A Adán Morales Flores lo mató la Guardia Nacional en Tijuana, Baja California, y los elementos que participaron están siendo protegidos, asegura su familia.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS
Te podría interesar
Adán fue custodio penitenciario por 12 años pero estaba comisionado como escolta y desde enero de este año cuidaba a un funcionario público en Baja California.
Su hermana Anahí dice que el 12 de junio que le quitaron la vida regresaba de trabajar en la camioneta oficial donde llevaba armas de cargo y subió a un amigo que encontró en el camino para llevarlo a casa.
Inicialmente los elementos de la Guardia Nacional reportaron una persecución, también a un hombre que se había disparado solo, e incluso quisieron que el amigo de Adán se declarara responsable, agregó.
Sin embargo, no contaban con que toda su intervención quedó videograbado y ahora forma parte de la carpeta de investigación.
“El video es clarísimo. Nada más llegan y en dos minutos le están disparando. Le disparan a quemarropa hiriendolo por debajo de la axila. Fue una muerte al instante, duró a lo mucho yo creo que tres minutos (...) Como no pudieron sostener su argumento dijeron sí le disparamos, y modificaron la escena”, afirma su hermano.
Adán dejó a su esposa con un hijo de cuatro años de edad y otro recién nacido, pero la familia no ha visto justicia.
Isabel Morales Flores, otra de sus hermanas, confirmó que desde hace un par de meses la Fiscalía General del Estado en Baja California (FGE), ya cuenta con órdenes de aprehensión pero no han sido cumplimentadas.
Las investigaciones, que involucran a seis elementos de la Guardia Nacional, son por los presuntos delitos de homicidio calificado y abuso de autoridad.
“La Fiscalía los requiere y el de la Guardia Nacional aquí en Tijuana dice que no tiene elementos con ese nombre adscritos aquí”, añadió Anahí.
Hace unos días la familia llevó su protesta a la FGE y este fin de semana acudieron al evento que encabezó la presidenta Claudia Sheinbaum en Playas de Rosarito, pero no sin algo de temor..
“Venir es un acto de valentía, de coraje. Hasta cierto punto, tal vez de rabia porque no se puede cumplimentar estas órdenes de aprehensión”, comentó Anahí.
La familia logró ingresar al recinto donde se desarrollaba el evento oficial llevando una lona y una carta para explicar lo sucedido y pedir justicia a la presidenta, pero no lograron hablar con ella.
Al finalizar el acto oficial, solo pudieron entregar el documento al personal de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien les dijo que sabía del tema.