información en este momento para que veas. Porque tengo muchos pacientes que están tomando terapia psicológica conmigo después de haber estado con esta persona más de un año´”, relató la entrevistada.
Carolina logró denunciarla en Doctoralia de que no tenía el perfil para ser psiquiatra y la aplicación le quitó los permisos para operar en el 2020. Sin embargo, Marilyn Cote se enteró que había sido Carolina quien había alzado la voz y comenzó a acosarla con llamadas telefónicas.
“Y esta señora se enteró que yo había sido, porque en un audio estaba mi nombre. Entonces me empezó a marcar y a decirme que yo estaba haciéndole daño a mi hija y que yo era una psicópata y bla, bla, bla. Y me empezó a amedrentar también por mensajes”, explicó Carolina.
Ahí, Carolina empezó a contactar a más personas que también habían sido pacientes de la pseudo psiquiatra y entendió que cuando una persona la denunciaba a través de redes sociales o intentaba hablar sobre sus malas prácticas ella acosaba a sus pacientes y usaba la información que le proporcionaban en terapia para hacerlos sentir mal y acosarlos. Tal fue el caso de Helen:
“Ella me comentó que, pues sí estuvo dos años con esta mujer, que cuando ya dejabas ir a terapia con ella y te dabas cuenta de que pues era un fraude los empezaba a amedrentar, llamadas telefónicas, con las cosas que la había. Por ejemplo, si un paciente les contaba que su mamá no lo quería o cosas así, esta señora cuando ya tú te dabas cuenta, pues les mandaba mensajes diciendo pues por algo no te quiere tu mamá, como utilizando lo que los pacientes ya le habían dicho”, dijo Carolina sobre lo que le contó Helen.
Fue el pasado 7 de noviembre cuando la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) abrió una carpeta de investigación por el caso de Marilyn Cote, en donde podría ser detenida por usurpación de funciones, pero se necesita que personas que fueron sus pacientes la denuncien formalmente.