Siete estados concentran el 49% de la población joven de México; Puebla es uno de ellos, y aunque más de la mitad de este sector trabaja, son pocos los que tienen la opción de comprar una vivienda. El sueldo y las prestaciones son los principales obstáculos.
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El 60% de los jóvenes tienen pocas posibilidades de comprar una vivienda en Puebla debido a que ganan entre 0 y 1 salario mínimo, reveló el Primer Informe de Vivienda, elaborado por el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Un sueldo mayor incrementa las posibilidades pero también es necesario esperar un tiempo para acceder a un crédito inmobiliario.
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Laura Patricia Juárez Estrada tiene 29 años de edad y lleva poco más de seis años viviendo sola. Comenzó a rentar cuando se mudó de Tehuacán a la ciudad de Puebla al conseguir un empleo. Primero rentó un cuarto en una casa que compartía con varias personas, la mayoría estudiantes universitarios que llevaban un ritmo de vida muy distinto al suyo. “Era mucho relajo”, recuerda.
Después de cuatro meses de convivir con extraños, decidió rentar con una compañera del trabajo. Consiguió un departamento, pequeño y más alejado del trabajo, lo que significaba un gasto extra, pero que compensaba con una renta más accesible.
Como muchas personas de su edad, continuaron las mudanzas, hasta que después de un par de años la roomate Laura se mudó con su pareja y la dejó sola. Recuerda que buscó algo más barato pero no encontró nada que la convenciera; pensó en compartir pero valoró más su privacidad. “No sabes si van a pagar o van a ser ordenados”, señala.
Considera que un 20% de su salario lo utiliza para la renta, lo que le permite cubrir el resto de sus necesidades. Ha pensado en comprar, pero lo que ha cotizado en el Infonavit sólo le alcanza para comprar en colonias muy alejadas o muy pequeñas; considera juntar sus puntos con su pareja para comprar algo mejor.
No han fijado una fecha pero si han explorado el mercado de viviendas con un precio promedio de un millón de pesos.
Laura trabaja como diseñadora gráfica y lleva las redes sociales de una empresa automotriz. Su casa le queda a cinco minutos caminando de su trabajo. Le pone un siete de calificación a su actual vivienda, pero considera que es la adecuada para este momento.
Difícil acceso a la vivienda para menores de 30
El 60% de los jóvenes tienen pocas posibilidades de comprar una vivienda en Puebla debido a que ganan entre 0 y 1 salario mínimo, reveló el Primer Informe de Vivienda, elaborado por el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Puebla es una entidad donde el 67% de los jóvenes de entre 15 a 19 años que trabajan, ganan entre 0 y 1 salario mínimo; al igual que el 54.9% de la población ocupada que tiene entre 20 y 29 años de edad. Sólo un 33% de estos jóvenes de 15 a 29 años ganan entre 1 y 2 salarios mínimos, lo que limita su poder adquisitivo al momento de buscar una vivienda digna.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, redactada en 1948, establece el derecho a una vivienda adecuada como parte del bienestar general. Se considera vivienda digna una cuyos techos, pisos y muros están construidos con materiales durables; donde hay espacio suficiente para evitar el hacinamiento; además del acceso a servicios básicos como el agua, la electricidad y el combustible.
A decir de los académicos de la IBERO Puebla, los salarios bajos impactan en el acceso a la vivienda y la calidad de la misma ya que obligan a las familias a vivir en espacios reducidos, deteriorados y con carencia de servicios básicos. En muchas ocasiones, casas construidas sobre terrenos irregulares que ponen en peligro la integridad física de quienes las habitan,
La pandemia cambió sus planes
Elda rentó durante seis años cuando se fue a trabajar a la Ciudad de México; junto a dos compañeros de trabajo consiguió un buen departamento, cerca de la Alberca Olímpica, que le quedaba a pocas estaciones de metro de su trabajo.
Al llegar la pandemia, la empresa de telecomunicaciones en la que trabaja la envío a laborar a casa y se fue a vivir dos años con su mamá, en Cholula, Puebla. Pese al regreso de la actividad presencial, su empresa le permitió seguir en modalidad de home office.
“Vivir en Puebla es mucho más económico que en la Ciudad de México”, dice Elda, quien tras esos dos años se dio cuenta de que podía comprar una casa.
“Yo no tenía una fecha en mi plan de vida para comprar vivienda. Fueron dos años de absoluto ahorro; no pagaba renta ni salía”. Pensó en pagar el enganche de una vivienda sin utilizar su crédito del Infonavit, pero tiene en cuenta el seguro del Infonavit que la protege con los pagos de la hipoteca en caso de desempleo.
Tenía 29 cuando recibió el crédito bancario a pagar a 20 años que le permitió comprar un departamento cerca de su familia, y aunque en un principio consideró rentar un cuarto para cumplir con la hipoteca, pero al final no lo concretó.
Destina 30% de su sueldo entre la hipoteca y los gastos de mantenimiento. Era un préstamo con pagos fijos que el primer año fue por encima del 30%, pero después de un par de años ha ido disminuyendo.
Antes de comprar, Elda investigó de forma exhaustiva el mercado inmobiliario y desarrollo buenos hábitos financieros. Cree que la gente de su generación está poco informada sobre los créditos hipotecarios y el funcionamiento de las prestaciones para comprar vivienda.
Otros factores
En México, 67.46% de la vivienda es proporcionada por el sector público. El problema es que varias de las personas que buscan acceder a una vivienda propia tienen empleos informales, lo que les impide solicitar un crédito.
En Puebla, el organismo que otorga la mayoría de financiemientos para adquirir una vivienda es el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), y se registra una baja presencia de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste).
El monto promedio del costo de la vivienda se duplicó en el último sexenio, revela el informe de la IBERO Puebla. En 2024, el costo promedio a nivel nacional es de 1 millón 854 mil 660.99 pesos, aunque en Puebla baja a 1 millón 500 mil pesos.
En México, el 61.6% de los hogares son propios, 15% se rentan, el 12.2% son prestados y un 7.8% cuenta con vivienda propia que está pagando a crédito.
La Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) informó que desde la pandemia de Covid-19, la construcción de viviendas en Puebla ha disminuido de 17 mil a 10 mil anuales en promedio, cifra que el sector inmobiliario juzga insuficiente, ya que consideran que deberían ser mínimo 20 mil viviendas por año.
VGB