En días anteriores, se dio a conocer de un posible colapso de seis pilotes del viaducto del Tren Maya en un tramo que pasa por el estado de Campeche, datos que fueron expuestos en redes sociales y medios locales.
Se trata de la zona donde se edifica un viaducto que forma parte del Tramo 1 del Tren Maya, obra insignia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El supuesto colapso de los pilote del Tren Maya sucedió en una zona encargada a la empresa China Communications Construction Group junto a Mota-Engil, los cuales registran un avance en la obra de más del 50 por ciento.
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El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) fue la instancia del gobierno federal que respondió ante las imágenes que se difundieron.
Esta institución detalló que cada pieza del Tren Maya es sometida a pruebas de calidad, por lo que si se detecta que alguna no cumple, es sustituida. Agregó que en dicha zona se programó su demolición programada.
Fonatur indicó que no existió ningún tipo de derrumbe en las obras del Tren Maya, sino que esta destrucción fue parte del plan de la construcción.
La obra de AMLO tiene como fecha límite de entrega el mes próximo de diciembre de 2023.
Contexto
El pasado martes 23 de mayo, La Silla Rota dio a conocer que los trabajos del Tramo 5 del Tren Maya, que correrá de Cancún a Playa del Carmen, en Quintana Roo, ocasionaron un socavón en el área de Akumal. También quedó al descubierto un cenote, al que nombraron la “Caída del Tren". Las obras en esta zona confirman lo que, desde hace dos años, activistas medioambientales han advertido: la zona no es apta para el megaproyecto.
Desde el inicio de la obra, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) aseguró que el 70 por ciento del Tramo 5 del Tren Maya pasará por un viaducto elevado para no dañar los cenotes. Sin embargo, para construirlo están perforando el suelo y colocando pilotes forrados de acero dentro de estos pozos de agua. Advierten que una de las consecuencias es la contaminación del agua.
“La inyección con estas pilas enormes forradas con acero de hasta 25 metros de profundidad va a atravesar los sistemas de agua, de alguna forma estos huecos, estas columnas que van a soportar el Tren, están perforando el manto acuífero y perforando dos tipos de ecosistemas, que se generan en el agua dulce arriba de la dolina y del agua salada por debajo de ella”, advierte el espeleólogo con especialidad en arqueología subacuática, Octavio del Río.
Debido a estas acciones, el agua del que se abastece parte de la Península de Yucatán está comprometida, así como los ecosistemas de las especies endémicas de la región.
“En el momento que le alteras con los oxidantes, la ionización del agua va a cambiar el sabor y color, y todo el microclima que se ha generado para poder procurarle vida a organismos. Eventualmente nos sabrá diferente el agua y todo va a permear al océano y va a llegar al arrecife. Ya están elevando el tren, inyectando las columnas y es una historia que va a acabar mal y a todos nos va a afectar. Las columnas se van a erosionar y oxidar”, alerta Octavio del Río.