GUADALAJARA. – Del total de indicios que han sido recuperados del interior de la barranca del Mirador en el municipio de Zapopan, los peritos en criminalística han recolectado hasta 50 bolsas con cuerpos y restos óseos que corresponden algunos a las personas que fueron privadas de su libertad por sujetos armados de un call center.
El Fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, explicó que los trabajos continuarán a pesar de lo accidentado del lugar.
“Se han estado manejando un número aproximado de 45 a 50 bolsas obviamente pueden surgir más que es lo que estamos recuperando nada más quiero hacer una precisión el número de bolsas, no va en razón del número de víctimas que se están localizando porque el terreno es accidentado los compañeros que en su momento estuvieron procesando el lugar por cuestiones de seguridad que estaban bajando con la nave con rapel solo pudimos bajar a determinada zona y los mismos compañeros de Protección Civil dijeron que no era conveniente seguirlos apoyando” expuso.
El encargado de las investigaciones aseguró que algunos cuerpos encontrados en la barranca por donde pasa el Río Santiago algunas corresponden a unas de las ocho personas desaparecidas de un call center localizado en la colonia Jardines Vallarta.
“Algunos de los hallazgos o de los indicios coinciden con algunas de las víctimas del evento que estamos investigando no podría decirles ahorita, ya tajantemente i manejar una totalidad de víctimas con las coincidencias, pero si de entrada hay coincidencias con rasgos físicos en los que nos ha estado ayudando al IJCF vamos a seguir trabajando la zona es muy complicado”
Se tendrá que esperar a que los antropólogos y médicos forenses terminen de realizar los peritajes para determinar la identidad de cada persona rescatada sin vida, en este terreno.
El tras fondo del call center
Hasta el momento aún hay mucha desinformación y cabos sueltos, pero la fiscalía ha dado los primeros indicios de que el call center, donde trabajan las víctimas, se encuentra relacionado con una red de estafas telefónicas dirigidas a turistas estadounidenses, esta es controlada por células criminales.
El viacrucis que ha sufrido la familia de las víctimas comenzó el pasado 20 de mayo cuando las víctimas fueron reportadas como desaparecidas, la lista empezó con Carlos Benjamín Cuevas, de 31 años, después la lista se amplió.
Ante la situación agentes de la Fiscalía catearon el establecimiento al que iban los jóvenes, en su interior encontraron hojas de marihuana, un trozo de tela y un trapeador con machas rojas. El lugar no tenía licencia para operar y según la fiscalía las actividades que realizaban al interior estaban “fuera del marco de la legalidad”.