MEXICALI. - Un repartidor de aplicación fue interceptado por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), el trabajador había ido a dejar un pedido que había sido hecho por migrantes que se encuentran acampando en medio de territorio mexicano y estadounidense, los elementos también lo pusieron contra los barrotes y lo inspeccionaron.
El hecho ocurrió entre los muros fronterizos de Tijuana y San Diego, California. A través de un video hecho viral por Milenio, se puede ver a al menos 2 elementos del INM cuando detienen a un joven que viajaba con su mochila de repartidor, para hacerle una “revisión”.
En las imágenes se ve cuando un elemento (el cual viste pantalón caqui, una playera café oscuro y un pasamontañas), se acerca a la mochila naranja con el logotipo de “Rappi”, la inspecciona, pero no encuentra nada, posteriormente se va con su compañero y le piden al joven que se posicioné en los barrotes de la barrera fronteriza.
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Comienzan a inspeccionar al joven por arriba de la ropa muy minuciosamente, el repartidor saca de su bolsa del pantalón lo que parece ser un celular y comienza a mostrárselos a ambos elementos, del otro lado de la reja se aprecia a un migrante que habla con los agentes, como si le estuviera explicando que es un simple repartidor.
Una vez que terminó esta “inspección” el joven habló con los reporteros de Milenio, a quien les dijo:
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“Los policías de migración me querían sacar el arma, porque yo traje un pedido por medio de Rappi. Pensaron que venía a sacar información a estas personas, pero yo solo vine a entregar el pedido”, dijo el joven a los reporteros de Milenio.
El repartidor se identificó con el nombre de Samuel y contó que había ido a llevar comida a los migrantes provenientes de Haití y otros países centroamericanos, tras la conclusión del Título 42 la crisis migrante arreció y muchas de estas personas han decidido hacer un campamento en medio de ambas naciones esperando un milagro o que las autoridades americanas se apiaden de ellos y los dejen pasar libremente.
En mayo pasado, cuando se instauró el Título 8 muchos repartidores se provecharon de la situación y comenzaron a hacer negocio con las personas en situación de movilidad humana, pizzas, pollo, refrescos y cigarros era lo que llegaba hasta ese punto fronterizo.
En las imágenes se podía ver a las personas detrás de los barrotes que extendían las manos y pedían su comida, sin embarro, en ese momento no se vio ningún operativo policial.