MEXICALI.- Entre gritos y sombrerazos, el Congreso de Baja California eligió a María Elena Andrade Ramírez como la nueva fiscal general del estado, luego de un proceso de selección cuestionado por legisladores de oposición y por el Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana.
Andrade Ramírez recibió 18 votos a favor de morenistas y aliados, junto a 6 abstenciones: 1 de Movimiento Ciudadano, 3 del Partido Acción Nacional (PAN), y 2 del Partido del Trabajo (PT), estos últimos fieles al ex gobernador Jaime Bonilla Valdez.
Ambos solicitaron el uso de la voz para razonar el motivo de su abstención, pero el presidente del Congreso y ex líder sindical de la burocracia, Manuel Guerrero Luna, solo le dio la palabra a uno de ellos y siguió con la toma de protesta en el pleno mientras los inconformes, conectados a la sesión de manera virtual, protestaban pero eran ignorados.
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“Si tuviera respeto estuviera aquí”, dijo mientras Sergio Moctezuma, el diputado petista que no pudo exponer su razonamiento, cuestionaba la falta de aseo en el proceso legislativo.
Sin embargo, de acuerdo con los diputados, la convocatoria que el mismo Manuel Guerrero difundió para la sesión de este miércoles era para asistir o presencial o a la distancia, y se lo hicieron ver pero él decidió ignorar el argumento para seguir con la sesión.
“Esta sesión es híbrida, las y los diputados que están conectados están cumpliendo con la misma labor que los que estamos aquí, para que el auditorio sepa que el presidente nos convocó de esa manera”, dijo una diputada en el pleno.
Previamente, la panista Alejandrina Corral había cuestionado la inesperada y hasta ahora inexplicada renuncia del ya ex fiscal general, Ricardo Iván Carpio Sánchez, quien pudo llegar al cargo en enero del 2022 luego de una reforma a la constitución local para reducir el requisito de los años de experiencia en la investigación de delitos.
Además, recordó que un hombre y una mujer, ambos empleados en la fiscalía y cercanos a Carpio Sánchez, están acusados de tráfico de drogas en Estados Unidos.
“Ya ni siquiera acató los citatorios del congreso. Más que la renuncia lo que procede es una investigación a fondo de las múltiples irregularidades cometidas”, dijo en su oportunidad Marco Antonio Blasquez, el único de los dos petistas leales a Bonilla Valdez que pudo razonar su voto.
Previo a la sesión del Congreso en Mexicali, el presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, Edgardo Flores Campbell, dijo que esta era una oportunidad para sumar a la sociedad civil al nuevo nombramiento.
“Para que fuera, o sea la fiscal, la mejor capacitada en beneficio del estado y no la del mejor perfil para conveniencia o acomodo del ejecutivo”, dijo.
Hasta antes de ser elegida como nueva fiscal general, Maria Elena Andrade Ramírez ocupaba la titularidad de la Comisión del Sistema Estatal Penitenciario (Cesispe).
Su nombre encabezaba la terna propuesta por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, seguida del fiscal central en Tijuana, y José Antonio Lozano Blancas, ex-Subprocurador de Zona Tecate
Los tres fueron entrevistados el pasado domingo en una sesión de la Comisión de Gobernación realizada de forma virtual que se extendió por más de cinco horas en medio del paso de “Hilary”, fenómeno meteorológico que afectó varias veces la conexión a internet de algunos diputados.