Familiares de personas privadas de la libertad protestaron este domingo en el Centro de Reinserción Social de Atlacholoaya, en Xochitepec, tras un intento de motín registrado este fin de semana, que dejó como saldo una persona asesinada y tres heridas.
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La víctima, José Guillermo C.R., de 43 años, fue el único fallecido durante los disturbios ocurridos el sábado. Según información proporcionada por fuentes penitenciarias, José ingresó al penal en octubre de 2017, tras ser condenado a 30 años de prisión por el delito de violación agravada.
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Las autoridades estatales informaron que, durante la riña, José sufrió una herida en el abdomen y fue trasladado de inmediato a un hospital en Cuernavaca. Sin embargo, mediante un parte médico emitido por el Hospital General de Cuernavaca “José G. Parres”, se confirmó su fallecimiento después de las 16:00 horas del domingo.
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Suspenden visitas y llevan protestas
Decenas de personas vestidas con playeras color rojo y pantalón azul, vestimenta obligada para el ingreso en horario de visita, llegaron hasta el acceso principal del penal de Atlacholoaya con la esperanza de que les permitieran ingresar a ver a sus familiares o recibir información certera sobre lo ocurrido el sábado.
Sin embargo, las autoridades penitenciarias informaron que, debido a los disturbios, las visitas quedarían suspendidas.
De manera anónima, por temor a represalias, principalmente madres, hijas y hermanas, informaron a los medios de comunicación que los reportes que reciben de sus propios familiares indican que el número de lesionados es mayor e incluso se habla de personas sin vida. “Son más de cuatro los heridos porque les dispararon con armas reales; incluso nos han mandado fotografías de los casquillos y de las personas heridas. Detallan que hubo varios muertos”, dijo una persona que acudió para saber sobre el estado de su hermano.
De acuerdo con informes de los propios familiares, las personas en situación de cárcel protestaron el día de ayer para exigir la destitución del director operativo, Francisco Flores.
Las y los manifestantes señalaron que es común que, al interior de este centro penitenciario, las extorsionen: “Nos cobran dinero por entrar, exigen pagos hasta para poder ingresar algún alimento. Además, cada vez que quieren, cierran los baños y para obtener un pase rápido a la visita están pidiendo cinco mil pesos. Si no pagan, los golpean”, destacaron.
En este contexto, llamaron a la gobernadora Margarita González Saravia para que intervenga e impulse una investigación que esclarezca y transparente lo sucedido este sábado, debido a que fueron utilizadas armas en contra de los internos.
Se vivieron momentos de tensión durante esta protesta, ya que, mientras se realizaba un cambio de turno de los policías, los familiares impedían la salida de los policías hasta que les dieran información. Las personas que protestaron advirtieron que, en los próximos días, continuarán sus manifestaciones en caso de que sean ignoradas sus peticiones.