Mayra López es una mujer plena a sus 30 años: le gusta jugar fútbol, trabaja en un negocio familiar, tiene pareja y está en espera de un bebé. Pero la vida que tiene ahora le costó mucho esfuerzo, pues cuando tenía 14 años empezó a tener depresión por su aspecto físico, y los comentarios hirientes que recibía de su madre, en la escuela y de sus propios amigos la fueron apagando.
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“Es como un hoyo negro, en el que te vas cayendo y dices: ‘Ya no encuentro una salida, ya no sé qué hacer, ya no sirvo para nada, no valgo para nada, a los demás no les importo, no hay nadie que me diga: aquí estoy’”, comentó la mujer en entrevista con La Silla Rota.
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A los 15 años empezó a tener ataques de ansiedad, luego de pánico, y después intentó quitarse la vida en más de una ocasión. La primera vez fue con pastillas; la segunda, cortándose las venas. A veces se paraba cerca de las calles más transitadas o de puentes, y se imaginaba el quedar entre los automóviles.
Las estadísticas en Puebla sobre intentos de suicidio
Según una solicitud de información realizada a la Secretaría de Salud en Puebla, la modalidad más recurrente en los últimos cuatro años de quienes recurren a una trágica salida a sus problemas son el envenenamiento autoinfligido por exposición a drogas antiepilépticas, sedantes, hipnóticos, antiparkinsonianas (medicamentos para tratar el Parkinson) y psicotrópicos. El año con más casos registrados con este método fue el 2023, con 30 casos.
Además, los pacientes internados en hospitales públicos por intento de suicidio han aumentado de manera progresiva año con año, de acuerdo con la dependencia: en 2020 hubo 56 casos; en 2021, 71; en 2022, 79; en 2023, 113; y en 2024, hasta el mes de agosto, se registraron 90.
Así como Mayra buscó quitarse la vida, en Puebla, en los últimos cuatro años hasta el 12 de septiembre de 2024, se han contabilizado 4,212 llamadas por amenaza e intento de suicidio. Es decir, se registraron dos llamadas al día por este tipo de eventos, de acuerdo con solicitudes realizadas a las secretarías de Salud y de Seguridad Ciudadana.
Las edades en las que se presenta este problema en Puebla van desde niños de 10 años, a adolescentes, como fue el caso de Mayra, hasta ancianos de 89 años. Pero las razones entre cada grupo de edad varían. En el caso de Mayra, eran los constantes comentarios negativos que le hacían por estar “llenita” y no poder realizar de manera correcta algunas actividades.
“Ella (su madre) decía que no podía hacer las cosas bien, que ella era mejor que yo. Cada que intentaba hacer algo, me decía: ‘Eres una inútil’, ‘eso no sirve’, o ‘no lo haces bien’, o ‘lo que te pido no lo haces, déjalo, yo lo hago’. Y así, entonces, ya como venía con el pensamiento de la escuela, donde también me hacían bullying porque estaba gordita, porque estaba fea, porque no podía hacer las cosas bien, porque era una nerd, etc.”, comentó Mayra.
Mayra buscó apoyo en el DIF
A los 17 años, Mayra buscó ayuda y acudió al DIF estatal ubicado en el Centro Histórico de Puebla. Sin embargo, no le gustó el trato que recibió, ya que sintió que no la dejaban hablar, por lo que sólo asistió a una sesión. Aunque intentaron contactarla, Mayra los rechazó.
“No me gustó mucho. O sea, como que de repente te llegaban así de: ‘No, es que la depresión no es una enfermedad’ (...). Como que muy directos y, en vez de escucharte, solo te decían cosas y no resolvían el problema (...). Como que no te dejaban expresarte o te decían lo mismo, que hay muchas personas hoy en día que piensan que todos estos problemas son a veces cosas de jóvenes”, recordó Mayra López.
En el mismo sentido, de acuerdo con otra solicitud, la atención a personas que intentaron suicidarse en el DIF Municipal en los últimos cuatro años ha sido muy poca. Del 1 de enero de 2020 al 10 de septiembre de 2024, el Sistema Municipal DIF solo tuvo 55 atenciones por casos de intento de suicidio, de los cuales 16 eran hombres y 39 mujeres, con edades entre los 12 y los 60 años.
Considerando las más de 4 mil llamadas que recibieron las dependencias de Salud y Seguridad Ciudadana en el mismo lapso, estas 55 atenciones representan apenas el 1.3%. Además, de acuerdo con el DIF Municipal, a las personas que fueron canalizadas se les “brindó atención psicológica, y a quienes lo requerían se les canalizó a las instituciones correspondientes para recibir atención psiquiátrica”.
Una amiga le recomendó una solución
A los 20 años, una amiga de Mayra le recomendó Mega Help, una organización que se dedica a ayudar a personas con problemas de depresión. Esta agrupación cuenta con alrededor de ocho psicólogos, dos psiquiatras y un abogado para los casos en que esté relacionada la violencia. Actualmente, en la entidad hay 500 miembros.
Poco a poco, Mayra se integró las sesiones a través de actividades deportivas. Después de un tiempo, decidió que necesitaba ayuda psicológica, y la agrupación se la brindó.
“Alguien me escuchaba. Como que cuando llegué al proyecto había alguien que se interesaba por lo que estaba pasando y, más que interesarse, era la forma en que te escuchaban. O sea, te dejaban hablar, te dejaban sacar todo lo que traías, cómo te sentías, y se quedaban ahí”, recordó Mayra López, quien ahora es voluntaria dentro de la organización y ayuda a que personas que alguna vez se sintieron igual de solas y desamparadas como ella encuentren el bienestar que ahora experimenta.
Así, tras ocho años de sentirse insegura, incompetente y sola, actualmente Mayra sonríe con más fuerza cada día, al lado no solo de su pareja, sino también de su madre, quien también se sometió a un proceso psicológico que le ayudó a tratar mejor a su hija.