Un volcán es definido como una abertura o grieta en la corteza terrestre que conecta a una cámara magmática y es de allí cuando salven materiales incandescentes, el Popocatépetl es el claro ejemplo de un volcán activo, a veces lanza ceniza, en otros momentos tiene minutos de tremor, es un fenómeno natural incontrolable, sin embargo, los volcanes también pueden revivir como el de Tancítaro, Michoacán.
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Tancítaro es un poblado ubicado a 170 kilómetros de Morelia, su nombre se interpreta como “lugar de tributo” pues en épocas prehispánicas, allí los pueblos circundantes entregaban sus bienes al dominio tarasco, o también conocido como imperio purépecha. En el poblado se cultivan y exportan frutas, principalmente Aguacate.
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El poblado también resguarda a un coloso dormido, se trata del pico de Tancítaro, también conocido como volcán. Se ubica a 3,849 metros sobre el nivel del mar. Este volcán forma parte del Eje neovolcánico, de la Placa de Cocos, la cual provoca alta actividad sísmica y volcánica en Norteamérica, dentro de ellos se incluye México.
Se creía que el coloso estaba “muerto” sin embargo, ahora todo se ha puesto en duda, luego de que Román Álvarez Béjar, investigador del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS) de la UNAM, dijera que puede revivir, pues dijo que actualmente se tiene olvidado, pues a comparación del Popo y La Malinche, se mantiene callado.
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El experto dio estas declaraciones al Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, el artículo fue titulado: “Revive” el volcán Tancítaro; allí Álvarez Béjar llegó a esta hipótesis luego de darse cuenta que un análisis de actividad sísmica en diferentes niveles de profundidad del Tancítaro, muestran diversos enjambres sísmicos a lo largo de la cámara magmática. Esto le lleva a determinar que las entrañas del volcán están vivas.
Este análisis es parte de un proyecto que realiza con Miguel Camacho y Elizabeth Rivera-Calderón, este tiene como objetivo ver qué ocurre al interior de los volcanes Tancítaro y Paricutín, baldosé en la revisión de cenizas, sismicidad y factores externos.
Enjambre de sismos, fenómeno frecuente
El investigador dijo que desde hace años se especulaba de la aparición de un volcán, cercano al Paricuín, pues hay mucha actividad sísmica en la zona, por ello desde e 2003 al 2023 se analizaron sismos con profundidad de 5 hasta 40 kilómetros, así como los generados por observaciones satelitales.
“Los resultados de entre 1 y 5 km de profundidad muestran un enjambre de sismos al noroeste del Tancítaro, de 5 a 10 km aparecen más en esta dirección; en el caso de 10 a 15 km es aún mayor el número de movimientos telúricos, lo cual muestra que hay inyecciones de material abajo que provoca rompimiento de las rocas y emite sismos que indican movimientos importantes en la zona, comentó” detalló el investigador Álvarez Béjar.
El experto también dijo que el Paricutín tiene actividad sísmica, por lo que podría haber irrupción de materiales magmáticos de la corteza inferior. Por ello pidió ponerles atención a todos los estratovolcanes mexicanos, entre ellos el Iztaccíhuatl, el Pico de Orizaba y aquellos que tienen manifestaciones diferentes, como la caldera de Los Humeros en Puebla.