MEXICALI.- Hace casi 15 años que José se convirtió en policía de Tijuana y es uno de los pocos agentes municipales que todos los días puede portar su arma de cargo fuera del servicio.
“Siempre hay que estar desconfiado y más vale tener el arma en la mano que no tenerla”, dice.
La precaución no está de más. En 2023 fueron asesinados 19 agentes del orden en Baja California, la mayoría de ellos (17), policías municipales y estatales preventivos e investigadores, además de 2 elementos de la Guardia Nacional.
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Esa cantidad es la segunda más alta de los últimos cuatro años: fueron 15 policías asesinados en 2022, 15 en 2021 y 20 en 2020, de acuerdo con el Registro de Policías Asesinados, realizado por la asociación civil Causa en Común.
“Han sido ataques a policías municipales, a policías estatales, a instalaciones federales. O sea, no es particular de la policía municipal”, dijo el secretario de Seguridad Ciudadana de Tijuana, Fernando Sánchez González.
“En ocasiones tiene que ver con el trabajo que se realiza, con los resultados que se tienen, y en algunos otros como todos sabemos, es por malas actividades o malas acciones que llevan y eso trae una consecuencia”, añadió.
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Sin embargo, como la de Tijuana es la corporación más grande del estado con alrededor de 2,500 elementos, insuficientes para los más de dos millones de habitantes, las agresiones se concentran mayormente contra esa policía. En ocho de los 20 asesinatos del año pasado las víctimas fueron agentes municipales y tan solo el 30 de diciembre dos más resultaron lesionados en un par de ataques con arma de fuego perpetrados en un lapso de 10 horas.
Además, dos días antes de las declaraciones del secretario Sánchez González, durante el primer fin de semana del año, un oficial municipal salvó la vida de un ataque gracias a que su esposa, un elemento de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), repelió con su arma.
El oficial resultó lesionado y los disparos de su esposa acabaron con la vida de uno de los criminales, al que sus cómplices abandonaron junto a la camioneta rafagueada.
Reforma Fallida
En medio de la serie de ataques armados, el año pasado el Congreso local reformó la Ley del Sistema Estatal de Seguridad de Baja California para establecer un procedimiento y permitir que los policías lleven el arma de cargo a su hogar, pero aquello terminó en una pifia legislativa. La reforma contradecía la licencia colectiva que otorga la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así que resultó inaplicable.
José patrulla en una zona que los narcotraficantes utilizan para moverse entre el sur de Tijuana y el norte del municipio de Playas de Rosarito. Puede llevar el arma de servicio a su casa porque es mando.
“Como estás en un distrito eres el responsable de todas las detenciones, de la estrategia que hay en ese distrito. Eres el responsable, entonces eres el objetivo” comentó.
Para mantener esa protección debe renovar la autorización cada tres meses y aprobar anualmente los exámenes de control y confianza. La reforma del Congreso local exigía también no tener procedimientos judiciales o administrativos abiertos y pedía a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California buscar convenios con autoridades federales para la reparación del armamento de las fuerzas policiacas.
Además de lamentar la fallida reforma, el Consejo por la Seguridad y el Bienestar Social de Tijuana, una asociación civil que reconoce la labor de policías y crea redes de comunicación entre ellos y la comunidad, destacó que esto último es muy necesario.
“Lo que escuchamos con los oficiales que no se atreven a decir ante una cámara es que el armamento ya está en su mayoría obsoleto. Es un armamento que, si tú volteas a ver los registros públicos de lo que decomisan a los delincuentes, están sumamente desfasados. Hay que renovar el armamento”, dijo su presidente Ismael Estrada.
La pareja de oficiales atacados el primer fin de semana de enero vestía de civil y ambos llevaban su arma de cargo.
Sin la reforma vigente, el secretario de seguridad ciudadana en Tijuana, Fernando Sánchez González, sólo dijo que laboran en “áreas sensibles” y por eso estaban armados.
“Cuando suceden cuestiones que no damos a conocer a la prensa, o solamente en las mesas de seguridad, como son amenazas por algunas detenciones o puestas a disposición, por supuesto que protegemos y apoyamos a nuestros compañeros”, respondió.