Tradición, alegría y respeto es lo que se vivió la noche de este 31 de octubre en el panteón San Sebastián, en Santa Cruz Xoxocotlán, en Oaxaca, cuyos habitantes acuden año con año a los panteones a acompañar a sus difuntos.
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Una de ellas fue Mariana, quien llegó ahí para visitar a don Pedro, su papá, fallecido hace tres meses. De 73 años, está ahora al lado de su esposa. Mariana llegó acompañada de Olí, Alan y Luis quienes acudieron al camposanto, que lucía colorido por las flores de cempasúchil, velas, aromatizado con incienso y copal y con el bullicio de los vivos que se hicieron presentes para acompañar a los muertos y compartir el pan y la sal con ellos.
Las lápidas fueron cubiertas de flor de muerto que resaltaban por su espléndido color naranja. Las veladoras iluminaban la fría noche y también, de acuerdo con la tradición, servían para guiar a las ánimas de los difuntos.
Algunos de los visitantes llevaron “garnachitas” para comer y sus sillas porque la visita iba para largo. Se instalaron alrededor de su ser querido y recordaban anécdotas de cuando estaba vivo.
El panteón lucía calaveras y algunos visitantes aprovecharon para disfrazarse de seres de ultratumba.
Llegan de Estados Unidos
Además de familiares de los difuntos, había otros que llegaron para disfrutar el colorido lugar.
Dos de ellas son las tocayas Erika y Mercy que llegaron de California. Ataviadas como catrinas, viajaron para admirar la belleza de Oaxaca.
Mercy, que remarca que, aunque vive en Estados Unidos ella es mexicana, les recomendó el lugar y este año por fin cumplieron su sueño de ver de cerca la tradición del Día de los muertos.
Otra visitante es Azucena Pérez, que fue a ver a sus suegros, fallecidos hace 7 y 5 años en el sitio. Para ella es regresar y que la tradición de adornar las tumbas nunca se pierda.
Llaman a los niños difuntos
La bienvenida a los difuntos comenzó desde las 3:00 pm. Con el tañer de las campanas de Santa Elena de la Cruz se anunció la llegada de las y los niños fallecidos.
Posteriormente comenzó el arribo de las familias locales a los panteones de San Sebastián, Mictecacíhuatl y Monte Albán.
Fuera del panteón San Sebastián se organizó una exhibición de Tapetes de los Fieles Difuntos.