CHILPANCINGO.- El lunes 17 de julio, Ángel Cabrera Avalos, de 35 años, y su hijo Ángel Isauly Cabrera García, de 16 años; además de Juan Carlos Catalán Silva, de 19 años, y Guadalupe Bautista Astudillo, de 30 años de edad, salieron a las 06:00 horas a bordo de una lancha a pescar en las aguas del Río Balsas. Después, nadie supo de ellos. Este miércoles hallaron con vida a uno de ellos.
La última vez que se vio a los desaparecidos fue en la llamada Barranca del Cangrejo, donde localizaron sus lanchas y algunas de sus herramientas de trabajo.
Algunas versiones señalan que La familia Michoacana habría advertido a los pescadores que no rebasaran la Barranca del Cangrejo, era el límite impuesto a los moradores de Mezcala.
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En los operativos de búsqueda, pescadores a bordo de 20 lanchas navegan por el río Balsas, acompañados por efectivos de fuerzas federales y estatales. En tanto, en el poblado de Alatlatzala se realiza otro rastreo.
Este miércoles fue hallado Ángel Esauly, con golpes y en estado de pánico en Mezcalapa, municipio de Eduardo Neri, en la zona centro de Guerrero.
La fiscalía de Guerrero informó que durante el operativo se logró la localización de Esauly Cabrera, pero sigue la búsqueda de su padre y los otros dos pescadores.
De acuerdo con el diario Reforma, los familiares del menor contaron que Ángel Esauly fue hallado vendado de los ojos, caminaba solo por la carretera federal. Se comprobó que el menor tiene huellas de golpes en varias partes del cuerpo.
Este martes, familiares y vecinos de los desaparecidos cerraron durante más de cuatro horas la carretera federal Iguala-Chilpancingo, a la altura de la comunidad de Mezcala, para exigir a las autoridades su búsqueda y presentación con vida de los pescadores.
Casi un centenar de pobladores de la comunidad de Mezcala, que viven principalmente de la minería y la pesca, exigieron a la fiscalía de Guerrero que investigue la desaparición de los pescadores. Cerraron con llantas y piedras la carretera federal.