QUERÉTARO.- La pequeña Zoé Alexandra falleció la mañana de este miércoles en el interior de un kínder en la capital queretana. Primero se dijo que murió cuando estaba jugando en una resbaladilla, después las autoridades informaron que murió de asfixia. Ahora, la mamá exige que aclaren estas dudas y que se haga justicia.
Apenas este miércoles se informó que la niña se encontraba jugando en el jardín de niños Rita Cetina Gutiérrez, en la colonia Paseos de San Miguel, Querétaro, cuando se subió a una resbaladilla para jugar con sus amigos.
De manera preliminar, se dijo que la pequeña Zoé Alexandra tuvo un accidente al subir a una resbaladilla en el interior del kínder, por lo que perdió la vida ahí mismo. Sin embargo, tras la realización de necropsia se reveló que la niña murió por asfixia.
Te podría interesar
Autoridades del kínder sospechan que, al momento de jugar, Zoé Alexandra tenía su credencial colgada en el cuello y al deslizarse por la resbaladilla, el cordón se atoró en el juego y la asfixió.
Esta versión no la cree la mamá de la niña. Mayra Janet Estrada Ramírez exigió justicia y expresó que no fue una muerte natural la de su hija.
“Fue ahorcamiento, ni las maestras ni la directora me han dicho realmente lo que pasó. Dicen que se ahorcó con sus cordones de su gafete. Otras dicen que se ahorcó con los cordones de su misma bata, dicen que se cayó de los juegos, dicen muchas cosas”.
Además, la madre dudó de las declaraciones que le ofrecieron en la escuela de Paseos de San Miguel pues le dijeron que vigilaron a su hija todo el día.
“Pregunté a la directora y dicen que en todo momento mi niña tuvo vigilancia. Si hubiera tenido vigilancia mi niña no estuviera en esta situación ahorita. Y yo sólo lo que quiero es justicia por mi hija”, acusó.
Algunos testigos señalaron que el personal de la institución educativa perdió de vista a Zoé Alexandra después del recreo, es decir, alrededor de las 11:00 horas del miércoles.
Al pasar los minutos, el personal educativo se dio a la tarea de buscar a la niña y después hallaron que estaba atorada en las escaleras de la resbaladilla del kínder, pero ya sin signos vitales.