CHIHUAHUA.- Este domingo 28 de enero, Esmeralda Castillo Rincón cumplió 29 años. Martha y José Luis, sus padres, celebraron este lunes con un pastel, pero sin la cumpleañera. “Nuevamente estamos celebrando el cumpleaños de Esmeralda sin mi niña estando presente”, dijo José Luis Castillo. “Nuestro mayor deseo es que ella estuviera aquí soplando sus velas. Un año más lo hacemos por ella”.
Esmeralda desapareció el 19 de mayo de 2009. La joven, de entonces 14 años, fue vista por última vez en la zona centro de Ciudad Juárez, Chihuahua. Esa mañana salió de su casa para ir a la secundaria… nunca volvió.
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La partida de pastel también sirvió para que José Luis y Martha denunciaran que Esmeralda ha sido desaparecida por segunda ocasión, toda vez que su nombre no aparece en el nuevo censo de personas desaparecidas del gobierno federal, presentado en diciembre pasado.
“Mi hija no está desaparecida porque ahí no la tienen. ¿Entonces dónde está Esmeralda? Es lo que queremos saber”, reprochó Martha Alicia Rincón, madre de Esmeralda.
La madre asegura que, pese al tiempo transcurrido desde su desaparición, no han recibido ninguna noticia o actualización del caso de Esmeralda. El último contacto que tuvieron con la fiscalía de Chihuahua fue cuando Diana Morales Rincón, coordinadora de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia, Zona Norte, declaró “no tiene sentido seguir con el caso en desaparición, pues es obvio que Esmeralda está muerta”.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que Chihuahua es el quinto estado con mayor incidencia delictiva en el 2023 por trata de personas, con 27 casos reportados por autoridades. Fueron 20 mujeres y niñas víctimas de trata solo en Ciudad Juárez en el 2023, según cifras del Observatorio Ciudadano Especializado en Género.
La desaparición
Casi 15 años han pasado desee aquel 19 de mayo de 2009 cuando Esmeralda Castillo Rincón esperaba el autobús de camino a su escuela secundaria 78, en el centro de Ciudad Juárez. Luego no se le volvió a localizar.
Catorce años tenía entonces, misma cantidad de tiempo en que su padre José Luis ha hecho incontables esfuerzos para encontrarla.
La desaparición de Esmeralda Castillo ocurrió en un peor momento, donde la violencia en México era azotada por un combate frontal y violento al crimen organizado.
Por ello José Luis Castillo tuvo que sortear con ingenio y determinación diferentes trabas. incluyendo vigilancia encubierta en bares de la frontera y enfrentamientos con las autoridades que resultaron en su encarcelamiento en 2012. Ese mismo año, la familia confirmó que la joven había sido víctima de trata de personas.
En 2013, se descubrieron restos humanos en el arroyo del Navajo, considerado un cementerio clandestino de mujeres en Ciudad Juárez, pero fue hasta dos años después cuando las autoridades le entregaron el fragmento de tibia que supuestamente pertenecía a Esmeralda Castillo.
A pesar de todo, su padre continúa recordándola cada 28 de enero en su cumpleaños; cada 19 de mayo cuando fue vista por última vez; cada 8 de marzo en el Día Internacional de la Mujer: “No me olviden, falto yo”, es su mensaje en representación de su hija Esmeralda.